El patrimonio total de los planes de pensiones de empleoen Españaasciende a 38.500 millones de euros y 2.720.000 partícipes a finales de septiembre de 2024, según datos facilitados a 65YMÁS por la patronal de inversión colectiva y fondos de pensiones, Inverco (@INVERCOinfo). Entre ellos, hay registrados 41 planes simplificados de autónomos y únicamente 1 de carácter sectorial, el de la industria de la construcción.
"Tan solo un plan sectorial se ha puesto en marcha, el de la construcción. Al estar basados este tipo de planes en la negociación colectiva, la inercia a su creación es elevada, ya que los convenios suelen tener vigencia de varios años", explica Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, quien reclama que si el Gobierno quiere de verdad impulsar estos planes, "sería necesaria la adopción de medidas tanto fiscales como no fiscales. De hecho, lo que ahora mismo se ha aprobado son medidas que restituyen solo parcialmente beneficios que ya existían hace años".
La sorpresa positiva de 2024 es la buena marcha del plan de pensiones de la construcción,que está siendo todo un éxito, bate récords de partícipes y se erige en modelo a imitar por otros sectores, como el metal. Bajo el nombre de Pensions Caixa 112, lo gestiona VidaCaixa y constituye una iniciativa privada pionera en España para incrementar las pensiones de los trabajadores del sector, más allá del sistema público de la Seguridad Social.
"El plan sectorial de la construcción tiene ya un patrimonio de 116 millones de euros y 544.000 partícipes, mientras que los planes simplificados de los autónomos acumulan 129 millones con más de 34.400 partícipes", detallan fuentes de Inverco a 65YMÁS.
Los promotores del plan, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) y los sindicatos CCOO y UGT, destacaban recientemente que los resultados "están superando todas las expectativas y servirán para que cada día más personas quieran adherirse", de hecho, patronal y sindicatos prevén que beneficie en el corto plazo a más de un millón de asalariados, y que se vayan sumando cada vez más trabajadores autónomos.
¿Cómo se nutre el plan de la construcción?
El único (por ahora) plan de pensiones sectorial de ámbito nacional se constituyó en el VII Convenio General de la Construcción, donde se pactaron las aportaciones mensuales hasta 2024, consistentes en una parte del incremento salarial (10% global entre los años 2022 y 2024). Las empresas tuvieron de plazo desde el pasado 1 de febrero hasta el 30 de abril de 2024 para realizar las contribuciones correspondientes a los años 2022, 2023 y enero de 2024. A partir de febrero, las contribuciones ya tienen carácter mensual.
Más en detalle, del 4% de subida salarial acordada para 2022, al plan de pensiones se ha destinado el 1%, en tanto que del 3% de incremento salarial comprometido para 2023, también el 1% ha ido a nutrir los fondos del plan de empleo. En cambio, en 2024,del 3% de incremento pactado, un 2,75% se aplica en la subida de las tablas salariales, mientras que el 0,25% restante va a engordar el dinero del plan.
En los próximos años, estas aportaciones deberán ser negociadas por los agentes sociales, en el marco de la negociación colectiva.
¿Se afianzará el positivo cambio de tendencia?
A juicio de Mariano Jiménez (@MjimenezLash), presidente de OCOPEN y director general en Cpps Asesores, aunque lentamente, "parece que las medidas de impulso de los planes de pensiones de empleo comienzan a dar sus frutos. Los primeros planes simplificados de autónomos ya están en marcha, pero es el de la construcción, el primero sectorial, el que está produciendo un significativo cambio de tendencia en la evolución de los planes de empleo, que llevaban demasiados años estancados".
Este experto recuerda que, según datos de la Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones (DGSFP), "en el tercer trimestre de 2024 existen 36 planes simplificados (incluido el de la construcción), que ofrecen datos importantes a tener en cuenta: aportaciones superiores a 260 millones de euros, cerca de 600.000 nuevos partícipes y 60.000 nuevos promotores".
En el lado opuesto de la balanza, Jiménez critica que "no terminan de llegar buenas noticias en relación con los planes de pensiones de las Administraciones Públicas, que, recordemos, tienen suspendidas las aportaciones desde 2012. Sería imprescindible su restablecimiento en la próxima Ley de Presupuestos Generales del Estado".
57% del potencial de trabajadores, ya afiliados
Para Fernando Martínez-Cue, profesional asociado a LoRIS y socio fundador de Martínez-Cue & Asociados, el plan de la construcción "debería ser motor para involucrar otros sectores. Los datos muestran que a 30 de septiembre unos 544.000 trabajadores de la construcción han sido afiliados al plan de empleo simplificado sectorial y, en octubre, la cifra incluso mejora, a más de 570.000. Esto supone más del 57% del potencial de trabajadores elegibles, lo cual, para ser el primer año (la obligación de inscribir nacía en febrero y se prolongó hasta casi abril) es un dato muy positivo".
Entre los retos inmediatos, este experto señala: "Quizá la comisión de control y las agentes sociales han de trabajar con la entidad gestora en cómo lograr bajar al territorio, a la atomización que tiene este sector, a todos esos microempleadores, autónomos empleadores, etcétera, muchos de los cuales ni son conscientes de la obligación de inscribir a los trabajadores y de aportar por ello".
Asimismo, probablemente, en el futuro se tenga que trabajar en "mejorar la generosidad del compromiso por pensiones, en incrementar el nivel de aportación. Con los actuales niveles, las proyecciones para lograr un complemento de renta procedente de la pensión de empleo (complementaria a la pensión pública) indican que se trata de una contribución insuficiente. Quizás habría que introducir el matching contribution, que los trabajadores también deban aportar", sugiere Martínez-Cue.
Parálisis de los planes de la Administración
El tirón de las pensiones privadas de la construcción está impulsando una cierta mejoría en el panorama general de los planes de empleo en España, pero este éxito aislado contrasta con la parálisis de los planes de empleo públicos.
Las cifras así lo muestran: por ejemplo, el plan de la Administración General del Estado (AGE), gestionado por BBVA, tenía 581 millones de patrimonio y unos 487.000 partícipes al cierre de agosto de 2024. Y el plan de la Generalitat de Cataluña, gestionado por grupo CaixaBank, cerró 2023 con 331.288 partícipes y 378,5 millones.
Tal como advierte Martínez-Cue, "es preocupante que las Administraciones públicas sigan teniendo las aportaciones a planes de empleo paralizadas, lo que se deriva de la regla de suspensión de aportaciones aprobada en 2011, en una situación financiera y presupuestaria muy delicada, que impide que el Estado realice aportaciones".
Este experto, asesor estratégico y consultor de beneficios para empleados y previsión social, analiza en profundidad la situación de los planes de empleo en el informe Claves para el crecimiento de las pensiones de empleo (Instituto Santalucía), que se publicará a mediados de diciembre. En su opinión, "la clave de futuro del ahorro en planes de empleo va a residir en si a la construcción le siguen otros grandes convenios sectoriales; yo considero clave que el metal acabe un acuerdo de promoción de un PES, lo que sumaría otro millón de trabajadores, y nos llevaría a alcanzar un 28% del total del sector privado cubierto".
Unespa: 1.700 convenios a negociar en 2025
Mirenchu del Valle, presidenta de la patronal de seguros Unespa, considera una gran "oportunidad" el hecho de que en 2025 se abran a negociación unos 1.700 convenios colectivos. "Creo que es un punto de oportunidad incorporar la previsión complementaria" en dichas negociaciones, tal como ha indicado durante su intervención en un reciente foro de pensiones.
Según Del Valle, "hay interés" entre los sectores, lo que apunta a que será un elemento que va a estar encima de la mesa. En todo caso, ha instado a los reguladores a que las aportaciones de los trabajadores no se vinculen a las de los empresarios. Asimismo, ha recordado una propuesta anterior de Unespa en la que un trabajador pudiera aportar a su plan individual utilizando los límites de un plan de empleo con el compromiso de transferirlo al plan sectorial una vez establecido.
En el mismo sentido, la directora general de Inverco,Elisa Rincón, ha coincidido en que un modelo sectorial "es una buena idea porque tiene economías de escala", pero ha recordado que si no existe la obligatoriedad de implementar esos planes, puede que la negociación colectiva no tenga "incentivos lo suficientemente potentes". Y ha recordado que, por las bajadas de los límites a las aportaciones individuales, desde 2020 los planes de pensiones han dejado de ingresar 10.000 millones de euros en aportaciones.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).