Mayores de 50 años: los más dañados por el tope de 2.000 euros en el plan de pensiones individual
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Otro golpe del Gobierno a los planes de pensiones: recorta la aportación máxima anual a 1.500 €
Las últimas semanas del año son claves para tomar decisiones que reduzcan la factura de la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), y uno de los instrumentos más utilizados para ello son las aportaciones a los planes de pensiones. De hecho, en octubre, noviembre y diciembre es cuando se concentran las ofertas de las entidades financieras para captar nuevos clientes, muy a menudo arrebatándoselos a la competencia con propuestas de traspaso del plan de un banco a otro.
Hasta el día 31 de diciembre, cualquier persona que tenga suscrito o que abra un nuevo plan de pensiones individual puede aportar hasta un tope de 2.000 euros anuales y descontarse ese importe de la base imponible del IRPF. Es decir, cada euro que se aporte al plan de pensiones se restará de la base imponible del contribuyente, de manera que será como si la persona no lo hubiera ingresado.
El incentivo fiscal de los planes individuales es aprovechado sobre todo por los contribuyentes de rentas altas, que son los que poseen mayor capacidad de ahorro y utilizan este instrumento para reducir su factura fiscal. Pero también son muchos los autónomos con este tipo de planes privados. En total, en España hay más de 7,5 millones de partícipes en planes individuales y casi 1 millón de asegurados en planes de previsión asegurados (PPA)
Las condiciones se endurecen a partir del 1 de enero de 2022, ya que, según consta en los Presupuestos Generales del Estado, la ventaja fiscal de los planes de pensiones individuales se reduce de forma drástica, hasta un tope de 1.500 euros anuales. Por esta razón, los contribuyentes que quieran exprimir el actual beneficio de 2.000 euros deben hacerlo antes de que finalice este año.
Al dinero ahorrado en un plan individual, se puede sumar la aportación que se haya efectuado al plan de empleo (en caso de tener ambos tipos de planes). Estos instrumentos colectivos de ahorro son los que ofrecen las empresas a sus trabajadores y se negocian con los sindicatos. La aportación máxima para este tipo de planes es de 8.000 euros en 2021 y, según ha anunciado el Gobierno y figura en los Presupuestos del Estado para el año próximo, se aumentará hasta los 8.500 euros en 2022.
Mal año para las aportaciones
Entre enero y septiembre, las aportaciones brutas a los planes de pensiones individuales se han desplomado un 22% con respecto al mismo periodo del año anterior: han entrado 1.575 millones de euros, frente a los 2.028 millones que ingresaron en 2020, es decir, 453 millones menos en los nueve primeros meses del año, según la patronal de inversión colectiva Inverco (@INVERCOinfo).
Fuente: Inverco
El análisis realizado por Inverco muestra que esta caída es consecuencia del hachazo que ha propinado el Gobierno al límite de aportación anual con derecho a deducción fiscal, que se ha rebajado hasta los 2.000 euros este año.
La disminución de la entrada bruta de dinero tiene otra consecuencia negativa: como las prestaciones han sido mayores (los pagos a personas que cierran o retiran parte del dinero del fondo), en total, 1.786 millones, resulta que el saldo neto de aportaciones entre enero y septiembre es de -210 millones, frente a los 216 millones de signo positivo un año antes.
El desplome de las aportaciones a los planes individuales se agudizará, ya que Inverco calcula que las entradas de dinero en los sistemas individuales se van a reducir un 40% en 2021, y es de prever que sigan en caída libre en 2022, debido al tope legal anunciado, que disminuirá aún más, hasta los citados 1.500 euros para los planes individuales.
Críticas al recorte de incentivo fiscal
Las críticas al nuevo recorte de incentivos decidido por el Gobierno son casi unánimes por parte del sector y de los expertos.
La patronal aseguradora Unespa (@UNESPA) coincide con Inverco en que, con los nuevos límites que figuran en los Presupuestos del Estado, "la cuantía de ahorro que se podría acumular dentro del sistema individual va a ser claramente insuficiente. A razón de 1.500 euros por año, un trabajador podría acumular 60.000 euros si ahorra sistemáticamente durante 40 años de trayectoria profesional, más la rentabilidad que obtuviera este dinero. Si se prorratea este importe durante los 20 años de esperanza de vida que restan a ese trabajador una vez alcanzada la edad de jubilación, el resultado es una cuantía media mensual que a duras penas servirá para complementar la pensión pública del trabajador y garantizarle unos ingresos totales adecuados".
Asimismo, el Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros considera que la rebaja de los límites anuales de aportación a planes de pensiones individuales con derecho a deducción en el IRPF es "otro torpedo al ahorro y al complemento de las futuras pensiones de autónomos y empleados de pymes". En un reciente comunicado, lamentan que la propuesta "favorece a los trabajadores de grandes empresas y castiga especialmente al medio rural, cuya configuración empresarial está basada en pequeños negocios y autónomos".
Otros expertos, como el economista Enrique Devesa (@DevesaCarpio), investigador del IVIE y coordinador técnico del Grupo de Investigación en Pensiones del Instituto de Actuarios Españoles, critican que el Gobierno "ha empezado la casa por el tejado: recortando la cuantía de las aportaciones sin haber elaborado una alternativa para poder utilizar los planes de empleo. Han penalizado el tercer pilar sin, de momento, mejorar el segundo pilar". Para este profesor de Economía Financiera y Actuarial, otro error es que, "en el borrador que circula sobre la modificación de los planes no aparece ninguna ventaja fiscal para las empresas, con lo que van a ser reticentes a implicarse en ellos. Espero que introduzcan alguna modificación fiscal".