Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorA todos nos preocupa, o en algún momento lo hace, nuestro futuro económico. El mantener o mejorar nuestra economía de cara a nuestra jubilación, por lo que mantener el poder adquisitivo pasa por ahorrar e invertir.
La parte difícil es pasar del dicho al hecho. En otros artículos os hemos dejado consejos y métodos para ponerlo en práctica, y a estos se pueden sumar los productos de inversión, como los seguros de ahorro.
Al leer el nombre no asociaremos este servicio con la inversión, por eso es una de los más desconocidos. Un seguro de ahorro es un producto de inversión que ofrecen las aseguradoras y se caracteriza por dos factores: una que permite ahorrar generando una rentabilidad, y la otra que, si el titular fallece, el dinero que está ahorrado y el de la póliza podrá ir a manos de los herederos.
Además de estas características hay otras que también debemos comentar:
Aunque no hayamos oído hablar de estos seguros, es probable que sí hayamos oído hablar de planes de previsión asegurados, seguros de renta vitalicias o seguros individuales de ahorro a largo plazo. Estos son modalidades de los seguros de ahorro.
Este producto nos interesa si queremos hacer crecer nuestro patrimonio sin correr riesgo, y es que ofrece las mismas ventajas que un depósito bancario, pero con una mayor rentabilidad. Además, una parte de la prima pagada se destina a la póliza de seguro de vida para el titular, lo que le permite proteger a la familia al mismo tiempo que aumentamos el colchón económico.
Si por el contrario lo que queremos es que nuestras inversiones nos den mayores alegrías, podemos fijarnos en otros productos valorando poner parte de nuestro dinero en un seguro de ahorro y el resto en inversiones con mayor riesgo y rentabilidad más alta.
La idea final siempre deberá ser llegar a ese futuro económico con la seguridad de que nuestro poder adquisitivo es ayor o está asegurado.