¿Qué impuestos tengo que pagar si quiero vender mi casa heredada?

Recibir una herencia es a veces un quebradero de cabeza, ya que pese a recibir una cantidad de bienes o de dinero, parte de estos deben realizar un pago a Hacienda, lo que en ocasiones crea problemas a los herederos para hacer frente a este gasto imprevisto.

Una de las herencias más comunes son las viviendas del fallecido. Sin la liquidación de los impuestos no hay herencia y querer poner a la venta será imposible.
Al mismo tiempo hay que tener en cuenta los plazos, y volver a pagar impuestos una vez se ha realizado la venta.  De esta manera podemos diferenciar los impuestos en dos fases: anterior y posterior.

Impuestos anteriores a la venta

El primer paso para poder vender la vivienda es aceptar la herencia, y para ello es necesario pagar el impuesto de sucesiones y donaciones y el impuesto de plusvalía municipal.
Para cada uno de ellos hay una diferenciación de plazos. En el caso de sucesiones, es de 6 meses desde el momento del fallecimiento. Los herederos tendrán la opción de solicitar una prórroga de otros 6 meses para poder hacer frente a este gasto, pero debe pedirse en los primeros 5 meses. La cantidad de este impuesto va a depender del valor del patrimonio a heredar, además del parentesco de los herederos (cuanto más cercano menos se paga), coeficiente multiplicador, el porcentaje marcado por la localidad…

Junto a este impuesto está el de plusvalía municipal, que se tendrá que pagar también en seis meses. Sin embargo, si la plusvalía se paga por donación o venta, el plazo es de 30 días. La cantidad se calcula teniendo en cuenta el valor catastral del terreno, el número de años desde que se adquirió la vivienda y el coeficiente de incremento y gravamen impuesto por cada ayuntamiento.

Impuestos posteriores a la venta

Una vez que se ha superado esta primera fase de impuestos, los herederos deberán inscribir la vivienda en el Registro de la Propiedad para constar como los nuevos titulares. La vivienda se pondrá entonces en venta y cuando tenga al comprador indicado es el momento de volver a pagar dos impuestos: el IRPF y la plusvalía municipal.

El primero se debe pagar por la ganancia patrimonial obtenida de la venta. Este impuesto se calcula tomando de referencia el valor declarado en el impuesto de sucesiones. La diferencia entre este y el valor de venta será la ganancia patrimonial obtenida. A este número hay que aplicarle un porcentaje del tributo que varía entre el 19% y el 23%.

En cuanto a la plusvalía municipal, es igual que el anterior, pero si vende el piso dentro del mismo año fiscal en el que lo ha heredado, no hay que pagar nuevamente este impuesto. Sin embargo, una vez pasado el año tendrá que volver a pagar. Eso sí, solo se hará frente a la plusvalía producida desde que hereda la casa hasta que la venda.