En el pódium de las personas más ricas de España la medalla de oro se la lleva Amancio Ortega, con una fortuna de casi 94.000 millones de euros. La medalla de plata es para Rafael del Pino, con una fortuna que se acerca a los 12.300 millones de euros. El bronce es para Juan Roig, con un patrimonio de 11.835 millones de euros.
Los tres tienen en común ser hombres y empresarios (respectivamente, son accionista mayoritario de Inditex, y presidentes de Ferrovial y Mercadona). Pero, por encima de esto, tienen otro aspecto en común: son sénior. Amancio Ortega ha cumplido recientemente 88 años; Rafael del Pino, tiene 87 años; y Juan Roig, el más joven de los tres, tiene una edad de 74.
Desde luego, el patrimonio de este selecto club no es representativo de la riqueza en España, salvo en este punto: Los ricos en España tienen más de 75 años y, en general, la riqueza tiene cada vez más edad.
El reparto del patrimonio en España ha cambiado en apenas una década y la edad es un factor clave a la hora de analizar las diferencias de renta y patrimonio entre los hogares españoles. Los sénior tienen hoy más ahorro y patrimonio. Es más, en la última década, la riqueza se ha concentrado entre los mayores de 75 años. Es una de las principales conclusiones de la 'Encuesta Financiera de las Familias' que el Banco de España acaba de publicar.
La riqueza en los hogares de mayor edad se dispara
Entre 2020 y 2022 la riqueza neta mediana de las familias en los hogares de mayor edad se ha disparado un 19%. Este crecimiento es especialmente reseñable si tenemos en cuenta que, en total, la esa riqueza de las familias ha crecido una media del 3,7%, hasta los 142.700 euros.
Mientras que en los hogares cuyo cabeza de familia es mayor de 75 años esa riqueza sube casi un 20% hasta 221.440 euros, se observan caídas para los hogares con menos renta, los más jóvenes y aquellos cuyo cabeza de familia era empleado por cuenta propia y aquellos sin estudios universitarios.
Por otro lado, el 1% de los hogares con mayor renta en España atesoraban el 19,4% de la riqueza total neta de la economía en 2022, lo que supone un descenso respecto al último dato disponible (2020), cuando ese porcentaje alcanzaba en 22,9%. Del mismo modo, el 10% más rico acumulaba en 2022 el 52,7% de la riqueza neta total, lo que supone una reducción respecto al pico alcanzado en 2020 del 54,3%.
Desigualdad y concentración de la riqueza
En 2022 la riqueza neta media de las familias de más de 75 años se situó en 454.650 euros, y en las familias de entre 65 y 74 años 442.260 euros. Ahora bien, de acuerdo a los datos del Banco de España, su riqueza mediana era de 221.440 euros y 225.800 euros, respectivamente. Esto demuestra que hay grandes desigualdades, es decir, que muy pocos hogares, con mucha riqueza, elevan la media, aunque la mayor parte de los hogares se encuentran por debajo de esa media.
Pues bien, esos pocos hogares ricos tienen algo en común: el cabeza de familia es mayor de 65 años y, especialmente, mayor de 75. El reparto de la riqueza es muy desigual dentro de los grupos de edad. En ningún otro grupo de edad la diferencia entre la riqueza media y la mediana es tan abultada, un signo claro de que, en este rango de edad, hay una enorme concentración de ricos. Y eso que, en líneas generales la acumulación de riqueza en pocas manos ha caído en 2022 respecto a 2020.
Caída de la renta por las pensiones
La renta media alcanza su máximo para el grupo de hogares de entre 55 y 64 años, y luego disminuye para los grupos de mayor edad. De hecho, pese a que los mayores de 75 años representan el grupo de edad con mayor riqueza, son el grupo de edad con menor renta total, definida como la suma de todas las rentas recibidas por todos los miembros del hogar. Hablamos de rentas laborales, rentas de capital y rentas por ayudas o prestaciones. En su caso son, fundamentalmente, las pensiones, que no garantizan el mismo poder adquisitivo que el salario de cuando se encontraban en activo. En 2022, según la Encuesta del Banco de España, la renta total de los hogares con el cabeza de familia mayor de 75 años era de 30.960 euros (en 2020 era de 31.110 euros).
Los mayores tienen vivienda en propiedad
La vivienda sigue siendo el lugar favorito de los españoles para invertir su ahorro… aunque cada vez menos. Entre 2020 y 2022 se ha ido reduciendo el porcentaje de propietarios de su vivienda principal, desde el 73,9% de media, hasta el 71,1%. Una caída que es especialmente acusada entre los más jóvenes y también entre quienes están en la parte baja de la distribución de la renta y de la riqueza neta.
Ahora bien, más de un 80% de los mayores de 65 años tienen su vivienda en propiedad, porcentaje que roza el 85% en el caso de los mayores de 75 años. Datos apabullantes.
En general, un 98,9% de las familias poseía algún tipo de activo, real o financiero, con un valor a finales de 2022 de 181.300 euros. Respecto a 2020, el porcentaje de familias que poseía algún activo ascendió muy ligeramente, 0,7 puntos, mientras que el valor mediano de sus activos se redujo en un 0,4%.
La riqueza sigue estando concentrada en activos reales, representando estos un 78,9% del total de activos. La vivienda es el activo más importante de las familias, ya que representaba a finales de 2022 el 52,9% del valor de los activos reales para el conjunto de hogares y un 41,7% del valor de los activos totales.
A continuación, los dos activos de mayor peso son los constituidos por otras propiedades inmobiliarias, que representaban el 35,7% de los activos reales y el 28,2% de los activos totales.
Sin deudas
Los sénior, además, son los españoles más libres de cargas financieras, es decir, no tienen deudas. En general poseen vivienda y la tienen ya pagada, y son también quienes menos crédito al consumo poseen. La deuda total de los hogares cuyo cabeza de familia tiene entre 65 y 74 años tiene apenas asciende al 9,92%. Porcentaje que baja al 6,36% en el caso de los hogares con mayores de 75 años.
Hablamos del conjunto de deudas que puede tener una familia, desde la hipoteca para la compra de la vivienda habitual o segundas residencias; así como de crédito al consumo o deudas contraídas con tarjetas de crédito y de deudas con familiares o amigos.
Según la Encuesta, se observan caídas generalizadas en la carga de deuda y también en el porcentaje de familias que destinan más del 40% de su renta bruta al pago de deudas. En concreto, el hogar endeudado mediano dedica un 13,7% de su renta bruta al pago de sus deudas. Esta cifra es mayor para los niveles bajos de ingresos (21,3%).
Destaca, no obstante, el aumento del peso relativo del crédito personal desde 2014, especialmente entre los hogares con menor riqueza, aunque más recientemente también se aprecia en los umbrales más altos.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.