Ni los millennial se salvan del edadismo laboral: empresas tecnológicas ya les consideran 'viejos'
El 70% de los sénior urge a empresas y Administración a actuar contra el edadismo laboral
La Comisión de Juventud e Infancia del Senado ha aprobado esta semana una moción del Grupo Socialista dirigida a adoptar “medidas concretas y efectivas” para combatir el edadismo en el mercado laboral, especialmente en los jóvenes y con especial incidencia en las mujeres. La moción socialista, a la que se sumó dos enmiendas de adición del PP, fue aprobada por unanimidad.
La portavoz del PSOE de Juventud, Paula Somalo, ha explicado que “el edadismo en el mercado laboral es un problema que mina el futuro de nuestra sociedad y que se obvia”. “No es una cuestión ideológica, sino un problema estructural: es una realidad cruel que golpea a los jóvenes y a los mayores”, ha añadido.
La senadora alavesa ha señalado que “el edadismo no solo es una mala práctica empresarial, sino también una discriminación asentada. Muchos jóvenes talentosos ven cómo se cierran muchas puertas debido a su edad y otros tantos profesionales con experiencia son descartados por sus años y condenados a la precariedad”.
Paula Somalo ha aclarado que “todo esto es ineficiente y destructivo para nuestra economía. La brecha generacional en el mercado laboral persiste y se agrava, especialmente, en las mujeres. La precariedad, la discriminación y la diferencia salarial en las mujeres jóvenes es aún peor. Por eso, la lucha por la igualdad laboral continua”.
Por todo ello, Somalo ha recalcado que “con esta moción proponemos una investigación exhaustiva con perspectiva de género, analizar las causas y consecuencias del edadismo en el mercado laboral y poner el foco en las mujeres”.
En este punto, ha insistido en la necesidad de implementar “medidas concretas y efectivas”, políticas para la igualdad de oportunidades para todos, “sin contar la edad”. “No podemos permitir que el talento joven se desperdicie ni que la experiencia se desaproveche. Es una cuestión de justicia social, sentido común y competitividad económica. El edadismo es un enemigo silencioso pero muy visible que frena el progreso de nuestra sociedad. No es un debate sobre ideología sino sobre el futuro de nuestros jóvenes”, ha concluido.