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Desde hace más de dos décadas, Telefónica (@Telefonica) es un grupo comprometido con la sostenibilidad haciendo girar todas sus acciones sobre los principios del Pacto Global y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Por ello trabaja para que el impacto sobre el entorno sea mínimo y apuesta por desvincular su crecimiento de la huella ambiental teniendo en cuenta que la digitalización se alza como una herramienta clave para afrontar los retos ambientales. La sostenibilidad es un elemento transversal a todo el Grupo.
Telefónica, a punto de celebrar su centenario, continúa implicándose para contribuir a que la recuperación económica y social sea más justa, verde, inclusiva y próspera para todos, porque el potencial de crecimiento de la compañía a largo plazo irá alineado a su participación para ayudar al progreso de la comunidad de la que forma parte, construyendo un futuro más verde con digitalización.
La multinacional, que dispone de una Oficina Global de cambio climático desde hace más de 10 años, cuenta con una estrategia medioambiental global y actúa en consonancia con su estrategia empresarial en todos los niveles de la organización. El medioambiente es un tema central en toda la empresa, que implica tanto a las áreas de operaciones y de gestión como a las de negocio e innovación. Así es reconocida, y por octavo año consecutivo, como compañía líder global por su acción contra el cambio climático, al formar parte de la “Lista A” elaborada por CDP, organización sin ánimo de lucro especializada en divulgación y calificación ambiental de las empresas, en el que se valoran sus acciones para reducir sus emisiones de CO2, mitigar los riesgos climáticos y desarrollar una economía baja en carbono.
En 2020, Telefónica se marcó nuevos y ambiciosos objetivos que van más allá del Acuerdo de París: Cero neto en 2025 en sus mercados clave y en 2040 en toda su huella, incluida la cadena de valor. Para lograrlo, continuará reduciendo las emisiones directas e indirectas con el escenario 1,5ºC, un 70% a escala global en 2025 y como objetivo intermedio comenzará ese mismo año a neutralizar las emisiones restantes en sus principales mercados.
Para ello, considera que debe afrontarlo desde una doble perspectiva: no solo reducir su impacto, sino aportar soluciones a los principales retos medioambientales a través de la digitalización.
“En Telefónica somos conscientes de la urgencia del momento en relación con el cambio climático. Es mucho lo conseguido hasta el momento, una reducción de las emisiones del 40% en cinco años, incluida la cadena de valor, no se logra de modo fácil, por ello debemos seguir para alcanzar las cero emisiones netas en nuestros principales mercados en 2025 y en toda nuestra cadena de valor en 2040, y por ello somos más conscientes que nunca de nuestro papel como motor de cambio en la economía y en la sociedad: solo apoyando e involucrando a nuestros proveedores y clientes lograremos un verdadero cambio, una transformación real y duradera, que mejore el mundo. De ahí la importancia de la corresponsabilidad, de recorrer este camino todos juntos, y de apoyarnos, más que nunca, en la digitalización para avanzar", señala Maya Ormazabal, directora de Medioambiente y Derechos Humanos de Telefónica.
El impacto de la telco sobre el medioambiente proviene principalmente de las redes de comunicación: fibra óptica, 4 y 5G, cables submarinos, etc. que conectan a las personas y a las empresas. De hecho, por ejemplo, las emisiones en España se han reducido más del 87%, del 2015 al 2020, y la cobertura 4G ya llega a más del 98% de la población y se ha progresado en el despliegue de fibra no sólo en áreas urbanas, sino especialmente en poblaciones rurales, hasta superar los 26,5 millones de hogares con cobertura de fibra, mejorando de esta forma las capacidades y oportunidades de desarrollo de muchas regiones de España.
En el diseño, la explotación, el mantenimiento y el desmantelamiento de la red, trabajan a diario para asegurarse que están minimizando los impactos, por ejemplo:
- El Sistema de Gestión Ambiental (SGA) ISO 14001 es el modelo elegido para garantizar la protección del medioambiente. En 2020, el 100% de sus negocios operativos están certificados bajo los requisitos de la norma. Disponer de un SGA certificado les permite asegurar que controlan y cumplen con éxito la legislación medioambiental aplicable a cada operación y es el modelo preventivo de cumplimiento asociado al proceso global de cumplimiento de la Compañía.
- Promueve la eficiencia energética a través del cierre de las redes antiguas que consumen más energía y se reciclan todos los materiales derivados de su desmantelamiento. Hasta estos momentos, se han cerrado más de 1.000 centrales en España y está previsto tener el 100% de los clientes en fibra en 2025. Los equipos de las centrales que se cierran se reutilizan o se reciclan y así, en 2020, de las aproximadamente 47.000 toneladas de residuos: el 98% se recicló o reutilizó. Señalar que las nuevas redes consumen mucha menos energía. Por ejemplo, la fibra óptica consume un 85% menos de energía que el cobre y el 5G un 90% menos que el 4G en términos de consumo de energía por unidad de tráfico (MWh/Pb).
Por ello, Telefónica ha estabilizado el consumo energético (electricidad + combustibles), reduciéndolo en un 2,4% a pesar de que el tráfico gestionado por nuestras redes ha aumentado más de 5 veces.
- Utiliza energías renovables, así el 100% del consumo eléctrico de Telefónica proviene ya de fuentes renovables en Europa, Brasil y Perú y se está promoviendo la autogeneración de energía limpia en sus instalaciones mediante la implantación de estaciones híbridas con energía fotovoltaica para reducir las emisiones de CO2 como parte de su estrategia para ser parte de la solución al cambio climático.
- Comparte instalaciones con otras compañías o empresas que gestionan las torres de comunicación, de tal forma que hay menor impacto visual y un menor consumo de energía, además de reducir los residuos.
- Tiene especial cuidado y respeto con la biodiversidad a través de medidas de prevención durante la construcción, ubicando las estaciones base fuera de las zonas protegidas siempre que es posible y con medidas correctoras cuando es necesario.
Esta serie de acciones y estrategia ha permitido poner en marcha más de 1.200 iniciativas de eficiencia energética en los últimos 10 años, ahorrando casi 7TWh, +2 millones de tCO2eq y 1.000 millones de euros.
Telefónica asume su responsabilidad de minimizar cualquier impacto negativo, así como facilitar soluciones a los retos medioambientales a través de la digitalización. Algunos de sus productos y servicios ya ofrecen soluciones para el cambio climático, los residuos, el agua, la contaminación del aire y la biodiversidad.
La compañía ofrece a sus clientes el sello Eco Smart que permite a las empresas, de cualquier tamaño y sector, elegir servicios de ‘cloud’, internet de las cosas, ‘big data’ e inteligencia artificial que reducen su consumo de energía y agua, disminuyendo entre un 15 y un 35% sus emisiones de CO2 globales y potenciando la economía circular. Con este tipo de servicios, las empresas que hacen uso de ello han evitado 9,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
Telefónica también promueve el sistema de etiquetado para móviles, Eco Rating, que ofrece a los consumidores de todo el mundo una información coherente y transparente sobre el impacto medioambiental de los nuevos smartphones y facilite su incorporación en las decisiones de compra.
Por último, Telefónica, en su 12º Workshop Energía y Cambio Climático, celebrado recientemente, ha señalado que tiene la intención de aumentar el peso de la financiación ESG hasta superar los 10.000 millones de euros en los próximos años. A los 3.250 millones captados con las emisiones de bonos realizadas, ha sumado la refinanciación de un crédito sindicado de 5.500 millones de euros ligado a objetivos de sostenibilidad, como se refleja también en su marco de financiación sostenible, verificado por Sustainalytics.
Telefónica fue la primera compañía del sector de las telecomunicaciones en lanzar un bono verde, en enero de 2019. Desde entonces, y tras emitir igualmente el primer bono híbrido verde en 2020 y el primer bono híbrido sostenible en 2021, la compañía mantiene el liderazgo del sector en materia de financiación sostenible gracias a que cuenta con el mayor volumen de financiación ESG en el mercado de bonos.