El edadismo laboral existe, como confirman cada vez mayor número de estadísticas oficiales y estudios, y supone una grave disfunción del mercado de trabajo español, por lo que significa de pérdida de talento, experiencia y fidelidad en las empresas. Es un secreto a voces que los trabajadores mayores de 50 años se sienten infravalorados en sus organizaciones, tienen en general un mayor riesgo de ser despedidos durante un Expediente de Regulación de Empleo, tardan más en encontrar otro trabajo (si lo consiguen), y se ven obligados en mayor medida a lanzarse a emprender, es decir, hacerse autónomos, cuando son expulsados del mercado.
El panorama de los sénior exhibe más nubes que claros. La Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2022 revela una mínima mejoría de algunos indicadores laborales de los sénior, que sin embargo se ve empañada por malas cifras en otros. Así, entre enero y marzo, se ha producido un leve descenso del paro en el grupo de personas de 55 y más años (-2.200 desempleados, el -0,38% que el trimestre anterior), lo que deja la cifra de parados sénior en 562.900. No obstante, en la comparativa anual, es decir, respecto al primer trimestre de 2021, los mayores de 55 contabilizan 10.300 parados más (el 1,87%).
La EPA refleja asimismo cómo en el grupo de 50-54 años se han destruido 27.700 puestos de trabajo en los tres primeros meses de 2022. Una mala cifra que no puede compensarse con la creación de 2.400 empleos entre los mayores de 55 años.
En este primer trimestre, "el colectivo de los trabajadores mayores prácticamente no aumenta nada la ocupación, y desciende ligeramente su tasa de paro, pero no parece que se esté comportando de manera distinta a otros sectores", comenta José Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de Fedea, doctor en Economía y catedrático. A su juicio, en esta levísima bajada de la tasa de desempleo puede haber influido el hecho de que hayan decidido jubilarse o dejado de trabajar, "pero en general no parece un colectivo que esté sufriendo más que otros, al menos con los datos de esta última EPA", resalta.
Mayor tasa de paro que los de 40 años
El análisis de los datos históricos de actividad y desempleo de los sénior arroja resultados de distinto signo, según detalla María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas (@FUNCASES). Así, la tasa de actividad "es menor a partir de los 50 años, lo que se debe, según las causas de inactividad que proporciona la EPA, en el caso de las mujeres, a que se dedican a labores del hogar, y en el caso de los hombres, a que se incrementa el número de jubilados (o prejubilados) y a que aumenta el número de afectados por incapacidad permanente".
Por lo que se refiere a la tasa de paro, "entre las personas de 50 años, es ligeramente mayor que entre las de 40, pero al mismo tiempo, resulta menor que entre los menores de 35 años", puntualiza Fernández.
Fuente: Funcas (Pincha en la imagen para ver tamaño completo)
A su vez, y en contra de la impresión que tenemos, "no se destruye más empleo entre los mayores de 50 años; al contrario, tanto en la crisis de 2008-2013 como en la de la pandemia del coronavirus, la destrucción de empleo se concentró en los menores de 50 años, mientras que en los mayores no se produjo destrucción de empleo alguna", resalta María Jesús Fernández.
Sueldos más altos les ponen en el disparadero
¿Por qué se tiende a despedir a la plantilla de mayor edad? Para Eva Blázquez Agudo (@emblazq), profesora titular de Derecho del Trabajo en la Universidad Carlos III y exviceconsejera de Empleo de la Comunidad de Madrid, "el elemento fundamental por lo que se destruye empleo sénior son los salarios, pues los trabajadores de más edad suelen percibir pluses de antigüedad, complementos personales que seguirán cobrando aunque se eliminen de los convenios colectivos, con lo cual, siempre van a ganar sueldos más elevados. Otro factor es que, en general, poseen menos competencias digitales, pero esto se puede paliar con planes de formación permanente".
Para mantener y fomentar el empleo sénior serían necesarios "incentivos en materia de cotización, para que, aunque perciban un mayor salario que los jóvenes, a la empresa le compense conservarlos en plantilla. Además, se podría introducir un nuevo contrato compatible, a partir de los 65 años, para permitir que se pueda renegociar el contrato del sénior y hacer compatible que continúe trabajando y cobre la pensión", argumenta Eva Blázquez, quien resalta asimismo la importancia de la perspectiva de género, pues "numerosas mujeres a partir de los 50 años tienen que cuidar a sus progenitores y precisan medidas conciliación en las empresas y que no se les penalice por ello".
Sujetos a prejuicios por la edad
El aprovechamiento del talento sénior en las empresas es una asignatura pendiente de España, tal como reflejan varios informes. Uno de ellos, el II Barómetro del Consumidor Sénior, realizado por el Centro de Investigación Ageingnomics, de la Fundación MAPFRE (@fmapfre), constata que los mayores de 55 años no sienten que el mercado valore su experiencia y trayectoria: únicamente un 13% afirma sentirse apreciado, mientras un 49% niega ser valorado, y un 38% no se pronuncia. Este barómetro radiografía los hábitos de consumo, laborales y de salud de los mayores de 55 años, un segmento de población formado por 15,8 millones de personas.
¿CREE QUE EL MERCADO LABORAL VALORA SU EXPERIENCIA?
Fuente: II Barómetro del Consumidor Sénior
Asimismo, el Ránking de territorios por la economía sénior, de Fundación MAPFRE, destaca que las comunidades autonónomas con mayor capacidad de generar oportunidades de empleo para los mayores es Madrid (31,8%), que encabeza la tasa de actividad, entendida como el porcentaje de activos de población mayor de 55 en relación con el total de la población en edad de trabajar, por delante de Islas Baleares (31,7%) y Murcia (30,1%). Y las comunidades con mayor porcentaje de ocupados (tasa de empleo) son Castilla y León (23%), Asturias (22,8%) y Cantabria (21,4%).
Otro informe reciente, Carrera y talento sénior 2021, elaborado por la Fundación Haz, examina la gestión del talento de los mayores de 50 años en las empresas del IBEX-35, y concluye que las compañías más importantes del país suspenden en la gestión de sus trabajadores de mayor edad. Al finalizar el primer semestre de 2021, este estudio constata que la información sobre el colectivo sénior está ausente en el reporte no financiero del IBEX-35, lo que según los autores certifica que los sénior siguen siendo una preocupación muy secundaria, pese a la mayor transparencia que se presuponía que iba a impulsar la Ley sobre información no financiera y diversidad.
Los únicos con más paro en 2021, según la EPA
En 2021, la cifra de parados disminuyó en todos los grupos de edad (medido en tasa de variación anual), salvo en la cohorte de trabajadores de 55 años y más, entre los cuales el desempleo aumentó en 23.400 personas, hasta totalizar 565.100 en paro, según constata la EPA del cuarto trimestre de 2021. Esto supone que el año pasado se cerró con un 4,32% más de parados mayores de 55 años de los que había al finalizar 2020 (ver gráfico).
Fuente: EPA cuarto trimestre 2021
A juicio de Pau Monserrat (@pmonserrat), economista y profesor asociado de la UIB y CEO de Futurfinances.com, "existe una disfunción en el mercado laboral, que castiga el empleo sénior (personas con experiencia, templanza, visión a largo plazo y mayor fidelidad al proyecto empresarial) y provoca que no encuentren trabajo. Entre las razones del problema están, por una parte, la mentalidad del empresario español, que no aprecia el valor añadido que aporta el empleo senior; también influye evidentemente la cuestión del mayor coste (se prefiere contratar personas con bajo sueldo); y afecta asimismo la cultura del empleado senior, que no está dispuesto a aceptar determinados comportamientos".
Monserrat pone como ejemplo el caso de la banca, "que está despidiendo a empleados a partir de 50 años y contratando de recambio a gente muy joven sin experiencia. Y eso es un peligro, porque las empresas que maximizan el beneficio monetario y desprecian el valor añadido pueden convertirse en gigantes de barro. En mi opinión, deberían existir beneficios fiscales y de Seguridad Social para hacer más atractivos y contratación y el mantenimiento de los mayores de 50 años en sus puestos".
Cada vez más autónomos mayores de 65
Numerosos trabajadores que se ven expulsados del mercado laboral a edades avanzadas se ven abocados al emprendimiento, incluso como una forma de seguir trabajando más allá de la edad ordinaria de jubilación.
"Emprender cuando tu vida laboral debería empezar a plantearse el cierre es una aventura que cada vez es más habitual. La edad, cuando se habla del colectivo de autónomos, no es impedimento para nada, sino todo lo contrario", asegura Lorenzo Amor,presidente de ATA (@autonomosata). En efecto, los últimos datos certifican que, de marzo de 2017 a marzo de 2022, los autónomos varones de más de 65 años se han incrementado un 64% y el de las autónomas un 44%. Hay un total de 152.416 autónomos de más de 65 años en España a fecha de 31 de marzo de 2022.
Fuente: ATA
En los últimos cinco años, los autónomos en edad de jubilarse que siguen en activo se han incrementado notablemente. "En gran parte es una evolución normal y habitual de aquellos autónomos que ya venían siéndolo y a los que les cuesta dejar sus negocios, a veces porque su actividad no tiene un revelo claro, porque le faltan algunos años de cotización, y otros porque se ven con ganas de continuar con lo que ha sido un hijo más, su negocio" detalla ATA .
EVOLUCIÓN AFILIACIÓN RETA POR SEXO Y GRUPO DE EDAD
Fuente: ATA
"Hostelería y banca expulsan a los mayores"
La crisis financiera y luego la pandemia han tenido un efecto muy dañino para los trabajadores sénior, expone el economista Miguel Ángel Bernal, profesor de Estudios Financieros y socio de Bernal & Sanz Bujanda. "Las empresas han destruido muchos puestos de trabajo entre los trabajadores de mayor edad. La estructura económica española, con un fuerte peso del sector servicios y construcción, explica en parte el problema. Se sustituyen los puestos de los padres, con un salario alto, por sus hijos y con salarios menores. Un buen ejemplo es lo que ocurre en la hostelería española".
Bernal recuerda que la banca ha bajado fuertemente su plantilla, "y los más perjudicados han sido los mayores. Prejubilaciones, EREs y otras medidas se han utilizado para expulsar a estos trabajadores, aquellos que atesoran un mayor conocimiento y experiencia. En España se desprecia el talento y la capacitación que dan los años. Se les dice que tienen que emprender, pero esto no es fácil. Además, para las personas de mayor edad, cambiar de sector es muy difícil".
Problema añadido en las pensiones
El propio ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha reconocido el problema de mentalidad en las empresas, que penaliza a los trabajadores de mayor edad. El pasado mes de octubre de 2021, admitía que las tasas de ocupación de los menores de 55 años en España están bien, pero a partir de ahí, "estamos entre las más bajas de Europa". Insistió en la necesidad de un "cambio cultural", que nos permita seguir las tendencias internacionales de trabajar más años de los actuales o al menos de no expulsar a los sénior del mercado laboral a edades tan tempranas como los 55 años.
🎙️ España tiene un nivel de empleo entre 25 y 54 años ligeramente por encima de la media europea pero menor a partir de los 55 años. En el proyecto de ley de pensiones que presentamos ayer en el @Congreso_Es incluimos medidas para mejorar esos niveles #DíadelasPersonasdeEdadpic.twitter.com/p3fjTdUnIS
— Ministerio Inclusión Seguridad Social Migraciones (@inclusiongob) October 1, 2021
La expulsión laboral de los sénior implica un problema añadido para las pensiones, en una doble vertiente: personal, pues a menudo obliga a los despedidos y/ parados a acogerse a la jubilación anticipada, con las consiguientes penalizaciones de pensión de por vida; y para el sistema de la Seguridad Social, que pierde ingresos por cotizaciones y debe comenzar a pagar pensiones de forma muy temprana.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).