Varapalo a los sénior: pierden contratos por segundo mes y sufren el peor resultado desde agosto

España crea 193.585 empleos en el segundo mejor marzo de la historia

Mientras, en marzo de 2024, España ha creado 193.585 empleos (segundo mejor marzo de la historia) y el paro ha descendido hasta 2,72 millones de personas (menor cifra en este mes desde 2008), el empleo de trabajadores sénior vuelve a sufrir un varapalo, puesto que pierden contratos por segundo mes consecutivo y encajan la peor cifra desde agosto de 2023. Así lo confirman las últimas estadísticas publicadas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), dependiente del Ministerio de Trabajo, que dirige la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

La alegría de la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz, al celebrar la "grandísima noticia" de que la afiliación a la Seguridad Social, en valores desestacionalizados, supera en marzo los 21 millones de cotizantes por primera vez en la historia; y de la ministra Yolanda Díaz, con énfasis en el retroceso del paro juvenil (en mínimos históricos para marzo), queda opacada en el caso de los mayores de 45 años, cuya contratación ha empezado el año con muy mal pie y ya encajan dos meses consecutivos a la baja.

En detalle, en marzo de este año, los trabajadores sénior han logrado únicamente 318.293 contratos (de un total de 1,123 millones en el conjunto del país), lo que significa una pérdida de 12.237 empleos respecto a febrero (el -3,7%) y una disminución de 59.823 contrataciones frente a hace un año, es decir, marzo de 2023 (el varapalo anual se traduce en un descenso del 15,82%). 

Los sénior no son los únicos en ver disminuir sus contratos, pues los trabajadores de 25-44 años también pierden en marzo (-12.819 contratos, casi la misma cifra que los mayores de 45), pero aun así, logran el doble de empleo que los sénior, con un total de 560.815 contrataciones. Los datos oficiales refrendan así, un mes más, la lacra del edadismo del mercado laboral, ya que las empresas prefieren incorporar a sus plantillas a los jóvenes. De hecho, en marzo, los únicos que mejoran son los menores de 25 años (firman 244.380 contratos, el 4,7% más) (Ver gráfico inferior).

Este nuevo jarro de agua fría para el talento sénior es más preocupante, si cabe, porque se produce en un mes "histórico" (así lo celebra el Gobierno), y porque se trata de la segunda caída mensual consecutiva en la cifra de contratación. En efecto, los 318.293 empleos de marzo saben a poco, comparados con los 330.530 de febrero; sientan todavía peor si se comparan con los 343.706 contabilizados en enero; y son pecata minuta en relación con los 378.116 contratos firmados hace un año por los mayores de 45.

Hay que remontarse hasta agosto de 2023 (se firmaron 292.415 contratos) para encontrar un peor resultado mensual del empleo sénior que el actual, y ese mes de agosto fue excepcionalmente malo para los mayores de 45 años, que en los últimos dos años nunca habían bajado de los 300.000 contratos mensuales (ver gráfico inferior).

Logran 139.000 contratos fijos de 505.000 totales

Otro dato que refleja el edadismo laboral que padecen los trabajadores sénior, mayor cuanto más avanzan en edad, es la escasa cifra de contratos indefinidos que han conseguido en el tercer mes de 2024. Así, de los 504.893 empleos fijos contabilizados en marzo en el conjunto del país, los mayores de 45 años únicamente firmaron 139.518, o lo que es lo mismo, poco más de 1 de cada 4 de los que las compañías registraron en las oficinas del SEPE.

También en este caso, las empresas se decantan mayoritariamente por los más jóvenes sin duración límite de contrato: en marzo incorporaron a 183.755 empleados entre los 30 y 44 años de edad de forma indefinida, y a otras 77.643 personas en la franja entre los 30 y 34 años (ver gráfico inferior).

Currículos excluidos de los procesos de selección

La discriminación del talento sénior en los procesos de selección de las empresas está más que demostrada, al decir de todos los expertos, que sitúan el edadismo como uno de los graves males del mercado laboral. Según denunciaba recientemente Top Employers Institute, existen varios factores que explican esta especial incidencia del edadismo en nuestro país: "La edad media en la que se abandona tradicionalmente el mercado laboral, más baja que en otros lugares de Europa, en los que se trabaja más años; y el hecho de que, en parte como consecuencia, es habitual que, en los procesos de selección, queden sistemáticamente excluidos los profesionales de mayor edad".

De hecho, un experimento de campo realizado para el Gobierno vasco por la Fundación ISEAK, ha medido cómo afecta la discriminación por edad a la hora de contratar. Los resultados no dejan lugar a dudas: a partir de cierta edad, las personas son consideradas mayores, sus currículums son invisibles o en su mayoría van directos a la papelera, como muestra el que los trabajadores mayores reciben la mitad de invitaciones a una entrevista laboral que candidatos de menor edad con perfiles similares.

El estudio "visibiliza con claridad que se prefieren personas más jóvenes a personas de mayor edad, a igual productividad. Pero lo que no sabemos es si esa discriminación es debido a que se tienen unas creencias sobre el colectivo de mayores (piden mayor salario o mejores condiciones laborales en general, por ejemplo), lo que llamaríamos discriminación estadística, o porque simplemente las empresas no quieren tener personas de mayor edad en las empresas, lo que llamaríamos discriminación por preferencias o gusto".

Así las cosas, no es de extrañar las abultadas cifras de paro de larga duración que soportan los trabajadores mayores, y en especial, las mujeres sénior. De acuerdo con el Análisis del mercado laboral de febrero, realizado por el sindicato USO, el 18,9% de los parados son mujeres de más de 55 años, es decir, casi 19 de casi 100 parados, o lo que es lo mismo, uno de cada cinco personas en paro son mujeres que superan los 55 años. El informe concluye también que las personas de más de 59 son las más golpeadas por el paro, de hecho, suponen el 16% del total. Otro revelador resultado es que una de cada dos mujeres paradas lleva más de un año en paro, y el 18,3% lleva más de dos años, mientras que un 10% de desempleados son hombres que acumulan dos años en paro.