Desde que en enero de 1999 el euríbor comenzó a utilizarse como el índice de referencia de las hipotecas variables en Europa, este indicador ha ido fluctuando, registrando grandes subidas y bajadas en función de la evolución económica y social vivida en Europa y el resto del mundo. Los ‘picos’ del año 2000, 2008, 2011 y 2023 contrastan con los ‘valles’ de 2012 o 2021. Y es que el euríbor, en sus 24 años de vida, ha llegado a alcanzar valores mensuales medios por encima del 5%, pero también ha registrado otros muy bajos, incluso negativos.
Puede parecer coincidencia, pero si analizamos las subidas de este indicador vemos que, normalmente, los datos más elevados los registra durante los meses de verano, entre julio y agosto. Y también coincide con que los datos más bajos se han anotado, sobre todo en los últimos años, en invierno, entre diciembre y febrero.
“Como norma general, en los meses de verano se suelen enfriar las noticias económicas, tanto positivas como negativas, lo que suele hacer que el indicador se tome un respiro. Los mercados y el Banco Central Europeo (BCE) también se 'van de vacaciones' por lo que la sensibilidad del indicador durante la época estival baja considerablemente”, explica el director de Hipotecas del comparador y asesor hipotecario iAhorro, Simone Colombelli. Respecto a sus datos mínimos, el portavoz del comparador cree que “el final y principio de año es la época de más consumo en general y, por tanto, todos los actores financieros intentan estar alineados para facilitar ese consumo”.
La influencia de la situación socioeconómica
El euríbor es un índice de referencia susceptible a lo que pasa en la sociedad, el entorno macroeconómico afecta mucho a este indicador. Si nos fijamos en su evolución histórica, las cifras más elevadas las registró el euríbor en el mes de agosto del año 2000, cuando se situó en el 5,248%, el segundo dato más alto de su historia. El primero lo anotó justo ocho años después, en julio de 2008, cuando se situó en un 5,393%, un dato que hasta ahora no se ha vuelto a superar.
Ambas cifras, eso sí, estuvieron marcados por dos profundas crisis económicas: la primera por el estallido de la burbuja las puntocom, cuando las grandes empresas tecnológicas que comenzaron a crecer de forma descontrolada por la llegada de internet quebraron, lo que supuso catástrofe financiera en todo el mundo; y la segunda llegó tras el también estallido de la burbuja inmobiliaria primero en Estados Unidos y después en el resto el mundo, ocasionada por la asunción de riesgos excesivos por parte de las entidades financieras a la hora de conceder las hipotecas y que derivó en la mayor crisis financiera global desde la Gran Depresión.
Derivada de esa crisis financiera global de 2008, unos años después, entre 2011 y 2012, en España se vivió la crisis económica española que hizo que el euríbor, tras la bajada experimentada durante los años anteriores, volviera a repuntar, aunque de forma mucho más leve. También en verano, concretamente en el mes de julio de ese año, el índice de referencia de las hipotecas variables se situó en un 2,183%, aunque a partir de ahí comenzó a bajar hasta anotar sus mínimos históricos.
En febrero de 2016, el euríbor registró el primer dato negativo de su historia y en enero de 2021, pese a que apenas un año antes el mundo estuviera en jaque por la pandemia del coronavirus, anotó su mínimo histórico (-0,505%), lo que ha marcado un antes y un después en el mercado hipotecario. “El año 2021 fue el mejor de toda la historia para pedir una hipoteca. Nunca antes los bancos habían concedido hipotecas con un tipo de interés por debajo del 1%; estaban casi regaladas y eso se notó en las contrataciones, que se dispararon”, declara Colombelli.
Sin embargo, este hecho no duró demasiado tiempo. En febrero de 2022 comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que hizo que la inflación se disparara en todo el mundo y, por tanto, los tipos de interés y los valores del euríbor volvieran a subir. Desde entonces, cuando cerró el mes en un -0,335% este indicador se ha disparado casi 4,5 puntos porcentuales, hasta el 4,149% registrado en julio de 2023, un dato que, por ahora, marca otro ‘pico’ en la evolución histórica del euríbor.
Septiembre, buen mes de ofertas
Septiembre es el mes del comienzo de curso, de la vuelta a la rutina tras las vacaciones de verano y suele ser también un mes bueno para la contratación de nuevas hipotecas. El director de Hipotecas de iAhorro explica que esto ocurre porque “durante los meses de julio y agosto las entidades financieras no suelen mover las condiciones de sus productos porque tampoco quieren una avalancha de solicitudes en esta época al tener pocos trabajadores en activo por las vacaciones”. Esto, sumado a que “en verano el euríbor suele quedarse más o menos estancado”, septiembre suele ser un mes de cambios. Y en la mayoría de los casos para bien.
En 14 de los 24 años de vida del euríbor, septiembre ha sido un mes de bajadas en este indicador. La mayor caída del octavo al noveno mes del año la experimentó el índice de referencia en el año 2001, cuando pasó de registrar un valor del 4,108% en agosto al 3,770% de septiembre (-0,34 puntos porcentuales). En ese momento nos encontrábamos en plena recuperación de la crisis de las puntocom.
¿Qué pasará este año? “En 2023 hemos cerrado el mes de julio en un 4,149% y parece que esa bajada habitual en septiembre se adelantará un poco a este mes de agosto. A falta de escasos días para conocer el dato definitivo del mes, el euríbor se encuentra en un 4,075%, una cifra que ya es 0,074 puntos porcentuales más baja que la del mes anterior”, analiza Simone Colombelli. “Lo que pase el próximo mes de septiembre dependerá en buena medida de la decisión que tome el Banco Central Europeo en la reunión prevista para el día 14: si sube de nuevo los tipos de interés, al euríbor no le quedará más remedio que subir; pero si los congela seguramente este indicador siga experimentando alguna bajada, aunque de momento muy leve”, añade, cauto, Colombelli.
¿Cuándo es la mejor época para firmar una hipoteca?
“Septiembre marca el inicio de una buena época. No siempre es el mejor mes, pero tampoco es el peor. Normalmente, a partir de este mes, los bancos comienzan a hacer balance de cómo ha ido el año y meten un último empujón en el último trimestre para intentare 'salvar' los objetivos planteados”, dice Colombelli. Por este motivo, y como el euríbor es muy sensible a la situación económica de Europa, si se cierra o se inicia el año con buenas sensaciones, este indicador también lo reflejará en sus datos.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.