Pilar Abellán Martínez
Estilo 65
10 trucos para llevar tacones sin dolor
Las mejores recomendaciones para aguantar todo el día con este calzado
Los zapatos de tacón son un calzado que a pesar de que favorece y estiliza mucho, pueden llegar a ser muy dolorosos si tienes que llevarlos durante un día entero en la oficina, o en eventos como bodas, bautizos o comuniones. Estos son los mejores trucos para aguantar todo el día con los tacones, y sin molestia.
Las tallas
En numerosas ocasiones, tal y como ha revelado el Colegio de Podólogos, muchas veces llevamos una talla diferente de zapatos al no encontrar exactamente la nuestra.
En el caso de los tacones, llevarlos más grandes hace que el pie se deslice hacia adelante, añadiendo presión en la almohadilla de la planta, y provocando sensación de ardor.
Por el contrario, si se llevan más pequeños el dolor y la incomodidad están asegurados.
Por eso, es muy importante llevar tu talla correspondiente y asegurarse de que se adaptan bien a la forma de tus pies.
Utiliza zapatos de piel
Los tacones confeccionados en piel son la mejor opción si deseas ir con comodidad y sin dolor. A pesar de ser un material duro, también es flexible y por eso se adapta a la forma de tus pies con los usos.
Además, a la hora de limpiarlos hay muchos productos que ayudan a darles una forma menos rígida y más cómoda.
No es recomendable utilizar zapatos de lona o de goma, ya que son muy propensos a crear rozaduras y heridas en los talones. En caso de que no te quede más opción, siempre con medias o calcetines.
Empieza por los tacones anchos
Si no sueles llevar este tipo de zapatos y estás empezando a utilizarlos, o simplemente los necesitas para un evento puntual, se aconseja que escojas un tacón grueso.
Los tacones muy finos, de aguja, son muy difíciles de soportar y más aún en periodos largos de tiempo.
Sin embargo, los tacones con plataforma son los que menos duelen. Esto se debe a que alivian parte de la presión corporal sobre el talón, distribuyendo el peso por toda la planta.
Por eso, si quieres llevar tacones muy altos, es imprescindible que tengan una plataforma acorde a su altura.
Evita la humedad en los pies y descansa
Los pies húmedos o mojados provocan la formación de ampollas debido al exceso de fricción por deslizamiento. Para evitar esta situación, puedes apostar por zapatos de tejido impermeable y transpirable.
También, un truco muy efectivo es utilizar polvos de talco, que eliminan la humedad en cuestión de segundos.
Por otro lado, ccualquier tipo de calzado de tacón se recomienda tomar descansos, incluso si se trata de periodos breves. Es importante hacerlo antes de que el dolor sea insoportable.
Debes sentarte con las piernas cruzadas o estiradas, y no te los quites. Si lo haces, tus pies comienzan a hincharse y, al volverlos a poner cuando te levantes, serán mucho más incómodos que antes.
Caminar con postura erguida
La forma en la que caminas con los tacones influye directamente en el dolor (o no) que vas a sufrir posteriormente y durante su uso. Los podólogos recomiendan caminar recto para, así, minimizar el impacto en las articulaciones.
Es vital que utilices los músculos del core para dar cada paso, y aterrizar con la parte exterior del talón.
Cortar parte del tacón puede ser muy efectivo para acabar con el dolor y la molestia que causan los tacones, ya que se reduce el ángulo entre el tacón y la punta.
Los pies no se deslizan hacia delante y no aplastas los dedos contra la parte delantera. Puedes recurrir a un zapatero para que lo haga, o directamente optar por unos tacones más bajos.
El truco de las tiritas y las plantillas
Este truco infalible consiste en que con una simple tirita, un trozo de celo o con un esparadrapo puedes unir el tercer dedo con el cuarto. Así, la presión quedará aliviada en la zona acolchada que hay justo antes de los dedos.
Justo en esa parte, hay un nervio que se divide entre estas dos falanges y, que al mantenerlos unidos, alivia la presión y el dolor.
En esta misma línea, hay plantillas de gel específicas para zonas metacarpianas, talones o dedos, que reducen las molestias.
También hay geles y sticks que se aplican antes del uso de los zapatos y que evitan la fricción del pie.
Las almohadillas
Además de las tiritas y las plantillas, puedes encontrar en la farmacia pequeñas almohadillas que colocan debajo de los dedos o en el talón, dependiendo de qué zona te duela más, y así puedes evitar rozaduras y heridas.