Las abuelas siempre han sido las reinas de los remedios caseros y de los trucos infalibles. En el terreno de la belleza, a pesar de los avances de la cosmética y la aparición de los productos novedosos que cuidan la piel, seguro que recuerdas algunos de sus secretos que repetían como un mantra y que han pasado de generación en generación. Usaban artículos esenciales como cremas, pero también inventaban sus propios hábitos naturales con los que conseguían mantener su belleza sencilla y delicada. Muchos de estos trucos han sido avalados por los expertos con el paso del tiempo. Estos ejemplos demuestran que las abuelas eran unas visionarias.
Lavarse la cara con agua fría y jabón
Las abuelas no empleaban una rutina facial cada mañana usando cepillos o productos especiales. Su hábito era lavarse la cara con agua fría para despejar el rostro en un abrir y cerrar de ojos y activar la circulación. Además, con esta técnica la piel se ve más joven e iluminada. Actualmente se recomienda emplear agua templada y, después, el agua fría. Quien haya seguido este consejo de la abuela, sabe que no puede comenzar el día sin hacer este paso tan efectivo.
Exfoliar la piel
En aquella época no existían los exfoliantes. Pero las abuelas saneaban la piel con un guante de crin, un cepillo de baño o una muselina de algodón pasándolo por la piel en seco. En la actualidad, es uno de los hábitos más repetidos por los gurús de la belleza para mantenerla sana y, concretamente, hacerla en seco, se ha convertido en una técnica llamada ‘dry brushing’ aclamada por grandes celebrities como Gwyneth Paltrow, Miranda Kerr o Julianne Moore, entre muchas más. Es una técnica que produce un efecto similar a los exfoliantes y ayuda a eliminar células muertas y toxinas, limpia los poros obstruidos, activa el sistema linfático, estimula el flujo sanguíneo, además de aportar luminosidad a la piel. Actualmente, está de moda todo lo natural, por lo que los secretos de las abuelas vuelven a ser tendencia años después.
Jabón en pastilla
Las abuelas lo tenían claro: la pastilla de jabón lava mejor que cualquier gel. Puede que sea el truco de belleza más sostenible y, hoy en día, con el auge por evitar los envases de plástico, el jabón en pastilla tiene cada vez más éxito. La belleza que más cuida el medio ambiente es la más tradicional. Ante la pregunta de si las abuelas tenían razón en cuanto al uso del jabón en la ducha en lugar del gel, así responde el doctor Pedro Rodríguez, dermatólogo de Clínica Dermatológica Internacional, para la revista 'Vogue': “En parte tenían razón ya que vemos en ocasiones irritaciones y eccemas por exceso de lavado en algunas zonas donde la capa de sebo natural es más fina o menos como puede ser la cara lateral de los brazos o la región de la tibia”. Las abuelas volvían a adelantarse a los tiempos.
Cepillarse el pelo todas las noches
Las mascarillas o sérum para conseguir mantener el cabello hidratado y sano no se concebían, pero las abuelas tenían una técnica muy sencilla que ayuda a conseguir el mismo efecto. La importancia de cepillarse el pelo no suele despertar mucha atención, pero es una práctica que ellas insistían en hacerla, concretamente, por la noche. Alguna vez habrás oído que acelera el crecimiento del pelo, pues no es un mito. Se ha demostrado que un buen cepillado de pelo es fundamental para conservar su buena salud y emplear una técnica adecuada ayuda a no dañarlo, evitando así la rotura y, por lo tanto, permite que crezca fuerte y sano. Además, antiguamente, no se lavaban el pelo cada día, –otro beneficio capilar muy aconsejable– por lo que perinarse con un cepillo desinfectado ayudaba a retirar el polvo y cualquier sustancia.
Cerveza o vinagre para dar brillo al pelo
Continuamos resaltando que no contaban con los productos actuales para cuidar el cabello, por lo aquí está otro de sus trucos caseros: aclararse el pelo con cerveza o vinagre. Popularmente se sabe que el vinagre sirve para acabar con los piojos, pero también es un producto estrella para dar brillo al pelo. Lo mismo ocurre con la cerveza que, además de aportar luminosidad, actúa como suavizante gracias al valor nutritivo del lúpulo y la cebada. Muchas celebrities como Claudia Schiffer o Catherine Zeta-Jones aseguran que emplean esta rutina de belleza para cuidar sus espectaculares melenas.
Pintalabios como colorete
El tocador de las abuelas era mucho más austero que los que tenemos ahora. Contaban con algunos productos básicos y con ellos se apañaban para maquillarse de manera natural y sencilla. El ingenio era su gran aliado y usaban el carmín rojo para dar color a las mejillas. Actualmente, los maquilladores dan la razón a este truco clásico, que imita al colorete en crema.
Perfume eterno
Las abuelas conseguían que se las identificara por el olor gracias al aroma infinito de su perfume pero, ¿cómo lo conseguían? Lo aplicaban en los puntos claves, llamadas ‘zonas calientes’ para que el olor durase horas y horas: detrás de las orejas y en la parte interna de codos y muñecas.