Cómo cuidar la piel a medida que se cumplen años

Cuidar la piel en todas las etapas de la vida es fundamental para mantener su salud y apariencia. Desde la infancia hasta la vejez, la piel cumple funciones vitales y, por ello, sus necesidades van cambiando: en la juventud, la protección solar y la hidratación son clave para prevenir daños futuros; en la vejez, requiere cuidados especiales para evitar la sequedad y las irritaciones.

Así y todo, con el paso de los años la piel adquiere una serie de necesidades que van más allá de la protección durante la juventud y adultez. En el siguiente artículo te explicaremos cuáles son esas necesidades y los consejos para cuidarla de manera adecuada.

La edad influye en la salud y bienestar de la piel

Una de las primeras cuestiones a tener en cuenta es que la edad influye en la salud y bienestar de la piel. ¿De qué manera? La doctora Andrea Huerta-Vena, de la Clínica Dermatológica Internacional (CDI), asegura que "con el paso de los años, nuestra cara va sufriendo cambios a nivel tanto superficial como profundo". Esto supone que se den cambios óseos, que adelgacen los huesos maxilares o que se pierda la grasa de los compartimentos profundos, razón por la cual se genera una sensación de 'descolgamiento' facial.

Igualmente, la doctora añade que, con la edad, "la piel va adquiriendo manchas, alteraciones del tono, y va perdiendo la capacidad de formar colágeno, formándose arrugas y dando sensación de flacidez. Estos cambios son mucho más evidentes tras la menopausia, en el caso de las mujeres".

Por todo ello, a medida que envejecemos la piel adquiere nuevas necesidades, especialmente en lo referente a la capacidad de retener agua, "con lo cual se vuelve más seca y áspera", en palabras de Huerta-Vena. Las cremas hidratantes se convierten, en estos casos, en grandes aliadas.

De la misma manera, si bien con la edad mejoran algunas patologías cutáneas —como la dermatitis atópica—, también aparecen otras nuevas: dos de ellas son el cáncer cutáneo y las lesiones premalignas. "A medida que cumplimos años, además de acumular radiación UV, nuestra piel tiene menos mecanismos de protección frente al cáncer. Por ello siempre recomendamos una revisión anual de la piel: la clave del éxito en el tratamiento de los tumores cutáneos es quitarlos a tiempo", recomienda la doctora.

"La piel tiene memoria... y además es rencorosa"

Durante la juventud seguimos conductas que, debido a la falta de previsión, terminan por afectar seriamente a nuestra piel. Tal es el caso de la exposición al sol que, "además de cáncer de piel, provoca manchas, arrugas y flacidez. La piel tiene memoria... y además es rencorosa", sentencia la doctora.

Teniendo esto en cuenta, Huerta-Vena apunta a una serie de factores que han demostrado científicamente prevenir el envejecimiento cutáneo:

• La protección solar: no es suficiente aplicar protector solar. De hecho, son más importantes otras medidas como usar gorros, no exponerse directamente al sol en horas centrales del día, usar ropa oscura, buscar la sombra...
• En cuanto a la controversia sobre el déficit de vitamina D, con exponernos 10 minutos al sol en horas no centrales del día, sería suficiente para sintetizarla.
• Una dieta rica en antioxidantes (frutas, verduras, legumbres), y baja en carnes rojas y alimentos procesados.
• El deporte: se ha demostrado que "activa" los genes de la longevidad.

Es por esto que nuestro estilo de vida marca, a su vez, nuestro envejecimiento. "Además de la dieta, el ejercicio y la protección solar, un factor que habitualmente se olvida pero que influye drásticamente en el envejecimiento es la felicidad. Es muy importante cuidar nuestra salud mental, cultivar experiencias y relaciones sanas para envejecer mejor", concluye Huerta-Vena.