Todo iba bien, ya te habías reconciliado con las ojeras, pero de pronto, empieza a aparecer como una bolsita de grasa o líquido debajo del párpado inferior. ¿Qué esta pasando? Te contamos la razón y qué hacer para mitigar este efecto.
Dicen que el rostro es el espejo del alma, pero la mirada se lleva la palma. Pero de pronto, la frescura de tu mirada empieza a diluirse a pesar de que llevas utilizando contorno de ojos desde que tienes uso de razón. Lo que ocurre es que en todo el rostro y, especialmente, en el contorno de ojos, que cuenta con la piel más fina con mucha diferencia, comienza el envejecimiento celular.
La razón es que se inicia un proceso de ralentización del proceso reparativo y regenerativo de la piel, y ya no es capaz de renovarse con la fuerza de antaño. Y de todos los asuntos faciales que más nos preocupan, la clave está en las líneas de expresión, en las bolsas y en las ojeras. Pero ¿por qué aparecen las incómodas bolsas?
El componente genético es de las causas de la aparición de acumulación de grasa bajo los ojos. En otros casos, las antiestéticas bolsas aparecen por el exceso de alimentos con sal y ultraprocesados, explica la maquilladora Cristina Lobato. Pero, sobre todo, tiene que ver con la acumulación de líquido en ella. Al contar con una piel más fina, la estructura del contorno de ojos no es capaz de sostener ese acúmulo de “peso”.
Además, hay tres componentes que la definen, según la doctora Elena Jiménez, de Eleca Clinic: la primera es la posición ósea del pómulo. La segunda, que tengamos la zona de la bolsa dirigida hacia adelante. Y tercera, la posición del ojo.
Así que los consejos básicos para reducir su aspecto es rebajar todo lo posible el consumo de sal, procurar no excederse en el consumo de líquidos desde el final de la tarde, y utilizar cosmética específica con principios activos como la vitamina K, la cafeína, los péptidos o el ácido hialurónico, que mitigarán la congestión y dilatación de los pequeños vasos sanguíneos que se encuentran en el surco del ojo.
Las claves para aplicar la cosmética específica en la zona
No olvides estos mandamientos:
Aplícalos siempre de día y de noche tras la limpieza. Y siempre en primer lugar, es decir, antes del sérum, de la crema y de la protección solar.
Hazlo con el dedo anular: es el que menos fuerza tiene y evitarás tirones. Recuerda que es la zona más delicada del rostro. Y no arrastres el producto: es mejor que lo apliques a ligeros toquecitos hasta que la piel lo absorba por completo, y siempre desde el ángulo exterior hacia el lagrimal. Así favorecemos el drenaje de la zona.
No realices el masaje en la parte blanda del contorno de ojos: mejor sigue el contorno del hueso, desde el pómulo, y por el lateral de la nariz.
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Sobre el autor:
Amelia Larrañaga
Amelia Larrañaga, periodista especializada en belleza, bienestar, actualidad y estilo de vida desde hace más de 25 años. Ha escrito para medios como Elle, Vogue, Woman, Yo Dona, Mujer Hoy, Elle Gourmet, Harper’s Bazaar y Cosmopolitan. Si no hubiera sido reportera, le hubiera gustado ser antropóloga o socióloga, por eso disfruta con ensayos que le ayuden a entender mejor al ser humano y su conducta, individual y en masa, o entrevistando a los expertos para sus artículos sobre psicología y tendencias sociales.