Moda
Ágatha Ruiz de la Prada y Sofía Berlanga: una colección que transmite vida y buena onda
México y España, unidos por el arte y el diseño
La pasada semana, en la Casa de México, tuvo lugar la presentación de la nueva colaboración de Ágatha Ruiz de la Prada y Sofía Berlanga, alma mater de la firma Morena Corazón. Algunas de las piezas ya habían sido vistas en el desfile de la genial diseñadora en la Mercedes-Benz Fashion Week. No solo se pudieron ver las piezas de joyería, sino también algunos de los diseños que Ágatha presentó en la pasarela de esta última edición de la semana de la moda de Madrid y que estuvieron expuestos para poder ser admirados de cerca.
De la mano de dos personas tan vitalistas y tan amantes del color sólo podía surgir una colección que transmite vida y buena onda. Fresca, perfecta para los meses cálidos que ya se avecinan y para las largas noches de estío. También para aportar un poco de luz a los últimos días de este invierno que se empeña en volver con más fuerza que durante toda la estación.
Yo creo que no hay nadie que no conozca a Ágatha, pero no está mal hacer un breve repaso de su trayectoria.
Ágatha Ruiz de la Prada y Setmenat (Madrid, 1960). Pocos son los que no han oído hablar alguna vez de ella, o no conocen sus inconfundibles diseños. ¿Qué hay detrás de su estilo único? ¿Dónde surge su particular universo creativo? Ágatha siempre ha dicho que su manera de ser, su peculiar obra, viene del miedo absoluto a la depresión y, por tanto, de una necesidad de vivir la vida a tope. La enfermedad condiciona su infancia y adolescencia. Su madre sufrió constantes episodios depresivos y Ágatha siempre tuvo claro que no se iba a dejar caer en las garras de la enfermedad y que haría lo posible por ayudar a los que la sufrieran.
Nace en Madrid, en el seno de una familia aristocrática por parte de madre y del mundo empresarial por parte de padre. Primero quiso ser pintora, pero otra vez el fantasma de la depresión condiciona su decisión decidiéndose por el diseño, que la hacía trabajar rodeada de un equipo y no aislada. Con más personas alrededor es más difícil sucumbir ante la enfermedad, pensó. Comienza sus estudios en la Escuela de Artes y Técnicas de la moda en Barcelona, los abandona para formar parte del estudio del modista Pepe Rubio. Antes de que finalizara el año decidió volar sola, justo cuando comenzaba la Movida, convirtiéndose en una de las promotoras y referentes de este movimiento artístico y social que surge tras el fin de la dictadura española.
Con veinte años presentó su primer desfile: trajes de pobre con telas de rica, fue su comentario. En ese momento está despuntando una nueva estética más libre, más individualista. Se trata de romper las reglas, la norma y lo tradicional, explorar nuevos caminos y Ágatha es la primera en seguir este manifiesto que hoy en día, después de más de 30 años de trabajo, la identifica y hace única en el mundo entero. Inmediatamente empieza a aparecer su ya característico y visual mundo, cargado de color y símbolos, como los corazones, las nubes, las estrellas, los huevos fritos, los vestidos escultura, inclusive los desfiles temporales que presentó en París, en el Carrousel dal Louvre, vestidos hechos con plantas y flores. Es importante señalar que es una gran activista en favor del medio ambiente, todos sus objetos son lo más ecológicos y reciclables posible. Fue durante algunos años candidata por Madrid en las listas electorales del partido verde.
Al contrario que para Lampedussa –“todo tiene que cambiar para que todo siga igual”– la diseñadora cree que “para crear y construir nuevas cosas hay que destruir primero”. Destruir lo que está desfasado, lo que ya no es aceptable en sociedad. Ágatha fue una de las mujeres que más luchó y que consiguió que la Ley de Sucesiones de títulos nobiliarios cambiara en el 2006 su carácter discriminatorio, aceptando que el primogénito, sin discriminación por sexo, heredara el título. Lo que la convirtió en Marquesa de Castelldosríus y Baronesa de Santa Pau, títulos que con la nueva Ley dejaron de pertenecer a su tío materno. Tal fue su implicación para conseguir la promulgación de esta ley que se la conoce como Ley Agatha.
En la actualidad tiene tiendas propias, presencia en más de 150 países a través de tiendas multimarca y grandes almacenes, más de un centenar de licencias que abarcan desde las prendas de ropa, joyería, productos del hogar, mobiliario, papelería revestimientos cerámicos, automoción, vestuario para ballet y teatro. Incluso sus diseños llegan hasta el más allá, ya que para la feria funeraria de París diseñó tumbas y urnas funerarias. Ha recibido, además del premio Nacional de Diseño y Moda (2017), el premio Nacional de Marketing del ICEX en el 2013, el Premio Women-Together en 2010, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 2009, el Premio CFDA a la Estilista Internacional, en 2004, entre otros. Sus referentes artísticos son Chillida, Miró, Warhol y Nicky de Saint Phalle.
Y ahora vamos a conocer a Sofia Berlanga y a su firma Morena Corazón.
Sofía es una joven diseñadora mexicana que de la mano de Ágatha hace su primera incursión en el mercado español. Sofía siempre ha sido una gran admiradora de la artesanía mexicana, de sus simbolismos y de las tradiciones de su país.
Con la creación de Morena Corazón busca que esas tradiciones artesanales, con siglos de antigüedad, no se pierdan. Con sus diseños las adapta a la moda y al estilo actual. En especial siente debilidad por las comunidades Wixakiras, más conocidos con el nombre de Huicholes, una etnia radicada en el centro oeste de México que trabaja su arte en meditación activa, inspirándose en su cosmogonía y cuya artesanía es reconocida por su compleja y colorida elaboración. Una firma ética, comprometida con un comercio justo y sostenible.
