Guiomar Alfaro, la modelo de 54 años que derriba barreras edadistas en la moda

En la pasarela de la vida, cada vivencia cuenta una historia, del pasado, del presente y del futuro. Para algunos y algunas, solo importan las dos últimas, en detrimento de las primeras; para muchos otros y otras, todas las experiencias son igual de válidas. Y es que, cuando hablamos de abrazar la belleza del tiempo, de la experiencia que otorgan los años, también estamos hablando de romper barreras, de redefinir estándares y de mostrar al mundo que la edad es solo un número, y la confianza, el mejor accesorio.

Si no, que se lo pregunten a Guiomar Alfaro, una modelo navarra que, a sus 54 años, está más que preparada para comerse el mundo —y las pasarelas—. La profesora de inglés volvió a desfilar después de tres décadas sin hacerlo, y ahora se ha convertido en una referente entre las modelos y mujeres de la industria.

Modelo a los 16

La carrera de Alfaro como modelo comenzó cuando ella tenía 16 años. Sin embargo, a los 26, tras casarse y tener dos hijos, pasó a dedicarse a la docencia y a su familia.

Tres décadas después, y bajo los efectos anímicos negativos de la menopausia, la modelo supo que debía regresar a las pasarelas para afrontar esa nueva etapa en su vida. De hecho, los desfiles han contribuido positivamente a su estado de ánimo.

Ahora ya han pasado tres años desde ese momento, pero Alfaro sigue llamando la atención de los medios y del público, especialmente a raíz de su paso por la Madrid Fashion Week con un vestido rojo de Paloma Suárez.

Porque su ejemplo no solo ha cruzado la pasarela de los desfiles, sino también la de las barreras impuestas por una industria edadista.

Mucho más que una moda

Pese a que son muchas las reivindicaciones en torno a replantear la industria de la moda —concretamente en lo referido a la presencia de mujeres de mayor edad—, lo cierto es que, incluso en la actualidad, todavía existen barreras a las que las modelos —mujeres y mayores— deben hacer frente. 

Y los diseñadores y diseñadoras se están empezando a dar cuenta de ello, de lo real e inminente del cambio de perspectiva, del que Alfaro es partícipe.

Sin bótox, reacia al maquillaje y manteniéndose muy natural, ella es pasado, es presente y es futuro.