El director general de Economía y Estadística del Banco de España (@BancoDeEspana), Óscar Arce, ha señalado que en este momento España necesita replantearse sus políticas activas de empleo, una reforma que el Gobierno está negociando con los agentes sociales, así como prolongar la vida laboral a medida que aumenta la esperanza de vida.
Así lo ha señalado durante su intervención este lunes en la sesión inaugural de la tercera jornada de formación 'Crisis y Recuperación Económica', organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), en colaboración con el Observatorio de la Realidad Financiera (@ORFIN_es) y con la Universidad de Alcalá (@UAHes).
"El tipo efectivo de cotizaciones debería subir ocho puntos porcentuales"
En este sentido ha alertado de que el envejecimiento poblacional y los ajustes recientes elevan considerablemente el gasto actual y previsto en materia de pensiones y ha señalado que los ajustes en este ámbito se verán influidos por la evolución de la propensión social hacia la introducción de ciertas reformas. "Mantener la tasa de beneficio actual exigiría un aumento notable de las contribuciones, y mantener las contribuciones actuales comportaría una reducción significativa de la tasa de beneficio", ha explicado.
Según los cálculos del supervisor bancario, si se quiere mantener la "generosidad" actual del sistema de pensiones –relación entre la paga media de jubilación y el salario medio– será necesario incrementar las contribuciones a la Seguridad Social, es decir, el tipo efectivo de las cotizaciones sociales, que Arce entiende que ya es "bastante alto" en España. "El tipo efectivo de cotizaciones debería subir ocho puntos porcentuales para mantener la tasa de beneficio actual de las pensiones", explica. De lo contrario habría que reducir la cuantía de las pensiones.
El gasto se acelerará en las próximas décadas
Tal como establecen las previsiones, el gasto en pensiones crecerá en las próximas décadas. En España pasaremos de una tasa de dependencia que actualmente ronda el 30% al 60% en 2050, es decir, dos jubilados por cada tres personas en edad de trabajar. Según destacó Arce, "se trata de la tasa más intensa en toda Europa, una "enorme presión para el país". Por ello, argumentó que las vidas laborales deberían ser cada vez más prolongadas a medida que aumenta la esperanza de vida, algo que habría que aceptar "con absoluta normalidad" y fomentar las capacidades que no se deterioran con la edad.
En su opinión, las vidas laborales deberían ser conformes a las vidas biológicas, es decir, cada vez "más prolongadas". "Es algo que se debe aceptar con naturalidad y como algo positivo", ha remarcado Arce tras insistir, no obstante, en que esto plantea nuevas demandas que requerirán proporcionar a los trabajadores nuevos conocimientos y herramientas a lo largo de los años para la reasignación de tareas conforme los trabajadores van envejeciendo. "Vamos a necesitar estar más tiempo activos si se mantiene la tendencia de vivir cada vez más. Es un reto mayúsculo para España dada la senda de envejecimiento", ha remarcado el director general de Economía y Estadística del organismo supervisor.