"En la mayoría de países de nuestro entorno, además de la pensión pública, los trabajadores tienen una pensión de empresa y una pensión individual, pero aquí en España lo que menos se ha desarrollado es la parte empresarial", explica Carlos Esquivias Escobar, director del Área de Seguros Personales de Unespa (@UNESPA). Muy crítico con el hachazo fiscal del Gobierno, insiste en que, para fomentar los planes de pensiones de empleo, "no era ni es necesario penalizar las aportaciones a los planes individuales. Ya llevamos tres años de impasse en los que se ha reducido a 1.500 euros el tope de ahorro en el sistema individual. Y todavía puede pasar mucho tiempo hasta que los penalizados logren contratar un plan de empleo, o incluso no tenerlo nunca".
Estas son algunas de las advertencias que realiza en su entrevista con 65YMÁS, dentro del Especial Futuro de las pensiones, donde reclama que se recuperen "los niveles de aportación de 2021, es decir 8.000 euros al año, o al menos lo que tienen en el ámbito de previsión social del País Vasco, que son 5.000 euros". Insiste asimismo en que la Seguridad Social debería enviar el sobre naranja,"que existe en otros países, como Suecia, donde se facilita información homogénea sobre la futura pensión, con datos recabados de las entidades y de la Seguridad Social".
Esquivias es uno de los participantes en el debate especial de 65YMÁS sobre Planes de pensiones individuales y colectivos, presentado por Ana Bedia (@AnaBedia), directora del diario.
Carlos Esquivias, director del Área de Seguros Personales de Unespa.
PREGUNTA.- La creciente longevidad de los españoles plantea retos nuevos, por ejemplo, de cara a sufragar la vida tras la jubilación, y pone de relieve la necesidad de complementar la pensión pública. ¿Los planes de pensiones, sean individuales o de empleo, son la mejor opción?
RESPUESTA.- Es necesario fomentar la previsión social en las empresas, el denominado segundo pilar, puesto que ahora mismo solo hay un 10% de trabajadores que disponen de planes de empleo y, por lo tanto, promover medidas para que estos planes se desarrollen es absolutamente correcto. En la mayor parte de países de nuestro entorno, además de la pensión pública, los trabajadores tienen una pensión de empresa y una pensión individual, pero aquí en España lo que menos se ha desarrollado es la parte empresarial.
"Pedimos volver a niveles de aportación de 8.000 euros al año en planes individuales, o al menos, 5.000 euros"
P.- ¿Qué opina del hachazo fiscal del Gobierno, que ha reducido a 1.500 euros anuales la aportación máxima al plan de pensiones individual?
R.- La reforma del Gobierno para fomentar la vía empresarial no se tenía que haber hecho en detrimento de los planes individuales. Creo que se puede impulsar el segundo pilar (los planes de empleo) sin que por ello haya que perjudicar la capacidad de aportación a los sistemas individuales. Mientras no se desarrollen los nuevos planes de empleo, en particular los simplificados, que se han creado en esta reforma, a las personas que carecen de plan de empleo (y ya llevamos tres años en este impasse) se les ha reducido a 1.500 euros el tope de ahorro en su sistema individual. Y todavía puede pasar mucho tiempo hasta que las personas logren contratar un plan de empleo, o incluso no tenerlo nunca. En Unespa somos partidarios de que se vuelvan a recuperar niveles de aportación que teníamos en 2021, es decir 8.000 euros al año, o al menos lo que tienen ahora en el ámbito de las entidades de previsión social del País Vasco, que son 5.000 euros al año. La realidad es que, por culpa del hachazo fiscal, ha dejado de entrar mucho dinero, que normalmente venía entrando en planes individuales, y tampoco se ha producido una entrada en los planes de empleo, donde no ha habido aportaciones significativas a los nuevos planes simplificados.
P.- Entonces, el ahorro fiscal logrado por el Estado al recortar los planes individuales, ¿se ha perdido, sin llegar a impulsar los planes de empresa?
R.- Hay que tener en cuenta que el volumen de las aportaciones a planes individuales no es fijo, es decir, el dinero que entra al fondo varía de unos años a otros, dependiendo, por ejemplo, de que la persona reciba una herencia, o cobre una cuantía extraordinaria, o en el caso de los autónomos, según tengan más ingresos un año que otro. Lo que sucede ahora es que, en la medida en que los límites de aportación son más bajos, Hacienda está concediendo menores incentivos fiscales. Y se supone que ese ahorro era para dárselo al segundo pilar, pero lo cierto es que llevamos tres años durante los cuales, lo único que está pasando es que Hacienda se está ahorrando esos incentivos. A mi juicio, se debería haber previsto un mecanismo paulatino, por el cual, en su caso, la reducción de incentivos a los planes individuales se hubiera hecho de manera gradual, según los planes de empleo hubieran ido funcionando y entrara dinero en ellos. Pero eso no ha sucedido.
P.- Unespa reclama mayor formación e información al ciudadano, para que cada persona evalúe sus necesidades financieras futuras, de cara a la jubilación. ¿Cree que en España se fía todo a la pensión pública, y por eso apenas ahorramos?
R.- Sin poner en tela de juicio la centralidad que debe tener el primer pilar, es decir, la pensión pública, lo cierto es que, haciendo un mero cálculo con la tasa de sustitución actual, en torno al 73% (la tasa de sustitución es lo que se cobra de pensión en relación con el último salario), si redondeamos al 70%, vemos que, para un sueldo de 2.000 euros al mes, la pensión resultante sería de unos 1.400 euros. Lo que quiere decir que, para mantener el mismo nivel de consumo que tenía antes de jubilarse, a la persona le faltarían 600 euros al mes. Para lo cual, lógicamente, están el segundo y tercer pilar, es decir, los fondos de pensiones colectivos y los individuales. Además, hay que pensar en afrontar el momento de la dependencia, y todos sabemos lo que cuesta una residencia, por ejemplo.
"Ahora mismo, con un sueldo de 2.000 euros, la pensión sería de unos 1.400. Para complementarla están los fondos"
P.- ¿Qué otras medidas serían necesarias para ser plenamente conscientes de la necesidad de ahorrar?
R.- Sería necesario adoptar medidas que otros países ya han implantado, donde se recibe una comunicación personalizada en la cual la Seguridad Social calcula la pensión a percibir por la persona, teniendo en cuenta la carrera de cotización y sobre la base de las hipótesis de edad, momento de la jubilación, etc. Esta sería una medida de educación financiera muy importante, porque las personas verían que, al jubilarse, perderían una parte de su sueldo actual, al reducirse la cuantía de la pensión en relación con el salario como trabajador. Además, cuanto más joven se empiece a ahorrar, existe mayor capacidad de generación de volúmenes de ahorro. Ahora, el volumen medio de derechos consolidados en planes de pensiones es de unos 20.000 euros (algo mayor en los de empleo y menor en los individuales). Pues 20.000 euros divididos entre 20 años de media de vida en jubilación (desde los 65 a los 85 aproximadamente) nos dan 1.000 euros al año, que divididos entre 12, resulta ser menos de 100 euros disponibles al mes. Siguiendo con el ejemplo anterior, si lo que tenemos que rellenar es el citado hueco de 600 euros al mes, y solo tenemos 100 euros, es evidente que tenemos que hacer algo más, ya sea ahorrar mediante el segundo pilar o con el tercero, o a ser posible con los dos, para cubrir ese 30% que nos faltaría por rellenar. ¡Y todo ello, contanto con que la tasa de sustitución de la pensión se mantenga en el entorno del 70%.
"Habría que hacer como Suecia, que informa de la cuantía de la futura pensión, con datos de las entidades y la Seguridad Social"
P.- El famoso sobre naranja, con información veraz sobre la pensión que cada persona cobrará en el futuro, sigue sin llegar...
R.- El denominado sobre naranja es algo que existe en otros países, como por ejemplo, Suecia, donde se facilita información homogénea, recabada de las entidades y de la Seguridad Social, sobre la futura pensión. A mí me parece que si esa información la ofrece un sistema público (que lo que hace es agregar la información que le damos los sistemas privados) es más eficaz, porque la persona puede hacer su cálculo: la pensión me proporciona tantos euros, el sistema de empleo tantos, y el plan individual tantos.
P.- Los nuevos planes de promoción pública (superfondo Escrivá),¿tendrán éxito o caerán en saco roto?
R.- Para mí, la pieza clave de la reforma (más que la creación de pensiones de promoción pública, que es complementaria) es la creación de planes de empleo simplificados, y estoy totalmente de acuerdo en que hay que eliminar la contradicción de fomentarlos para el sector público, pero luego no dejar que las Administraciones puedan contribuir. Esperamos que el Gobierno lo solvente y permita que los funcionarios puedan beneficiarse de aportaciones realizadas por las Administraciones Públicas. Cuando hablamos de planes de pensiones de empresa, la negociación colectiva es fundamental, porque son los empresarios y los sindicatos los que, primero, crean un plan de empleo simplificado (en el caso de los sectores, serían planes sectoriales) y luego toman la decisión de integrarlo, o bien en el fondo de pensiones de empleo de promoción pública, o en un fondo privado. Es decir, hay que subrayar que el plan de pensiones simplificado se puede integrar en un fondo público, o en uno privado, y la decisión corresponde a empresa y sindicatos. Sobre el papel, la ventaja del fondo de empleo de promoción pública es que tiene pequeñas comisiones máximas, pero también hay que decir que las comisiones que existen en el ámbito de los planes de empleo privados son asimismo bajas. En ese sentido, no sé si va a ser una ventaja lo suficientemente relevante como para que la balanza se incline hacia el fondo de promoción pública.
"La liquidez total del plan de pensiones contraviene la naturaleza del producto, y debería eliminarse antes de 2025"
P.- Dentro de un año, el 1 de enero de 2025, entrará en vigor la liquidez total para el dinero con 10 años de antigüedad depositado en planes de pensiones. ¿Cree que es una amenaza para el sector?
R.- Uno de los mayores defectos que tiene esta medida es que desnaturaliza este producto, que es ilíquido precisamente para ahorrar para la jubilación. ¿Qué efectos puede tener en España? La experiencia del Reino Unido, que desarrolló una ley que permitió hacer esto mismo, dio lugar a que mucha gente dispusiera del dinero de su jubilación para otros propósitos (cancelación de una hipoteca, hacer una obra en casa), y además se vio que eran precisamente las personas de rentas más bajas las que más uso hacían de esa liquidez, lo que a su vez perjudica a la pensión futura, y más en Reino Unido, cuya tasa de sustitución del sistema público es mucho menor que en España. Asimismo, tiene otros efectos, aparte de desnaturalizar lo que es el producto. Por ejemplo, tiene el efecto de que condiciona la gestión del plan; es decir, en la medida en la que el gestor tenga pensado que va a salir dinero del fondo, debe decidir qué posiciones mantener que le permitan desinvertir, en caso de que la gente empiece a solicitar la retirada de su dinero. Y tercero, puede tener una componente macroeconómica, porque si se produjera una salida muy potente de dinero, podría llegar a afectar a los precios en los mercados en la medida en que sea una salida muy rápida. En mi opinión, es una medida que contraviene la función para la que fue creado este producto, y debería eliminarse todavía que estamos a tiempo antes de 2025.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).