Futuro de las pensiones
Ferrero (ATA): "La jubilación activa debería permitir el cobro del 100% de pensión y otras rentas"
La vicepresidenta de ATA Autónomos participa en el debate especial de 65YMÁS sobre pensión y empleo
El Gobierno reformará la jubilación parcial para que no sea vía de anticipadas sin penalizar
Fernández Palacios: "La compatibilidad de pensión y trabajo no perjudica al empleo de los jóvenes"
Cristina Estévez (UGT): "La jubilación activa no funciona porque las empresas no creen en ella"
En los últimos años crecen las voces que reclaman mayor compatibilidad entre cobro de pensión y trabajo, y en ese sentido, Gobierno y agentes sociales pactaron en la última reforma de pensiones incentivos para la jubilación demorada, al tiempo que endurecieron los requisitos de la jubilación activa. Y, en estos momentos, sindicatos, patronal y Ejecutivo negocian en la Mesa de Diálogo Social la ampliación de la jubilación parcial.
Las dos últimas fórmulas, que permiten jubilarse y seguir trabajando, son muy poco utilizadas, pese al empeño del Gobierno en impulsar el alargamiento de la vida laboral, de modo voluntario. De hecho, a finales de enero de 2024, existían solo 64.382 titulares de jubilación activa en España, según datos facilitados a 65YMÁS por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, que dirige Elma Saiz. La inmensa mayoría de ellos, en torno al 85%, eran autónomos.
Celia Ferrero (@cferreroromero), vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA @autonomosata), asegura que la jubilación activa "genera mucho interés en los autónomos, porque estos tienden a prolongar más sus carreras laborales que los asalariados. Esto se debe no solo a factores positivos, pues en numerosos casos influye el que no han cotizado lo suficiente y necesitan seguir trabajando para alcanzar, aumentar o complementar la pensión".
En su entrevista con 65YMÁS, Ferrero admite que hacerse autónomo es en ocasiones "una forma de poder acceder a la jubilación activa" y alerta de que "hay que equilibrar lo que sucede en el régimen general y en el RETA, para que no se produzcan efectos adversos". Llama asimismo la atención sobre un fenómeno significativo: "El edadismo es una realidad, la expulsión laboral de los senior de las empresas existe, y en numerosas ocasiones, se ven abocados a hacerse autónomos. De hecho, se han disparado los autónomos que se dan de alta en el RETA a partir de los 50 años".
PREGUNTA.- ¿Cuál es la visión de los autónomos sobre la compatibilidad de pensión y empleo? ¿Y sobre la jubilación activa en concreto?
RESPUESTA.- Por una parte, la jubilación activa genera muchísimo interés entre los autónomos, por la mayor longevidad al frente de sus negocios, y porque ese sistema les permite cobrar el 50% de la pensión y seguir trabajando, a tiempo completo y con cualquier tipo de ingresos. Y si tienen un asalariado en plantilla pueden cobrar el 100% de la pensión. Pero también observamos un fenómeno que es preciso equilibrar, para que no se produzca el efecto expulsión hacia el trabajo autónomo que estamos viendo que sucede ahora. A veces, hacerse autónomo es una forma de poder acceder a la jubilación activa, pero desde una circunstancia que sería un falso autónomo mayor, es decir, sería el caso de un asalariado sénior al que, en un momento dado, la empresa ya no quiere tener directamente asociado, sino que le propone que desarrolle su carrera profesional fuera de plantilla, como autónomo, y al mismo tiempo cobra parte de la pensión. Todo esto es lo que digo que hay que estudiar bien. Porque en el momento en que no se equilibre de la misma forma la parte asalariada, nos podemos encontrar con un trasvase hacia el trabajo autónomo.
"Se disparan los autónomos que se dan de alta a partir de los 50 años"
P.- En ATA, ¿están a favor de la compatibilización total de pensión y empleo?
R.- Nosotros estamos completamente de acuerdo en el tema de la jubilación activa, en que haya una compatibilización total de la jubilación, es decir, de la pensión, con respecto a las rentas del trabajo. Eso sí, hay que equilibrar lo que sucede en los regímenes General y RETA, para que no se produzcan efectos adversos. Porque existe otro problema, el del edadismo y la expulsión laboral de los sénior por cuenta ajena. Y, sin embargo, lo que vemos en el régimen del RETA es que se disparan los autónomos que se dan de alta a partir de los 50 años; un fenómeno bastante significativo.
P.- ¿Cómo se puede equilibrar la compatibilidad, sin que sea una carga excesiva para las empresas?
R.- Cuando un trabajador quiere voluntariamente seguir trabajando más allá de la edad ordinaria de jubilación, tampoco puede suponer un coste exagerado para la empresa. Hay que estudiar las fórmulas que lo permitan, por ejemplo, ahora se está hablando de jubilación parcial, que yo creo que puede dar respuesta a esas necesidades de la empresa, sin que suponga una carga excesiva. Ahora bien, no todas las empresas van a ser iguales: en algunas, donde el personal tiene una edad media bastante joven, no tendrían ningún problema con la compatibilización, pero en aquellas empresas con trabajadores más envejecidos, las fórmulas de la jubilación activa y demorada sí que pueden suponer un coste importante. En el caso de los autónomos, hay que tener en cuenta que la mayoría de quienes prolongan su vida laboral es porque la empresa, su negocio, es su niño y no pueden soltarlo.
P.- Los trabajadores autónomos se jubilan más tarde que los empleados por cuenta ajena...
R.- De hecho, tenemos muchos autónomos de más de 80 años que siguen trabajando porque consideran que su empresa es parte de su vida; no es solo un trabajo. Y también se retiran más tarde por problemas de sucesión empresarial: no existe relevo generacional y, por tanto, no pueden jubilarse, sino que se mantienen en la actividad. Todas esas circunstancias hay que estudiarlas.
"Habría que eliminar requisitos, por ejemplo, permitir al autónomo societario acceder al 100% de pensión"
P.- ¿Cómo ven desde ATA el año de demora y el cobro de solo el 50% de la pensión en la jubilación activa? Aunque los autónomos pueden acceder al 100% de pensión, siempre que contraten a un asalariado.
R.- Desde ATA pensamos que la jubilación activa, a todos los efectos, es positiva, siempre que se haga de forma equilibrada. Pero nunca hemos entendido lo del año de demora, entre otras cosas, porque en el caso de los autónomos ya su edad efectiva de jubilación está por encima de ese año de demora de los 65 a los 66 años. Los requisitos disuaden a numerosos autónomos que nos consultan, de hecho, en el momento que ven que tienen que esperar un año, el hecho de decírselo hace que directamente soliciten la jubilación. Además, existe el requisito de tener al menos un empleado a cargo, para cobrar el 100% de la pensión. Y luego también existen limitaciones con respecto a quién puede acceder: el autónomo societario no puede cobrar el 100% de pensión, porque no computa como empleador de ese asalariado, aunque el negocio continúe, y tendría que contentarse con el 50% de pensión. Realmente, el año extra para entrar en la jubilación activa no tiene sentido para los autónomos, por ejemplo, en el caso de las mujeres, cuya edad media de jubilación es de 66,7 años, tendrían que esperar hasta casi los 69 años para acceder.
P.- El Gobierno justifica requisitos como el año extra, o el 100% de base reguladora, por la necesidad de prolongar la vida laboral, en consonancia con la mayor esperanza de vida y el nuevo envejecimiento.
R.- Existen casos de compatibilización que el Gobierno debería revisar para flexibilizarlos. Me parece comprensible que intentemos que el sistema de Seguridad Social avance a través de incentivos a la prolongación de la carrera laboral, y desincentivos al adelanto del retiro, para que se logre un retraso efectivo y voluntario de la edad de jubilación. Pero también es cierto que la jubilación activa ahora mismo es muy restrictiva. Y, por cierto, hay autónomos que no quieren seguir trabajando, pero tienen que hacerlo por el negocio o para que les quede una pensión digna.
Flexibilizar jubilación y trabajo
P.- Desde ATA reclaman entonces una flexibilización de la jubilación activa para los autónomos.
R.- Sí, en efecto, defendemos que se flexibilice el sistema de jubilación activa para los autónomos, de forma que les permita trabajar menos de lo que actualmente trabajan hasta muy altas edades. Creo que explotar la figura de la jubilación activa podría ser un modo de lograr una prolongación sana y saludable de la actividad del autónomo, que ahora mismo se ve a menudo obligado a mantener una gran actividad sin querer, incluso físicamente sin poder, hasta edades avanzadas. Desde ATA creemos que puede ser una buena herramienta para responder al envejecimiento y la mayor longevidad de unos autónomos que tienen que preparar su sucesión empresarial durante ese tiempo, y deben poder flexibilizar su jornada de trabajo. Si no, estaremos incurriendo en forzar a la gente a seguir trabajando.
P.- Hay quien sugiere que prolongar el trabajo sénior perjudica a los jóvenes. ¿Qué opina de ese supuesto conflicto intergeneracional? ¿Y de quienes dicen que los jóvenes no cobrarán pensión?
R.- Es esencial que, como sociedad, combatamos cualquier idea de conflicto intergeneracional, ya sea en el ámbito laboral o en las pensiones. Me parece crucial que en las plantillas convivan todo tipo de perfiles, ya sea de edad, de género, etc. Ahora bien, tengamos en cuenta que esto supone un coste y que ese coste lo asume la empresa en la mayoría de las ocasiones. Por lo tanto, si a todos nos interesa tener acceso a una jubilación activa, feliz y saludable, las medidas para financiarla no pueden consistir solo en un impuesto sobre el trabajo. Y con esto me refiero a estudiar y decidir de dónde tienen que llegar los ingresos, que no vengan siempre de los mismos. En el caso de los autónomos, mejorar o ampliar la jubilación activa, o la parcial, puede servir para equiparar los derechos que hoy en día no tienen con respecto a los asalariados, y que puedan tener una jubilación más flexible, sin soportar jornadas de 16, 17 y 18 horas diarias. Para ello, a mi juicio, habría que eliminar todas las barreras que existen hoy en día para que la jubilación activa sea más accesible, impulsar la compatibilidad de pensión y empleo, para beneficiar a los trabajadores que lo escojan de forma voluntaria. Y habría que reforzar otros pilares de la Seguridad Social, sobre todo la planificación, la previsión social complementaria, para que no lleguemos a situaciones en las que alguien se vea obligado a prorrogar su vida laboral de forma involuntaria, porque la pensión no le permite la necesaria sustitución de rentas respecto al empleo.
