El Factor de Sostenibilidad de las pensiones, aprobado en la reforma del año 2013, va a ser derogado sin haber entrado en vigor. Establecía un recorte en la cuantía de las pensiones en función del aumento de la esperanza de vida y, según sus impulsores, era una herramienta para garantizar la sostenibilidad del sistema y la solidaridad intergeneracional. Sin embargo, va a morir sin aplicarse, ya que el Gobierno del Partido Popular que lo creó, lo pospuso hasta 2023, y ahora el Ejecutivo del PSOE-Podemos lo deroga.
Sin embargo, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha confirmado a bombo y platillo que el citado factor va a ser sustituido por un nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, una especie de instrumento "contingente y secundario”, que se aplicará cuando sea necesario ajustar las pensiones para cuadrar las cuentas. Lo único que se sabe es que tiene que negociarlo con los agentes sociales, y pretende tenerlo listo el 15 de noviembre para poder incluirlo en la reforma de las pensiones mediante una enmienda.
A su vez, el Gobierno de Pedro Sánchez ha suprimido el Índice de Revaloración de las Pensiones (IRP). La derogación de los dos factores citados supone un importante aumento del gasto en pensiones previsto para las próximas décadas de, al menos, cuatro puntos porcentuales del PIB anual, según la Comisión Europea. "Para que se entienda bien, esta cifra equivale a casi 5.000 euros por cada pensionista actual. La derogación del Factor de Sostenibilidad equivale a un aumento del gasto del 1% del PIB en las próximas décadas", alerta Rafael Dómenech (@rdomenechv), responsable de Análisis Económico de BBVA Research, para quien "el mecanismo de equidad intergeneracional debería tener, al menos, un efecto similar en la contención del gasto en pensiones, que el que ofrecían los dos factores derogados. Sin embargo, se está anunciando que su entrada en vigor se demorará a 2027, por lo que el ajuste debería ser mayor en el futuro o el sistema de pensiones presentará un déficit mayor".
El ministro José Luis Escrivá, en el Congreso de los Diputados (Europa Press)
Aunque el ministro Escrivá asegura que garantizará la revalorización de las pensiones y la “suficiencia del sistema”, por lo que, en teoría, el nuevo mecanismo no tendría por qué suponer un recorte de las pagas futuras, todos los indicios apuntan a que el importe de las pensiones se vería afectado, ya que la nueva herramienta se aplicaría cuando exista fuerte desfase entre ingresos y gastos, principalmente en los años con más peso demográfico. Esto reaviva el temor a un recorte de las futuras pensiones, o al menos, una congelación, sobre todo coincidiendo con la jubilación masiva del baby boom.
Para Enrique Devesa, doctor en Economía e investigador del IVIE (@Ivie_news), "lo lógico es que recorte la pensión. Ahora bien, el recorte no tiene por qué ser sobre la pensión inicial, sino que puede ser aumentando la edad de jubilación ordinaria o aumentando el número de años para conseguir un porcentaje del 100% de la pensión". Para este experto, el nuevo mecanismo "es una incógnita. En todo caso, va a ser difícil que consigan llegar a un acuerdo con los agentes sociales, por la citada bajada de la cuantía de las nuevas pensiones".
En opinión de Devesa, antes de derogar o crear nuevos sistemas de ajuste, "habría que definir qué se entiende por equidad intergeneracional. Para mí se traduce en que dos personas que tienen carreras de cotización similares, pero que se jubilan a la misma edad en años diferentes, reciban la misma suma de pensiones. Para que se cumpla esto, lo lógico es que ante aumentos de la esperanza de vida, se ajuste a la baja la cuantía inicial de las nuevas pensiones de jubilación".
"Sería un error penalizar a los baby boomers"
Para José Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz), doctor en Economía, subdirector de Fedea y catedrático, "sería un error el pensar en un mecanismo que pretenda penalizar a los baby boomers por ser generaciones más largas. Esto no tendría ningún sentido". En su opinión, el nuevo mecanismo "debería tener en cuenta la esperanza de vida en el momento de la jubilación para el cálculo de la pensión. Si es así, que sería lo lógico, en ese caso resultaría muy similar al Factor de Sostenibilidad de 2013. Para mí esto sería lo más lógico".
JUBILACIÓN PREVISTA PARA LOS PRÓXIMOS AÑOS
Fuente: Seguridad Social
Por su parte, Rafael Dómenech argumenta: "Del nuevo mecanismo no conocemos los detalles, pero parece que tratará de corregir el aumento de la tasa de dependencia por la jubilación de la generación del baby boom. Debería tener como objetivo reducir el gasto del sistema en las nuevas pensiones, teniendo en cuenta que el aumento de los nuevos pensionistas será muy superior al de nuevos cotizantes a la Seguridad Social. Esta corrección no implica necesariamente menores pensiones iniciales, si las personas que se jubilan retrasan proporcionalmente su edad de jubilación en función de este mecanismo".
Expertos: hay que ligar pensión y esperanza de vida
José Antonio Herce (@_Herce), economista y socio fundador de LoRIS (Longevity & Retirement Income Solutions), critica que se vaya a derogar el Factor de Sostenibilidad para sustituirlo por un mecanismo de equidad intergeneracional que es "primo hermano del anterior. Lo cierto es que el Factor de Sostenibilidad contemplaba simplemente rebajar la pensión a su causación (a su inicio), ajustada por el aumento de la esperanza de vida. Era una fórmula simétrica: si la esperanza de vida subía un 10%, la pensión se reducía en la misma proporción, o en una fracción. Y si la esperanza de vida bajaba, la pensión subía".
Para Herce, el recorte de pensión con un mecanismo intergeneracional se explicaría por la mayor esperanza de vida, ya que "la persona va a vivir más en términos medios, de manera que la suma de pagas mensuales que reciba puede incluso superar la de pensionistas precedentes a quienes no se les ajustó su pensión". Ahora bien, en su opinión, "el sistema de ajuste más sencillo sería dividir la suma capitalizada de cotizaciones efectivas de la persona por la esperanza de vida. No es técnicamente directo, y hay muchos casos de heterogeneidad, pero barrer el factor de sostenibilidad para introducir el nuevo mecanismo, que no va a ser tan diferente, es un ejercicio de adanismo político muy típico de nuestro país, que nos ha hecho retroceder una década".
El consenso de expertos consultados por 65Ymás coinciden en que "la evolución de la esperanza de vida debe ser una referencia inexcusable del sistema de pensiones porque es muy relevante para la sostenibilidad. Y, por tanto, debería tenerse en cuenta a la hora de introducir mecanismos de ajuste automáticos", tal y como reconoce Mariano Jiménez Lasheras,presidente de la Organización de Consultores de Pensiones OCOPEN (@OCOPEN_) y director general de CPPS Asesores.
"El problema es qué variables deberían contemplarse en el diseño de un mecanismo de este tipo. Podría plantearse que los ciudadanos elijan alternativamente entre retrasar la jubilación conforme a la evolución de la esperanza de vida o soportar un ajuste de la pensión derivada del comportamiento de aquella. Sea como fuere, sería importante contar con algún tipo de ajuste automático actuarial", argumenta Jiménez.
Sindicatos y pensionistas rechazan recortes futuros
Hace unos días, CCOO instó a Escrivá a presentar ya en la Mesa de Diálogo Social su propuesta del mecanismo intergeneracional. En un primer momento, Escrivá comunicó su intención de que estuviera vinculado a un recorte en las pensiones de los baby boomero una ampliación de su vida laboral, pero ante el rechazo que generó esta propuesta, parece que se ha descartado. Para el sindicato, es prioritario cuantificar el impacto presupuestario del nuevo mecanismo, y se niegan de plano a recortes futuros de pensiones.
"El factor de equidad integeneracional que planea el ministro es una barbaridad, lo único que busca es recortar las pensiones futuras", denuncia Santiago Menchero (@PARLALAGUNA), portavoz de la asociación de pensionistas Asjubi40 (@asjubi40). "Nos parece que este factor no se debería llevar a cabo, porque no sabemos cómo será la vida dentro de 50 años, por muchos cálculos que quieran hacer. Nadie cuenta con que llegue una crisis como la del coronavirus, que ha disminuido la esperanza de vida y ha provocado el fallecimiento de miles de jubilados mayores".
"Crear este nuevo mecanismo, con unos cálculos para intentar rebajar el coste de las pensiones, no es lo que una sociedad democrática debería de hacer. A los pensionistas no se nos puede justificar con cálculos hechos sobre la esperanza de vida dentro de 50 años. Además, cuando empezamos a trabajar, firmamos un contrato con la Seguridad Social, según el cual se nos pagará una pensión el día de mañana, y ese contrato no se puede cambiar cada dos por tres según el gobierno de turno", critica el portavoz de Asjubi40.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).