Las pensiones mínimas deben subir con el IPC en 2023, pero el resto no, advierte el Banco de España

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La inflación disparada es la gran amenaza para España, y la evolución de la economía en 2023 estará muy condicionada por el riesgo de que se produzca "una realimentación de incrementos de precios y costes, que tendría efectos muy negativos sobre la competitividad, lo que redundaría en pérdidas adicionales de empleo y crecimiento", es el mensaje lanzado por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en el Congreso de los Diputados durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos.

Para evitarlo, urge a al Gobierno y a los grupos políticos a firmar un pacto de rentas, que de manera temporal y desde luego, para 2023, elimine la indexación automática de las pensiones y de los salarios a la inflación, de forma que tanto el sector privado como el público compartan el empobrecimiento generado por las fuertes subidas de precios. "Se está produciendo una pérdida de bienestar, lo único que hay que ver es cómo se reparte el coste", recalca De Cos.

A su juicio, los funcionarios y el propio Gobierno deben someterse al pacto de rentas, y también los pensionistas, excepto aquellos que perciban pensiones mínimas muy bajas. "Una posibilidad de pacto de rentas es hacerlo solo dentro del sector privado, pero desde el Banco de España pensamos que sería un mensaje más potente que dicho pacto también incluya al sector público, incluidas las pensiones, salvaguardando, eso sí, a los más vulnerables", explica el gobernador, que propone que "las pensiones mínimas se indicien al dato de IPC, pero el resto no".  

El responsable del Banco de España ha aclarado que su propuesta de suprimir la revalorización en función del IPC se limita al escenario adverso actual y ante el riesgo de que vincular pensiones y salarios dispare el gasto público y ponga en solfa los Presupuestos Generales de 2023. "Otra cuestión distinta es la revalorización de las pensiones fuera de este contexto inflacionario y de crisis económica. Este Parlamento ha decidido indiciarlas con la inflación, y ahí el Banco de España lo único que puede y debe señalar es que eso tiene un coste en términos de incremento futuro del gasto público: un punto porcentual de incremento en cada una de las tres décadas. Y por tanto, hay que tomar medidas para compensar ese incremento seguro del gasto, si queremos garantizar la sostenibilidad del sistema".

De Cos ha sido muy contundente al reconocer que "los hogares de rentas más bajas son los que más padecen el incremento de la inflación", motivo por el cual insta al Gobierno a concentrar en ellos el apoyo de la política fiscal. Y detalla que su planteamiento de pacto de rentas implica que todos los agentes económicos asuman una pérdida de renta real. "Este eventual pacto de rentas debería contemplar compromisos plurianuales concernientes a los incrementos salariales y la evolución de los márgenes" de beneficios de las empresas.

Casi 10% de gasto extra en pensiones contributivas

El Gobierno de Pedro Sánchez prevé gastar 190.687 millones de euros en pagar las pensiones en 2023, según recogen Presupuestos Generales, lo que se traduce en una subida del 11,4% respecto a 2022, debido a la actualización de acuerdo con el IPC. Aunque hasta finales de noviembre no se sabrá el porcentaje exacto, el Ejecutivo prevé que las pensiones aumentarán su cuantía en un 8,5%.

Por tanto, de entrada, para 2023 el Banco de España prevé que el gasto en pensiones aumentará en unos 15.300 millones de euros debido a su vinculación al IPC medio del año. En detalle: la autoridad monetaria calcula que cada punto de subida de las pagas por el IPC supone 1.800 millones de euros, y todos los analistas dan como muy probable una inflación media del 8,5%-8,7% en 2022.

Durante su comparecencia en el Congreso, el gobernador del Banco de España ha advertido en varias ocasiones del peligro de sobrecargar el gasto público. Y ha recordado que a finales de 2021, se estableció, entre otras medidas, la revalorización de las pensiones en función de la inflación y se derogó el factor de sostenibilidad, detallando que "de acuerdo con las proyecciones de la AIReF y del Informe Sobre Envejecimiento de la Comisión Europea, ambas medidas implican que el gasto en pensiones aumentará entre 3,2 y 3,5 puntos porcentuales de PIB entre 2019 y 2050".

Asimismo, según argumenta el gobernador en su informe de análisis de los PGE 2023, "el gasto de la Seguridad Social experimentaría un crecimiento marcado, en particular, con un avance de las pensiones contributivas del 9,7%. Existirían, además, algunos riesgos al alza en esta partida. De un lado, la revalorización estimada del 8,5% estaría aproximadamente en línea con la evolución del IPC prevista por el Banco de España. De otro, el incremento del número de pensiones previsto para 2023 se sitúa en un 0,7%, dos décimas por debajo de lo esperado en 2022 y de la media de los últimos cinco años".

Hernández de Cos calcula en su informe que "el incremento de la pensión media adicional a la revalorización acordada, que resulta principalmente de la incorporación al sistema de pensionistas con pensiones medias más elevadas que las de los pensionistas que causan baja, se estima para 2023 en un 0,5%, notablemente inferior a la esperada para 2022 (1,2%) y a la media de los últimos cinco años (1,6%)".

Faltan reformas para absorber el alza de gasto

Muy crítico con la derogación del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización de Pensiones (IRP), en vigor desde 2013 hasta 2021, el Banco de España advierte: "Los mayores compromisos de gasto asociados a la derogación de los elementos centrales de la reforma de 2013 no han sido compensados todavía en su totalidad por las nuevas medidas introducidas. Así, las estimaciones oficiales sitúan el ahorro asociado al mecanismo de equidad intergeneracional y a los incentivos a la jubilación demorada entre 1,4 y 2,4 puntos de PIB en el año 2050, mientras que la revalorización de las pensiones con el IPC y la derogación del factor de sostenibilidad aumentarían el gasto en pensiones entre 3,2 y 3,5 puntos de PIB en dicho año".

Y concluye que hacer frente a los incrementos del gasto en pensiones que se derivarán del envejecimiento poblacional requerirá de "nuevas actuaciones en el futuro por el lado de los ingresos, de los gastos o de ambos".

El Banco de España recuerda la conveniencia de reforzar el vínculo entre las contribuciones realizadas y las prestaciones recibidas −asegurando un nivel suficiente para los hogares más vulnerables−, y dotar al sistema de una mayor transparencia y previsibilidad. En este sentido, "podría ser conveniente valorar la introducción de mecanismos automáticos de ajuste que adapten algunos parámetros del sistema a los cambios que se produzcan en las dinámicas demográficas y económicas".