¿Por qué se retrasa el acuerdo para la reforma de las pensiones? Estos son los motivos

Una semana más y ya son cuatro, el ministro José Luis Escrivá sigue "en sus trece" de mantener que el acuerdo de pensiones es "inminente". Una declaración repetida este mismo jueves, que invitaría al optimismo si no llega a ser porque lleva casi un mes asegurando que ya queda muy poco para que el texto se lleve al Congreso de los Diputados. "Ya solo queda perfilar con los agentes sociales la letra super pequeña", decía en una entrevista en Antena 3, asegurando que el "marco programático", es decir, los acuerdos base de la reforma como la revalorización de las pensiones conforme al IPC o los mecanismos para igualar la edad de jubilación legal a la real, ya estaban pactados.

Aún así, pasan los días y ese acuerdo "casi cerrado" no llega, por lo que las dudas también empiezan a proliferar, tal como le ha cuestionado esta semana la periodista Susanna Griso al ministro Escrivá en su programa. "El acuerdo es inminente, ¿qué quiere que le diga?", se ha defendido el ministro. El mismo día además que algunos medios publicaban que el Gobierno había rectificado en algunos asuntos, que amenazaban con bloquear el acuerdo con patronal y sindicatos. Uno de ellos es la eliminación del famoso factor de sostenibilidad, que todo apunta a que podría estar retrasando las negociaciones. Pero no es el único. El terreno ya es movedizo después de las dificultades que tuvo el reciente acuerdo 'in extremis' entre agentes sociales y Gobierno sobre los ERTE.

La polémica en torno al factor de sostenibilidad

El factor de sostenibilidad es una de las piezas claves del camino hacia el acuerdo sobre el primer bloque del acuerdo de pensiones. El compromiso de derogar este factor que se introdujo en la reforma de Rajoy de 2013 era firme. Pero según fuentes cercanas a la negociación, el Gobierno ha condicionado ahora su eliminación a la puesta en marcha de un mecanismo intergeneracional que lo sustituya, que según el calendario no se aprobaría hasta 2022.

Este es un punto clave para los sindicatos, que llevan tiempo exigiendo su derogación, y que ahora podría estar retrasando el acuerdo. En concreto, CCOO (@pensCCOO) defiende que sin su eliminación no firmarán nada. "Si no se deroga el factor de sostenibilidad, no firmamos el acuerdo de pensiones", han declarado fuentes del sindicato a 65Ymás. Desde UGT (@UJP_UGT) mantienen la misma posición. "Lo del factor de sostenibilidad era ya algo acordado, yo no entiendo qué está pasando. Lo más importante a corto plazo, está cerrado, deberíamos seguir adelante", opinan desde el sindicato. Mientras, desde el ministerio insisten en que están todavía "ultimando detalles".

Falta de acuerdo sobre los tramos para los autónomos

Y si acabar con los puntos de la reforma del PP es un asunto imprescindible para los sindicatos, del lado de los empresarios todo apunta a que el debate en torno a los nuevos tramos de cotización de los autónomos más próximos a los ingresos reales, podría estar suponiendo un escollo para la patronal. Tanto, que el Gobierno ha decidido dejar el asunto fuera de este primer bloque, pero que no deja de suponer tensiones en el grupo. Mientraas, el ministro Escrivá elude la polémica afirmando que él no ha propuesto oficialmente ningún tramo concreto –lo cierto es que se filtraron a la prensa 13 nuevos tramos de cotización que oscilarán entre los 90 y los 1.220 euros, y que empezaría a aplicarse en 2023 que la Seguridad Social planteaba–.

Y es que aunque tanto, CEOE como Gobierno parecen estar de acuerdo en que hay que modificar los tramos actuales, no acaban de coincidir en cómo debería ser la nueva fórmula. Además, las asociaciones de autónomos como ATA (@autonomosata) o UPTA (@upta_es) han mostrado su rechazo a la propuesta de 13 tramos. "Es una locura que un autónomo que tenga unos rendimientos netos de 3.000 euros pague 2.400 euros de cotizaciones al año", señalaba recientemente el presidente de ATA, Lorenzo Amor. Por su parte UPTA reivindica cambios más rápidos y no en un plazo de tres años "en los que quién sabe qué pasará", afirma el presidente de UPTA, Eduardo Abad.

La presión de los plazos comprometidos con Bruselas

Pese a todos estos motivos que podrían estar llevando a bloquear el acuerdo, éste no debería demorarse demasiado según opinan los agentes implicados en la negociación. El ministro se adelantó hace un mes a asegurar que el acuerdo estaría listo en junio, para unos días más tarde recular a "como muy tarde en julio" debería llegar al Congreso de los Diputados. Lo que está claro es que los agentes sociales deberían llegar a un acuerdo antes de verano, para que el primer paquete de medidas pudiese ser aprobado por la Cámara a la vuelta de vacaciones y cumplir así con los plazo comprometidos con Bruselas.

"Este primer paquete de modernización del sistema de pensiones tiene que estar aprobado a finales de este año, según nos comprometidos en el Plan de Recuperación​ enviado a Europa", recordaba este jueves Escrivá, por lo que insinuaba que el acuerdo no se puede retrasar mucho más tiempo. Es más, fuentes del ministerio de Seguridad Social reconocen a 65Ymás que creen que "será pronto". La misma idea es la que manifiestan el resto de los agentes que participan en la mesa del diálogo social, aunque todos insisten en mantener la discreción: "La mesa de negociación sigue abierta" y emplazan a dar más detalles en cuanto el acuerdo sea firme. Las cartas sobre la mesa, ahora solo queda que unos y otros salven sus distancias y lleguen finalmente a una solución común.