El mayor de 65 años tiene unas características específicas en cuanto a sus cifras de tensión. Se considera hipertenso a quien tenga una presión sistólica o alta igual o mayor a 140 y diastólica o baja menor a 90.Y sin embargo, se calcula que apenas el 35 por 100 tiene sus niveles de presión controlados. Los especialistas, cuando una persona mayor tiene la tensión sistólica en 140 o más y la diastólica por debajo de 90, que es frecuente, consideran que esa tensión alta es más peligrosa ya que es el factor más importante del ictus, insuficiencia cardiaca y cardiopatía isquémica. Además, al ser la más difícil de bajar, suele ser la responsable del mal control de la hipertensión en el mayor. Pero quede claro que cualquier elevación de una de las dos, es siempre un factor de riesgo .
La edad no es barrera para iniciar un tratamiento de control de la presión arterial. La primera recomendación es adoptar una serie de hábitos de vida saludable, como controlar el sobrepeso, disminuir el consumo de sal, de cafeína y de alcohol y abandonar el tabaco; aunque es difícil , como en la población general, que las cifras de tensión desciendan solo con estas medidas. Casi siempre hay que utilizar medios farmacológicos.
El riesgo
La hipertensión en las personas mayores es más frecuente y grave y es el factor más representativo de riesgo cardiovascular. Más de 5 millones de españoles son hipertensos Y si son mayores es muy frecuente que se tenga la presión alta por encima de 140 y la baja por debajo de 90.
Uno de los problemas básicos es que en España solo uno de cada cuatro o cinco pacientes sabe que es hipertenso. Y aunque se ha mejorado en el conocimiento de la enfermedad, hay al menos un 20 por 100 de la población mayor sin diagnosticar .Y muchos de los diagnosticados están sin control
Recordando conceptos
Cuando el corazón lanza la sangre, la presión que ejerce sobre las paredes es la máxima, ya que es cuando más sangre circula por ellas y sobre todo, con más fuerza (por eso se llama también sistólica).Y cuando el corazón se relaja, y no ejerce fuerza sobre las arterias es cuando tenemos la presión mínima ( o diastólica). Eso es la tensión: la fuerza ejercida por el volumen de la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos.
La mayoría de la gente no sabe cuál es su tensión. Si esta elevada -hipertensión- no avisa y no suele dar síntomas: por eso se le llama el enemigo silencioso. No molesta, no duele y sin embargo es un factor de riesgo de primer orden
En una encuesta entre hipertensos se supo que casi todos descubrieron su hipertensión en un chequeo ajeno a ese mal. Y además, la gran mayoría no sospechaba si quiera que lo padecía.
El peso de los años
En los primeros años, la tensión no suele preocupar, porque salvo casos muy concretos hereditarios, no hay problema. Las arterias son además sumamente elásticas. Pero con el paso -y el peso -de los años se producen dos problemas que añaden gravedad a la situación: la pérdida de elasticidad de las arterias y la rugosidad que adquieren por dentro. Esa rugosidad permite que vayan depositándose sustancias en las paredes, que además de rigidez, van disminuyendo de calibre. Total , que la misma cantidad de sangre tiene que pasar por unos conductos que no ceden, que están rígidos, que no son tan elásticos y que además son más estrechos por las sustancias que se han ido depositando.
Si la presión con que circula la sangre por toda nuestra red de tuberías es excesiva, todas pueden acabar dañadas. Y además, es posible que en un momento determinado, por frío o por un esfuerzo, aunque sea pequeño, esa presión excesiva acabe reventando alguno de esos conductos. El accidente puede ser fatal .
Como además, hay más presión, el corazón tiene que hacer un mayor esfuerzo, con lo que puede aparecer una insuficiencia coronaria. No debe descartarse la insuficiencia renal, porque las arterias renales también se resienten y no pueden cumplir correctamente su misión.
La hipertensión es, en definitiva, un factor de riesgo de primer orden que puede acelerar otros procesos o tener graves consecuencias.
Lo de la "tensión compensada”
Hay una creencia popular muy extendida que señala que si la tensión esta “compensada” no hay mayores problemas. Y se aplicaba una regla simple: la máxima debía ser el doble de la mínima, menos uno. De manera que si la mínima es ocho, la máxima debería ser 15. Y si la mínima es 7 la máxima debería ser 13. La regla evidentemente se desacredita si la mínima es cercana a 9, porque entonces la cifra que proporciona para la sistólica es nada menos que de 17.
No, no hay compensación de ningún tipo entre las tensiones diastólica y sistólica. No hay nada que se compense entre una y otra y hay que valorarlas en cada caso. Siempre que se salga del rango establecido ,los expertos dicen que hay que considerar la tensión más grave. Pero quede claro: no hay tensiones compensadas ni hay equivalencias entre una y otra. Y a la hora del riesgo no prevalece una sobre otra: siempre que una de ellas esté elevada, el riesgo permanece
Por que sube la tensión
Algunas causas se conocen. Por ejemplo, se sabe que los estrógenos de síntesis- la píldora, para entendernos- son capaces de provocar una hipertensión. Y también se puede originar por problemas renales. Pero del 95 por 100 de las hipertensiones no se sabe la causa exacta. En principio hay grupos, familias y poblaciones que padecen hipertensión. Y se acepta que puede haber alguna razón genética, porque aparece alguna alteración en la pared de las células
Es más frecuente en los norteamericanos de raza negra que en los de raza blanca. Aunque vivan en el mismo entorno y tengan la misma alimentación. Hay más hipertensión en el mundo industrializado que en el rural. La alimentación influye y especialmente el consumo de sal. Los japoneses del norte que consumen mucha más sal, también tienen cifras más elevadas de tensión. Hay tribus de Kenia de baja tensión que cuando se incorporan a la alimentación occidental, con mucha más sal, empiezan también a padecer problemas.
También es verdad que hay profesiones más propensas a la hipertensión quizá por una mayor actividad del sistema nervioso. Y es clásico el ejemplo de los controladores aéreos, en los que la hipertensión es mucho más frecuente. Sin embargo, es falsa la idea de que quien es de mucha actividad es más propenso. Hay gente tranquilísima con una tensión elevada, y gente que no da golpe y que sin embargo padece hipertensión. Y la edad . Se considera normal una subida de punto y medio cada diez años.
En definitiva ,se sabe que por lo menos un 10 por 100 de la población es hipertensa y que a partir de los sesenta años, tienen hipertensión uno de cada tres. Nos deberíamos tomar la tensión por lo menos una vez al año, especialmente los varones mayores de 40 y las mujeres en edad menopáusica y posmenopáusica.