Una de las tareas pendientes del Gobierno de Sánchez, la nueva tarifa eléctrica regulada, ha visto por fin la luz este martes tras su aprobación en el Consejo de Ministros. El objetivo de la nueva metodología es, según la ministra Teresa Ribera "estabilizar el precio de la electricidad y reducir la volatilidad",después de que la crisis energética derivada de la Guerra de Ucrania haya llenado de incertidumbre la factura eléctrica de cerca de 9 millones de hogares acogidos a esta tarifa. Lo hará a través de un nuevo cálculo de los precios de la luz con con mayor peso de los mercados de futuros y menor vinculación al mercado diario. Sin embargo, los expertos advierten que el nuevo cálculo podría suponer facturas más estables, pero también más caras en determinados momentos.
La medida llega además con más de un año de retraso, después de que en mayo del año pasado se comprometiera a ello con la Comisión Europea, como "condición" para obtener luz verde al mecanismo ibérico. Su entrada en vigor tampoco será inmediata, ya que tal como explican fuente del Ejecutivo, las empresas y agentes tendrán hasta el 1 de enero de 2024 para adaptarse a la nueva tarifa, lo que supone un año después del plazo previsto inicialmente a principios de este 2023.
A esta nueva tarifa podrán acogerse a la tarifa regulada hogares y micropymes –que tendrán que certificar su condición a través de una declaración responsable– con una potencia contratada menor o igual a 10 kW. No obstante, la entrada en vigor del nuevo diseño para las comercializadoras de referencia (COR), aquellas designadas por el Gobierno y que están obligadas a suministrar la tarifa regulada, será desde este 1 de julio, con el fin de abordar las cotizaciones de la cesta de futuros.
¿Cómo será el nuevo cálculo de la tarifa regulada?
La nueva metodología incorporará a la fórmula de cálculo del PVPC una cesta de precios a medio y largo plazo para evitar las fuertes oscilaciones, sin perder las referencias de precios a corto plazo que fomentan el ahorro y el consumo eficiente. Así, se dará mayor peso a las referencias a los mercados de futuros, que crecerán progresivamente hasta representar el 55% en 2025.
De esta manera, se reducirá progresivamente la vinculación del PVPC al mercado diario y se tendrán en cuenta los precios más estables que ofrecen los mercados a plazo del Mibel, donde se adquiere energía con antelación en distintos horizontes temporales futuros. Para ello, la oscilación de precios -la variación entre el registro máximo y el mínimo- se reduce un tercio, pasando del 27% al 17% durante la jornada diaria, y del 23% al 16% en la media mensual durante el año completo.
Objetivo: evitar la inestabilidad que se vivió en 2022
Actualmente, los precios diarios del Mibel representan el 100% de la referencia del PVPC. A partir de ahora esa proporción se irá reduciendo progresivamente, para incorporar las referencias de los mercados de futuros, de modo que éstos representen el 25% en 2023, el 40% en 2024 y el 55% en 2025. El resto se fijará en función de contratos a más largo plazo, en principio a un mes, a tres meses y a un año.
"La tarifa regulada actual está directamente indexada al precio del mercado mayorista y, lo cierto es que aunque esperamos que no se vuelva a repetir el tipo de turbulencias que hemos vivido en el año 2022, esto generó una gran inestabilidad, perjudicando enormemente a los pequeños consumidores y a las familias más grandes", explica la ministra. De esta manera, la nueva PVPC introducirá factores de corrección, "haciendo que esa tarifa refleje en una muy buena parte el precio del mercado diario, pero también los precios que reflejan los mercados a futuro, a tres meses, a un año, y con esto se reduce la volatilidad", añadió.
Menos volatilidad, pero facturas más caras cuando los precios estén bajos
Sin embargo, tal como aclaran los expertos, esta medida supondrá "menos volatilidad, pero la factura será más cara", aclara José Luis Sancha, profesor de la Universidad Pontificia de Comillas (@UCOMILLAS), colaborador del Club Español de la Energía (@Enerclub) y autor del libro Presume de entender (a fondo) la factura de la luz y el gas (Ed.ICAI). Una advertencia que también sostienen desde el comparador Selectra, quienes recuerdan que la reforma "no tiene el objetivo dereducir la factura final de luz de los consumidores, sino su volatilidad".
De hecho, se estima que los años en los que los precios sean demasiado elevados, esta nueva tarifa ayudará a suavizarlos, mientras que los años en que los precios sean bajos, se acabarán encareciendo, tal como explica el comparador en Business Insider. Y llaman a no olvidar que esta suma del precio del mercado diario mayorista y los mercados a plazo forman el concepto de energía de la factura, pero al que habrá que añadir otros como la potencia contratada o los impuestos eléctricos.
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.