La pobreza energética ha aumentado un 138% desde 2008 y los mayores son los más vulnerables

La pobreza energética, que se conoce como la incapacidad para mantener la vivienda a una temperatura adecuada, que suele llevar asociada la necedidad de destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética, se ha convertido en un problema estructural que se agrava cada año en España. Las últimas cifras disponibles confirman que la pobreza energética ha aumentado un 138% desde 2008, afectando al 17,1% de la población, que no consiguió mantener su vivienda a una temperatura adecuada en 2022, según el XIII Informe sobre el Estado de la Pobreza de la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (@EAPNes).

Un dato que la organización recupera con motivo de la conmemoración estos días de la Semana Europea contra la Pobreza Energética, que tal como recuerdan desde la Asociación de Ciencias Ambientales (@ACAmbientales), se celebra desde 1956 para poner sobre la mesa la problemática de la pobreza energética y la responsabilidad que tienen las instituciones europeas, nacionales, regionales y locales a la hora de abordar políticas públicas en esta materia, y que las plataformas por la transción justa consideran "más urgente aún en el contexto de emergencia climática actual".

Los mayores, los que presentan más vulnerabilidad

Segun señalan desde la Red Europea contra la Pobreza, "es importante señalar que los hogares en situación de pobreza y exclusión social suelen sufrir una mayor ineficiencia energética, debido a un déficit en el aislamiento, problemas de infravivienda e insalubridad, y uso de instalaciones y electrodomésticos poco eficientes"

El Informe de Indicadores de Pobreza Energética en España para 2022 revela que 4,3 millones de personas no pagaron facturas energéticas en fecha y casi ocho millones no pudieron mantener una temperatura adecuada en sus hogares. Así, casi 1 de cada 3 personas en riesgo de pobreza no puede mantener su hogar a una temperatura adecuada". Además, la personas mayores de 65 años son las que presentan una mayor vulnerabilidad ante la pobreza energética, según los indicadores recogidos en la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética del Ministerio de Transición Ecológica.

La situación en Europa

El próximo mes de junio se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo. En este contexto, las plataformas contra la pobreza energética consideran "imprescindible recordar la necesaria aprobación y el cumplimiento de nuevas políticas que aborden la pobreza energética a largo plazo y garanticen la sostenibilidad".

Y llaman a no olvidar que, según Eurostat, el 9,3 % de hogares europeos no pudo mantener su vivienda suficientemente caliente en 2022, con oscilaciones que evidencian una gran desigualdad entre países, desde el 1,4 % en Finlandia, el 2,1 % en Luxemburgo y el 2,6 % en Eslovenia hasta el 18,7 % en Grecia, el 19,2 % en Chipre y el 22,5 % en Bulgaria.

Incapacidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada, según % de población (2022)

Más de 50 organizaciones reclaman al Gobierno la prohibición de cortes de suministros

Por su parte, más de 50 organizaciones sociales, ambientales, ONG y sindicatos entre las que destacan la Alianza contra la Pobreza Energética (@APE_Cat), Ecologistas en Acción (@ecologistas) o Marea de residencias (@MareaResidencia), solicitan al Gobierno a través de un manifiesto la prohibición de los cortes de suministros esenciales a personas en situación de vulnerabilidad y la aplicación del principio de precaución, entre otras medidas urgentes para abordar la pobreza energética.

Lo han hecho a través de cuatro cartas a los Ministerios de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Vivienda, Sanidad y Derechos Sociales y Agenda 2030 con motivo de la Semana Europea de la Pobreza Energéetica. La principal demanda es que se garantice el acceso a los suministros básicos como un derecho permanente, no como medida transitoria sujeta a un período excepcional.

También señalan que la Estrategia Nacional Contra la Pobreza Energética (2019-2024) sólo se ha implementado parcialmente y reclaman cuatro medidas urgentes, a implementar este año 2024 y tres medidas a medio plazo. Las medidas urgentes reclamadas son:

1. Que se garantice el acceso a los suministros básicos como derecho, prohibiendo el corte de suministros por impago, aplicando el principio de precaución que ya funciona en Cataluña.
2. Ampliación y automatización de la concesión del bono social, y creación de una tarifa social accesible.
3. Cambiar la regulación para que las comercializadoras de energía que lo soliciten puedan ofrecer el bono social.
4. Creación de una mesa de trabajo con estas entidades para la elaboración de la futura Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética (2024-2029).

Además, se solicita al Gobierno que intervenga en el caso de la Cañada Real, donde llevan sin suministro eléctrico desde hace más de tres años, y que garantice el acceso a la energía a su población.