La subida de la factura de la luz ya estaba en el centro del discurso para presionar la aprobación del octavo decreto de medidas anticrisis del Gobierno. "Si ustedes hoy fallan, mañana subirá la luz, la pensión bajará y la gente dejará de acceder gratuitamente al transporte público y tendrá que gastar más al supermercado", amenazaba el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños en las jornadas previas a la votación, en un claro gesto para presionar a socios como Junts per Catalunya o Podemos, pero también al PP, que han dudado hasta última hora.
Pero pasase lo que pasase en la complicada votación de los decretos anticrisis este miércoles en el Senado, lo cierto es que una cosa estaba clara: la factura de la luz iba a subir este año 2024. La duda, que se ha mantenido hasta bien entrada la tarde de ayer, era cuánto y desde cuándo. Finalmente, se ha aprobado la prórroga del IVA reducido de la luz y el gas planteada por el Gobierno, pero supone pasar del 5% –que había en 2023– al 10%. Esto significa que la factura subirá, pero no tanto como si no hubiese salido adelante la medida, que hubiese supuesto volver al 21% previo a la crisis energética. Todo ello se ha producido tras duras negociaciones para aprobar el decreto anticrisis, que ha salido adelante en medio de varios problemas en la votación que obligaron a repetirla y la abstención in extremis de Junts, que ha desempatado las cuentas.
¿Cuánto supondrá en la factura?
Con la aprobación de las medidas anticrisis y el paso del IVA de la luz del 5 al 10%, la factura de un consumidor medio con la tarifa regulada (el denominado PVPC) subirá hasta los 47,4 euros al mes, un 6,8% por encima delos 44,3 euros en 2023. Esto supone un incremento en el coste de la factura de aproximadamente dos euros al mes y 24 euros al año, según cálculos de Selectra, teniendo en cuenta los cambios frente a 2023 del IVA y de otros impuestos como el Impuesto Especial de la Electricidad (IEE), que era del 0,5% y el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE) que estaba suspendido y se irá recuperando paulatinamente.
Esto supone una ligera subida, pero menor a la que se temía en caso de que no saliese adelante el decreto anticrisis. La vuelta al 21% de IVA de la luz, gravamen que existía antes de la crisis energética, supondría 55,3 euros al mes, un 11,3% más caro, según los cálculos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Esto supondría un 78 euros más al año.
Retirada gradual en 2024
Sin embargo, hay que recordar que el paquete anticrisis ha prorrogado esta rebaja del IVA hasta 2024, para luego irse retirando progresivamente. En el caso la electricidad, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se situaría en el 10% durante todo 2024; el Impuesto Especial de la Electricidad en el 2,5% durante el primer trimestre del año y en el 3,8% durante el segundo; y el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica tendría un tipo del 3,5% hasta marzo, pasando a ser de un 5,25% hasta junio.
La retirada gradual de la rebaja de impuestos prevista en el real-decreto llevaría a que el recibo de la luz se situase en los 47 euros mensuales en la primera parte del año para elevarse hasta los 48,5 a partir de julio. Las subidas en la factura con esa recuperación paulatina de la fiscalidad sobre la electricidad serían de un 6,8% en enero, en abril de un 8,13% y en julio de un 9,4%.
¿Qué pasará con el gas y los hogares vulnerables?
El decreto anticrisis plantea subir el IVA del gas también al 10% hasta el 31 de marzo, es decir, hasta superar el invierno. A partir de entonces volverá al 21% de antes de la crisis. También se prorroga la rebaja del IVA de briqueteas, pellets y madera para leña: del 5% al 10% hasta el 30 de junio para volver al 21% a partir de ese momento.
En cuanto a los hogares vulnerables, también se prórroga la prohibición de corte de suministro de gas, luz y agua a los beneficiarios del bono social eléctrico hasta junio, así como los mayores descuentos para sus beneficiarios. En el decreto anticrisis se propone mantener hasta el 30 de junio los descuentos temporales (65% para los consumidores vulnerables y 80% para vulnerables severos y un descuento del 40% a los colectivos de rentas bajas), muy superiores a los establecidos antes de la crisis energética.
Asociaciones de consumidores piden medidas permanentes
Desde las asociaciones de consumidores consideran que algunas medidas como un IVA reducido deberían ser permanente en servicios básicos como el energético, así como la desaparición del Impuesto de la Electricidad. Igualmente han expresado en varias ocasiones su apuesta por la necesidad de un mecanismo de ajuste por el precio del gas, como un ejemplo de sistemas de ajustes que el sistema de precios marginalista necesita.
Según defienden, "la decepcionante reforma del mercado eléctrico promovida por la UE, difícilmente evitará situaciones críticas como las que hemos vivido y que hacían imposible para muchos hogares (e industrias) pagar su factura energética. Por esto desde OCU (@consumidores) insistimos en la necesidad que las medidas contra la crisis energética se prorroguen o incluso algunas de ellas se mantengan de forma definitiva".
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.