Carlos Blanco Cocho
Motor
Cómo colocar el espejo retrovisor de forma correcta
Para evitar sorpresas al volante, lo mejor es colocar con cuidado todos los espejos antes de empezar
A la hora de ponerse a conducir, hay ciertas cosas que es necesario dejar bien preparadas antes de arrancar el coche. Una de ellas, los retrovisores. Que estén en buena posición puede marcar la diferencia entre una conducción tranquila y un viaje estresante. Y es que a nadie le gusta salir y darse cuenta de que no tiene un buen campo de visión. Además, puede ser muy peligroso.
Según la DGT, no es imprescindible contar con los tres retrovisores. Solamente revisten obligatoriedad el izquierdo y el central. En caso de que no se disponga de este último, habrá que sustituirlo por un espejo en la puerta derecha. Pese a ello, el organismo recomienda que todos formen parte de nuestra conducción. Toda precaución es poca.
Cómo ajustar los retrovisores
¿Cuál es la clave para colocarlos? Lo más importante es eliminar cualquier ángulo muerto, cualquier punto ciego. Cuánto más amplio sea nuestro campo de visión, antes podremos anticipar los movimientos del resto de vehículos y menos probabilidad habrá de que algo nos pille por sorpresa.
- Espejo central: hay que centrarlo con la luna trasera del coche, de manera que puedas mirar de una ojeada la situación detrás de ti. Cada persona necesita una posición diferente para conseguir esto, por lo que, si alguien ha usado tu coche, no olvides de chequear el espejo.
- Espejos laterales: el truco para colocar estos retrovisores en su posición es fijarte en las manillas de tu coche. Tienen que poder verlas en la esquina inferior interior del reflejo. Así, verás tanto lo que ocurre a cierta distancia de tu coche como lo que aparezca por tu costado a corta distancia.
¿Cómo saber que los he colocado perfectamente? Mientras conduzcas, fíjate en un coche que se acerque a ti por detrás. En cuanto comience a adelantarte, comprueba que pasa inmediatamente del espejo central al lateral. Si su imagen se transfiere sin un corte demasiado prolongado, entonces el punto muerto está reducido al máximo y puedes estar tranquilo.
El asiento también cuenta
La posición del cuerpo es también importante. Cuando ajustamos los espejos, hay que adoptar la postura que tendríamos en el momento de la conducción. Por ello, no se puede reclinar el asiento ni bajar los brazos del asiento.
Pese a todo, no basta con poner los retrovisores en su sitio. No vale solo con eso. Están ahí para mirarlos de vez en cuando, algo que muchos conductores parecen olvidar cuando realizan sus maniobras.