Comprar un coche de segunda mano es una alternativa por la que optan muchos ciudadanos. A la hora de tomar la decisión, uno de los aspectos a tener en cuenta es la cifra del cuentakilómetros del coche, y es precisamente aquí donde pueden llegar las sorpresas para los compradores. ¿El motivo? La cifra puede ser manipulada y tener acumulados muchos más kilómetros de lo que nos han dicho.
Con el fin de evitar esta amarga sorpresa, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha compartido una serie de recomendaciones para que todos los compradores dispongan de la información real del vehículo que están pensando comprar.
Una de las primeras opciones que existe son los informes. El organismo puede proporcionar hasta seis informes distintos: básico (el único gratuito), completo, datos técnicos, cargas, coches a nombre de un conductor y vehículos sin matricular.
Para el tema del cuentakilómetros deberíamos elegir el informe completo, ya que incluye el kilometraje, que es el dato que estamos buscando.
El informe se puede solicitar a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social en el apartado Vehículos y tendremos que pagar 8,59 euros.
Otra de las cosas que podemos hacer es revisar la documentación de la ITV donde podremos ver si existe una correlación lógica entre el tiempo transcurrido y los kilómetros realizados.
Aunque el informe sigue siendo la opción más fiable, también podemos fijarnos en algunos elemento mecánicos del coche. Por ejemplo, la DGT explica que un coche de 20.000 o 300.000 kilómetros no debería tener asientos desgastados, ni pedales sin dibujo o el volante descascarillado, y si hay óxido en algunas partes del vehículo, también podría sugerirnos que el kilometraje es mayor del esperado.