Paula Buedo
Motor
¿Qué se puede hacer para evitar el aquaplaning?
Paula Buedo
Foto: Big Stock
Miércoles 9 de octubre de 2024
ACTUALIZADO : Miércoles 9 de octubre de 2024 a las 11:10 H
3 minutos
Los días de lluvia aumentan la frecuencia de este problema
Hemos entrado ya en estas fechas del año donde las lluvias son habituales. Los paraguas, katiuskas y chubasqueros están fuera del armario, preparados para usarlos cuando sean necesarios.
Además, la llegada de las precipitaciones también afecta a la conducción. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), la posibilidad de sufrir un accidente en la carretera cuando llueve se eleva un 70%. Esto se debe a varios factores, entre los que destaca la reducción de la visibilidad por la baja luminosidad y las gotas en el aire; pero también por la pérdida de adherencia de las ruedas al asfalto.
Uno de los fenómenos más peligrosos que se pueden producir cuando esto último ocurre es el conocido como aquaplaning. Esta situación aumenta la posibilidad de perder el control del vehículo.
El aquaplaning ocurre cuando el agua actúa como una cuña que impide que el neumático entre en contacto con el suelo. Por tanto, este se desliza sin hundirse, ya que las ruedas no pueden evacuar el agua. En general, esta situación tan solo dura unos segundos, pero el pánico de no tener control del coche puede agravar la situación.
La Guardia Civil ha publicado en Twitter una serie de consejos de seguridad vial para reaccionar correctamente:
Otras formas de evitarlo
Cómo evitar el aquaplaning es una pregunta clásica de los exámenes teóricos para obtener el permiso de conducir. Sin embargo, con el tiempo pueden olvidarse algunos detalles o informaciones útiles.
Para no verse envuelto en esta situación de riesgo, lo principal es saber qué elementos influyen en que esta se produzca.
En primer lugar, es importante evitar circular por encima de grandes charcos. Si estos fueran ineludibles, habrá que hacerlo con una velocidad moderada y prudente, ajustada a las circunstancias ambientales.
Otro factor importante es el estado de las ruedas. Una mala presión del neumático puede favorecer la posibilidad de deslizarse sin control. Por último, lo más relevante es prestar atención al estado del dibujo del neumático para controlar su desgaste. Un neumático desgastado perderá la tracción con mayor facilidad.