Los mayores están indignados con la Dirección General de Tráfico (DGT). El colectivo no entiende que se vaya a acortar aún más el plazo para renovar el carnet de conducir y temen que los exámenes psicotécnicos que hagan, cada vez más exigentes –se han endurecido en 2023–, les puedan perjudicar.
Actualmente, los conductores mayores, unos cuatro millones en España, deben renovar su permiso cada cinco años, y el resto de la población, cada 10. No obstante, el director de la DGT, Pere Navarro (70 años), opina que estos periodos para personas de más de 65 años son "excesivos" y anunció, a finales de 2022, que los reducirá en el futuro, para limitar el número de accidentes –aún se estaría negociando–.
Fuente: DGT.
Unos plazos "edadistas"
Eso sí, esta justificación de la DGT no convence a los mayores. Al contrario, creen que son medidas "edadistas". Y es que, argumentan, las personas de más de 65 años no son el principal grupo afectado por accidentes de tráfico, sino los adultos jóvenes, sobre todo, de entre 18 y 29 años; y las causas fundamentales de siniestro siguen siendo la velocidad excesiva, el consumo de alcohol y drogas y las distracciones. En concreto, los mayores representan el 30% de las defunciones en accidentes en la UE, según la DGT.
Por estas razones, varias de las principales asociaciones de mayores del país piden que los plazos sean los mismos para todos y que la DGT tenga en cuenta sólo la capacidad y no la edad en sus requisitos para renovar el carnet.
Además, recuerdan, en 2030, las personas de más de 65 años serán el 30% de la población, y llegarán, por lo general, con un mejor estado de salud, por lo que no quieren verse excluidos de la conducción ni tener que pasar pruebas suplementarias sólo por razón de edad.
"Cuando la intención es ayudar y proteger al mayor me parece de gran alcance, pero cuando se le considera como peligro para la ciudadanía, creo que ahí debemos hacer oír nuestra voz para no caer en el edadismo", afirma a este diario Inmaculada Ruiz, presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados (@MayoresUDP), una de las organizaciones de mayores más importantes del país.
"Consideramos que este es un tema a tratar de forma precisa y bien fundamentada, con datos ciertos ponderados, evitando crear un estado de opinión que discrimine y penalice a cualquier persona mayor conductora, por el mero hecho de serlo. No es exacto decir que la antigüedad del carnet de conducir, sin reciclajes intermedios, lleva a más accidentes. Todo lo contrario, la experiencia y la práctica resuelve, de forma automática, esa teórica deficiencia de formación. Las personas mayores jubiladas ya no tienen tanta prisa, no beben tanto, no se drogan, usan mucho menos el vehículo al estar exentas del uso diario para ir a trabajar, son conscientes de las propias limitaciones de visión y capacidad de reacción y, en resumen, actúan con mayor prudencia en la conducción", argumenta por su parte el presidente de la Federació d’Associacions de Gent Gran de Catalunya (@Fatec), Josep Carné.
Por esta razón, los mayores reclaman a las autoridades que, en vez de adoptar políticas "edadistas", tomen medidas para adaptar las vías a todas las edades –mejor señalización, más zonas de descanso, más iluminación...–.
"Sí que reivindicamos que es necesario realizar mejoras sobre la señalización. Efectivamente, los mensajes en ciudad y carretera deben ser breves y condensados, de tamaño adecuado y con letras grandes, no acumular más de cuatro mensajes en un mismo palo, ponerlos con suficiente antelación y cuando son mensajes electrónicos y de desplazamiento, aumentar el tiempo de permanencia en los primeros y reducir la velocidad de traslación en los segundos. Al ser cierto que el número de personas mayores aumentará considerablemente, estas recomendaciones deben tenerse en cuenta y aplicadas prontamente y más cuando serán de utilidad para todos los conductores, sea cual sea su edad", matiza.
En cuanto a los nuevos psicotécnicos más exigentes, el presidente de Fatec considera que van en la buena dirección si se aplican realmente a todas las edades por igual.
"Edadismo puro y duro"
Coincide con el presidente de FATEC la secretaria general de CAUMAS, Elisa Nuez. "Me parece una medida fuera de contexto en los tiempos en que las personas de 65 y 70 años permanecen muy jóvenes, porque nos cuidamos. Es una medida absurda que hace que en lugar de seguir avanzando, se vaya hacia atrás. Y lo rematan queriendo protegernos. Edadismo puro y duro. En lo próximo que pensarán será en prohibirnos coger el coche definitivamente", valora.
Y respecto a los nuevos exámenes psicotécnicos opina: "Está muy bien sobre el papel, pero ni se hace ni se hará. Los conductores acostumbrados a renovar nuestro carnet sabemos que las entidades que se dedican a ello exigen lo mínimo. Hacen unas preguntas protocolarias, un pequeño test de observación y la vista. Pero nada más. Hacer todo lo que dice la Ley significaría tener que ir a un hospital porque eso en un centro normal es imposible de llevarlo a cabo. Es bastante complicado".
Por su parte, en la Confederación Estatal de Mayores Activos (Confemac) han preguntado a sus socios qué opinión les merecían estas normas y todos han convenido en que pueden ser "edadistas", ya que "se debería evaluar sólo a cada persona en base a sus características personales de visión, audición, reflejos, etc.". Con todo, señalan algunos miembros de Confemac, si al final se termina haciendo distinción por edad, "habría que tener más información sobre tasas de accidentes".
Desde la DGT defienden que, pese a que exista actualmente un requisito especial para mayores,el examen es igual para todos. “Todo está condicionado a la condición psicofísica”, sostienen. Es decir que si por ejemplo se detecta una enfermedad que pueda agravarse con el tiempo "a los 40 años", se pueden también reducir los plazos de renovación. En estos casos, las tasa bajarían y en el caso de los mayores de 70 años no tienen que pagar ninguna tasa, sólo el examen.
Nuevos exámenes psicotécnicos
Cabe recordar que este 2023 se endurecieron los exámenes psicotécnicos para intentar reducir en un 50% el número de personas fallecidas y heridas graves en siniestros viales respecto a las cifras de 2019.
Durante esta revisión, el conductor tendrá que pasar una serie de pruebas visuales, auditivas y de reflejos, además de tener que responder a una serie de preguntas para evaluar la salud física y mental de la persona.
Estas pruebas se realizan con una máquina, similar a un videojuego, para saber también cuál es la coordinación y los reflejos del conductor ante situaciones inesperadas al volante.
Las nuevas pautas se encuentran en el Protocolo de Exploración Médico-Psicológico para los CRC, fue actualizado el verano de 2022, y ha entrado en vigor este 2023.
Los aspectos que se han endurecido tienen que ver con las tres áreas de intervención (valoración, riesgo y consejo), para intentar que los profesionales lo tengan más fácil a la hora de tomar la decisión.
Estos son los pasos a seguir por el examinador:
Observar. El médico deberá de estar atento a la manera de caminar, sentarse, vestirse o desvestirse del conductor. Así como la capacidad de atención del conductor a la hora de contestar las preguntas.
Riesgo. Los aspectos personales y profesionales del conductor.
Datos personales como la profesión o para qué utiliza el coche. El tipo de permiso, los kilómetros anuales o si ha tenido accidentes, también se tendrá en cuenta.
Exploración clínica. Alteraciones en las analíticas, insuficiencia renal, enfermedades metabólicas, endocrinas o el sistema nervioso, son algunos de los aspectos que se evaluarán.
Todo esto se suma al análisis locomotor, la exploración oftalmológica y auditiva, cardiovascular o evaluación psicológica.
Por último, se tendrá muy en cuenta alteraciones del sueño, trastornosamnésicos o psicóticos y del estado de ánimo, si se tiene demencia o el déficit de atención.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.