Atención: la DGT intensifica los controles de alcoholemia en Navidad

Con la llegada de las fiestas navideñas, las comidas y cenas de empresas o amigos se convierten en algo muy habitual. Además de la comida, las bebidas alcohólicas suelen ser protagonistas importantes en este tipo de encuentros, por lo que es importante tener en cuenta la cantidad que uno consume.

Consumir alcohol en exceso supone un gran riesgo tanto para el conductor como para los demás. Además de eso, es importante saber que ponerse al volante en ese estado puede conllevar a grandes sanciones económicas, así como pérdida de puntos en el carnet de conducir.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado que en las fiestas navideñas se llevará a cabo una campaña especial de control de alcoholemia y consumo de drogas. Los agentes policiales realizarán controles a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Además, la DGT ha solicitado la colaboración de policías locales para intensificar este tipo de controles en zonas cercanas a bares, restaurantes o cualquier lugar de celebración.

Principales causas de accidentes

Tan solo por detrás de las distracciones, el consumo de alcohol y drogas es la segunda causa de accidentes mortales en las carreteras españolas. Según indica el Ministerio del Interior, este año se llevarán a cabo un 10% más de controles para tratar de detectar a conductores que se ponen al volante bajo los efectos de este tipo de sustancias. 

Además, el Gobierno trabaja en una reforma de la normativa para bajar los límites de alcoholemia: de los 0,5 gramos por litro de sangre actuales, se busca que pase a 0,2 gramos, lo que impediría cualquier consumo de alcohol antes de subirse a un coche.

Sanciones

En caso un conductor dé positivo en un control de alcoholemia, la multa es de 600 euros y supone la pérdida de cuatro puntos de la licencia de conducir. En caso la tasa supere el doble del límite permitido, la sanción sube a 1.000 euros y la pérdida de seis puntos.

Cuando la tasa de alcohol es excesivamente alta, este se considera como un delito penal, por lo que puede llevar a penas de prisión, trabajos comunitarios o multas más severas, y la retirada del carnet durante al menos un año.

Por otro lado, la presencia de drogas en el organismo se sanciona con una multa de 1.000 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet. En caso un conductor se niegue a pasar las pruebas, implicaría sanciones económicas y la comisión de un delito, que puede tener consecuencias legales graves.