La Dirección General de Tráficoha puesto en marcha los nuevos radares de construcción y obras que tienen como objetivo prioritario garantizar la seguridad de todos los usuarios. En resumen, la DGT introduce estos radares para que, cuando los conductores se acerquen a algún tramo de obras, reduzcan la velocidad notablemente.
Anualmente, en las carreteras españolas se ponen en marcha más de 10.000 obras que generan más de 100.000 incidentes que perjudican la circulación normal de los vehículos: cortes de carretera, carriles más estrechos, desvíos provisionales, entre otros. Todos ellos pueden generar algún tipo de peligro, por lo que deben estar señalizados.
Esta medida se implementa luego de que, en septiembre del año pasado, la DGT realice una prueba con dichos radares. En la prueba, en tan solo 7 días, acumuló más de 3.000 multas de conductores que superaban la velocidad permitida en esa zona.
¿Cómo funcionan los radares de obra?
La Dirección General de Tráfico ya está instalando cabinas de radar fijo y radares móviles en estas determinadas zonas de obra. En muchas de ellas ya hay controles informativos: si sobrepasas la velocidad permitida, aparecerá una cara triste y de color rojo, mientras que, si lo haces a la velocidad correcta, verás una cara feliz de color verde. Estas señales harán que los conductores estén más atentos e informados de la velocidad a la que conducen.
Al inicio de cada tramo de la zona de obra, se indicará la presencia del radar con una señal amarilla que avisará cuál es la velocidad de conducción permitida en dicha zona. En caso el conductor exceda la velocidad que se indique, será multado.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.