La OCU pide modificar el sistema de etiquetas ambientales de los coches: "No es coherente"
Quieren que el etiquetado se base en la contaminación real de los vehículos
El 1 de julio finalizó el periodo de aviso de la Zona de Bajas Emisiones en Madrid. Esto quiere decir que después de seis meses, comenzarán las multas a todos aquellos vehícuos que circulen dentro de la M-30 sin el distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Este sistema de etiquetas clasifica a los vehículos en función del tipo de motor y de su antigüedad. Hasta aquí puede parecer que no hay ningún problema, pero según ha explicado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su página web, es que en algunos casos este etiquetado se puede convertir en una "licencia para contaminar".
Según explica la Organización, han comprobado que hay algunos "vehículos híbridos enchufables (que tienen una etiqueta cero emisiones), cuyo consumo real es mucho mayor que el homologado. Y, sobre todo, que contaminan bastante más".
"La idea fue muy buena en su momento, ya que permitió concienciar a los usuarios de que había tecnologías que contaminaban más o menos, sin embargo, este etiquetado condiciona las posibilidades de acceso a las ciudades debido a las restricciones implementadas en las Zonas de bajas Emisiones (ZBE)", añade la organización.
Dejar de basarse en el tipo de motor
Por tanto, la OCU señala que lleva tiempo exigiendo que este etiquetado se base en la contaminación real de los vehículos y no en el tipo de motor.
Para subrayar esto pone ejemplos de "situaciones poco coherentes" con vehículos que tienen etiquetas ecológicas en coches de mucho consumo. Entre estos menciona los siguientes modelos:
- Mercedes GLS 600 4 Matic mild hybrid
- BMW X5 M Competición mild hybrid
- Mercedes AMG S 63 E, que es híbrido enchufable.
Como ejemplo contrario, de un coche de bajo consumo que por ser de combustión de gasolina tiene etiqueta C, señala al Toyota Aygo X Cross.
"Al utilizarse estas etiquetas para restringir el tráfico en ZBE se llega a la paradoja de que, una persona que adquiere un utilitario barato de gasolina con poco consumo y bajas emisiones no puede entrar en determinadas zonas mientras que, otra con un híbrido enchufable de un consumo elevado y gran potencia puede entrar sin problemas e incluso aparcar gratis en ciertas ciudades en zonas de estacionamiento regulado", indica la OCU.
