¿Se puede conducir si estamos enfermos o de baja laboral?

Ponernos al volante requiere tener ciertas aptitudes psicofísicas, es decir, encontrarnos en buenas condiciones para poder conducir de forma segura, tanto para nosotros como para el resto de personas. Estar enfermos puede evitar que cumplamos con este requisito, por lo que debemos tener cuidado con conducir si no estamos en un buen estado para ello, o tendremos que afrontar la correspondiente multa. 

El Reglamento General de Circulación explica en el artículo 17 que "los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos o animales". Además, "el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía", se especifica en el artículo 18. "A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos".

Así, cuando una enfermedad nos obliga a tener que pedir la baja, es importante saber si podemos conducir o no, si esta nos impide una correcta conducción, ya que hacer lo contrario aumentaría el riesgo de sufrir o provocar un accidente. Dependerá de la razón por la que nos encontremos de baja. En la mayoría de los casos basta con aplicar el sentido común, pues con un brazo roto será imposible coger el coche. En cambio, hay otras situaciones en los que podemos dudar.

Ansiedad, cervicalgia o lumbalgia

Ansiedad, cervicalgia o una lumbalgia, son algunos de los motivos por los que podríamos estar de baja, según indican desde Race (@RACE_es). En ocasiones, surgen como consecuencia a otras enfermedades, y pueden provocar diferentes síntomas. En estos tres casos, será necesario el informe de un médico que asegure que la persona puede conducir.

Hay que tener cuidado también si estamos tomando medicamentos. De hecho, en algunas cajas puede indicar que no se debe conducir mientras lo estemos tomando. Además, si tenemos un accidente con el coche mientras estamos de baja, el seguro podría no cubrir los daños, dependiendo del tipo que tengamos. 

Si la enfermedad no es compatible con la conducción y aun así decidimos coger el coche, es posible que tengamos que hacer frente a una multa que podría ascender hasta los 6.000 euros.