Elisa Leiva
Movilidad
El truco del alfiler para mejorar la visibilidad al conducir
Mantener el limpiaparabrisas en un estado óptimo es esencial para reducir el riesgo de accidentes
Mantener el coche en condiciones óptimas es fundamental para reducir el riesgo de sufrir accidentes o averías al circular por la red viaria. Por este motivo, la Dirección General de Tráfico (DGT) aconseja realizar revisiones periódicas del vehículo, especialmente antes de emprender largos viajes, con el objetivo de detectar posibles fallos.
Aunque todas las piezas del vehículo se deben revisar con regularidad, hay una en la que conviene poner especial atención: los limpiaparabrisas, ya que al encontrarse estos a la intemperie siempre, tienen más probabilidad de sufrir daños.
En ocasiones, el líquido limpiaparabrisas se expulsa con una baja presión o el chorro sale desviado, un inconveniente que se puede solucionar fácilmente introduciendo con cuidado un alfiler delgado en el orificio por donde sale el líquido a presión.
De esta manera, desatascaremos el sistema y eliminaremos cualquier resto de suciedad presente, permitiendo que los limpiaparabrisas vuelvan a limpiar la luna delantera o trasera en cuestión de segundos.
¿Cuándo hay que cambiar las escobillas del limpiaparabrisas?
Si las escobillas que utilizamos para limpiar el parabrisas están deterioradas, pueden llegar hasta rayar el cristal, y reducir así la visibilidad a la hora de conducir; por lo que es conveniente mantenerlas en condiciones óptimas.
Desde la red de talleres Carglass, especializada en la reparación de limpia parabrisas, recomiendan revisar las escobillas después del verano, para evaluar así su condición antes de la temporada de lluvias y bajas temperaturas. El cambio de estas deberia realizar según su desgaste y marca, siendo aconsejable realizarlo aproximadamente cada dos años.
¿Qué hacer para que no se empañe el limpiaparabrisas por dentro?
En primer lugar, es recomendable realizar una limpieza regular de ambas caras del cristal, utilizando un paño húmedo con jabón, para prevenir la acumulación de humedad.
Pero, si los cristales se empañan debido al cambio de temperatura entre el interior y el exterior, lo mejor es encender la calefacción del vehículo y dirigir el flujo de aire directamente hacia el limpiaparabrisas. De esa manera, disiparemos el vaho de los cristales.