Nuevo Maserati Levante 2022, la evolución de uno de los primeros y grandes SUV cupé deportivos

El Maserati Levante se encuentra ya en la segunda mitad de su primera generación, y sigue mejorando e implementando funciones y materiales de primerísima clase.

Un debutante 'veterano'

Cómo pasa el tiempo. El Maserati Levante nació allá por 2016 (pues no han pasado cosas desde entonces), y de hecho ya nos encontramos en plena segunda fase de su primera generación, tras introducirse varios y significativos cambios en 2020. El modelo ha ganado en tecnología, en motores y en 'toque' premium.

El primer SUV de Maserati

Como la 'moda' de los SUV (o de los todocamino o de los crossover, táchese lo que no proceda) es ya todo menos precisamente eso, algo pasajero, ya nos resulta habitual que la mayoría de los modelos tengan este diseño y construcción. Pero en 2016 era toda una novedad que una marca premium como es Maserati 'claudicara' por fin y abriese su gama, plena de deportivos de toda la vida, a una carrocería elevada. Hoy, casi siete años después, y con un hermano SUV menor como es el recíén nacido Grecale, se puede decir que ese 'cambio histórico de filosofía' le sentó muy bien a Maserati, pues hoy el Levante es el segundo modelo más vendido de la marca, justo detrás del referido Grecale. En conjunto, la firma italiana del Grupo Stellantis está viviendo, al contrario que tantos otros, un año 2022 espectacular, pues a falta solo de un mes para cerrarlo, las ventas de los modelos del tridente son un 81,21% superiores a las del mismo periodo del año pasado.

SUV, cupé y deportivo

Sobre el papel, el Maserati Levante lo tiene casi todo. En primer lugar, es SUV, como ya hemos dicho. O sea, un todocamino que cumple muy bien ese enunciado, esa palabra que termina en "camino", no en 'todoterreno'. Vamos, que se comporta muy bien fuera del asfalto, en caminos de tierra no demasiado complicados, pero que no está concebido para 'tirarse al campo' a hacer el cabra. Y es que, además, pocos se atreverían a afrontar piedras y rocas con un coche de más de cien mil euros que no está pensado para eso.

Después, es todo un cupé. La gran última tendencia dentro de la 'fashion sobre ruedas' son las carrocerías cupé (que así se escribe y se dice en castellano, aunque las denominaciones de los coches conserven su versión original coupé). Y si hablamos de diseño premium, de alta clase, Maserati es uno de los grandes 'modistos' del mercado automovilístico. De esta forma, en el Levante disfrutamos de una maravillosa silueta con suave caída, pero libre, en la trasera, como mandan los cánones de esta moda, que confieren al modelo una elegancia sublime que no se riñe con su elevado tamaño. Un detalle que confirma esta tendencia es que las puertas no tienen marco, un detalle tan viejo como la rueda en los modelos deportivos, pero muy poco vistos en todocaminos y todoterrenos.

Y por último, y como acabamos de decir, todo un deportivo. Bastante han tenido que pasar las marcas premium para introducir 'enormes' SUV en sus flotas como para renunciar también a su ADN deportivo. Y Maserati no es desde luego una excepción. Aunque evidentemente no viajamos a bordo de un Ghibli o de un Quattroporte, la versiones 'de toda la vida' de la filosofía del tridente, el Levante no renuncia a ofrecernos sensaciones a través de unas prestaciones brutales en carretera.

Un diésel, cuatro gasolina y un híbrido por llegar

En cuanto a motorizaciones, el Maserati Levante ofrece, a día de hoy, un diésel de 275 caballos, que supone el acceso a la gama; y cuatro versiones de gasolina: la que hemos probado, de 349 CV; el Levante S, de 430 CV; el Levante GTS, de 530 CV; y el tope de gama, con el insigne apellido 'Trofeo' en la gama de Maserati, con 580 CV. Está al caer el primer Levante electrificado, ligero, no enchufable, que tendrá una potencia de 330 CV.

Un diseño muy 'estirado' entre los dos ejes

Una de las grandes cualidades del Levante es sin duda la distancia entre ejes, lo que comúnmente se conoce como 'batalla', y que se extiende hasta nada menos que los tres metros, con lo que se consigue una habitabilidad interior que ya quisieran la mayoría de los cupés del mercado, pues se compensa la gran caída del techo con esos centímetros ganados al motor y a la trasera. La marca, de hecho, presume de ello al decir que el Levante es uno de los pocos SUV premium que dispone de cinco plazas 'reales', con las tres traseras lo suficientemente anchas y profundas para que tres adultos viajen con toda comodidad.

Un interior nada espartano

Como ya hemos escrito varias veces en este artículo, en Maserati no han escatimado gastos para que el cliente habitual, y los nuevos, sientan que, aunque sea un SUV, sigue siendo un coche high-class. Por ello, el interior, como podemos observar en la imagen que se acompaña, rezuma exclusividad, comodidad y lujo, con materiales de auténtico 'premium' tanto en los tapizados como en los toques de brillante caoba o en los acabados de la instrumentación. Aunque bajo los neumáticos del Levante no haya asfalto, la sensación a bordo siempre nos parecerá que, aún en medio del campo, nos desplazamos a la ópera. En la actualización de 2020, el Levante ganó también pulgadas en su pantalla del centro de mandos, superando la decena, y ofreciendo la más lógica relación en 'cinemascope'.

Tecnología dentro y fuera

Y otra función que no se pierde, sino que con cada nueva versión se implementa todavía más, es el número de tecnologías de ayuda a la conducción. En el Levante 2022 el mejor ejemplo de esta tendencia es sin duda la brutal iluminación en curva del modelo, que nos hace sentirnos realmente seguros en circulación nocturna.

Una conducción suave... a pesar del peso y del volumen

Los SUV están muy bien por tantas y tantas cosas (especialmente, por lo seguro que se sienten los conductores desde su posición más elevada, aunque ello sea un error de apreciación), pero también hay que gestionar que una carrocería tan voluminosa y, sobre todo, un conjunto de modelo tan pesado (casi 2.200 kilos) influye, como es lógico, a la hora de moverlo con agilidad. Y aunque ese examen el Levante lo supera con notable alto, hay que ser muy conscientes de, cual Aníbal, nos movemos a lomos de todo un 'elefante', que a pesar de su peso logra un índice de comodidad y fiabilidad, incluso en curvas de alta velocidad, que se nota respecto a un Ghibli, faltaría más, pero que nos permite confiar sin excepción en el rodar del modelo.

Lo bueno, evidentemente... se paga

Muchos de ustedes dirán al leer este artículo: "Y cómo no va a ser bueno, con lo que cuesta". Evidentemente, hablamos de un modelo premium, ergo caro (93.400 euros la versión diésel; 96.900 la de gasolina; 127.800 el 'clasificado S'; 165.400 el GTS; y 198.100 el Trofeo). Un verdadero 'pastizal' que no está ni mucho menos alejado, ni por arriba ni por abajo, de los principales modelos con los que compite (el Audi Q8, el Range Rover Velar o el Porsche Cayenne, entre otros), pero que, a tenor de la experiencia de los clientes en los primeros seis años de vida del Maserati Levante, vale cada uno de los muchos euros que hay que pagar por él.

Un SUV con todas las excelencias premium

No hace falta más que darse una vueltecita a bordo del Maserati Levante para que las sensaciones que sospechábamos nos iba a transmitir (el ojo, el primer sentido humano que entra en contacto con un coche, se enamora 'a primera vista') se cumplen casi en su totalidad, con pequeños 'peros' como el enorme peso del vehículo (algo inherente al segmento de SUV premium de tamaño grande). En definitiva, una compra más que justificada y placentera para el afortunado que se la pueda permitir.