El agua que atraviesa las Rías Baixas

Dice la leyenda que cuando Dios terminó de crear el mundo, apoyó su mano para descansar e impregnó su huella formando las rías gallegas. Este paraíso está diseñado con detalle, un lugar privilegiado y escogido para el descanso.

Kate Singer, de Estados Unidos, decidió hace 9 años quedarse en las Rías Baixas (ella misma lo cuenta en: https://turismoriasbaixas.com/i-love-rias-baixas). Aquí encontró lo que su alma buscaba. Esa paz, ese equilibrio, esa conexión consigo misma y con la naturaleza. Ella comienza cada día siguiendo el susurro del agua que esconde historias. Un auténtico paisaje de cuento de hadas.

 

A lo largo y ancho de la provincia de Pontevedra contamos con infinidad de enclaves mágicos y escondidos. Sin embargo, te recomendamos una pequeña muestra para abrir el apetito. Nuestro viaje comienza en Os Sobreirais do Arnego, municipio de Agolada. El entorno bien merece una visita. Siempre siguiendo el curso del río Arnego, descubriremos este “Lugar de Importancia Comunitaria”, con especies naturales como alcornoques, así como el típico bosque de ribera con freixos, abedules y ameneiros. Caminando por el valle fluvial sentirás que perteneces a este sitio, no querrás que la experiencia acabe.

 

Tan sólo a unos kilómetros de distancia se encuentra el puente colgante de O Xirimbao, uno de los más largos de Galicia, con 80 metros. Ideado para conectar dos cotos de pesca entre Teo y A Estrada sobre el río Ulla, te sentirás como un auténtico pescador del salmón, tan preciado en estas tierras. No puedes perderte el paseo por las dos riberas. A destacar las impresionantes secuoyas, una de las especies más longeva del mundo, que de repente te transportarán a otro lugar.

 

En las riberas de los ríos Ulla, Umia y Liñares florecen miles de manzanos, o maceiras en gallego. Es un increíble bosque de flores por el que deleitarse en abril y mayo. Más tarde crecerán las manzanas de las que se extraerá el preciado oro líquido, la sidra. La comarca de Tabeirós-Terra de Montes es ideal para disfrutar de entornos naturales y degustar productos únicos que ponen en marcha los cinco sentidos. No te arrepentirás.

La Carballeira de San Xusto en el municipio de Cotobade es otro paisaje idílico al que acudir. Punto de encuentro de leyendas, romerías y canciones bajo los robles centenarios que rodean su capilla. También aquí encontrarás bosques de ribera y caducifolios. A unos metros, justo al borde del tan famoso río Lérez se sitúa la antigua fábrica de la luz, una central hidroeléctrica donde todavía hoy se puede acceder a su agua sulfurada, con un olor característico, pero con propiedades curativas para distintas enfermedades. Recientemente restaurado como balneario podrás aprovechar todo el potencial que tienen sus aguas minero-medicinales. Siéntate en una de las rocas cerca del río, cierra tus ojos y disfruta del aroma a naturaleza y cantos de agua. Saldrás renovado y con fuerzas para continuar la aventura por las Rías Baixas.

 

Otro enclave que te dejará sin aliento se encuentra en Valga. Es la cascada de Raxoi junto con los molinos de Parafita. Se dice que “donde hay agua, hay vida” y aquí, sin duda, encontrarás vida en abundancia. Además, el entorno cuenta con pasarelas de madera que te guiarán por el cauce del río descubriendo colores, sonidos y aromas mágicos. Llegarás a una cascada que forma una tranquila poza para refrescarte. El paraje es bucólico, tienes que experimentarlo.

 

Desde el Jardín Botánico y la Carballeira de Caldas de Reis comienza una sorprendente ruta que nos llevará a un lugar escondido entre la naturaleza. Bordeando el río Umia se encuentra la cascada de Segade que cae con una fuerza impresionante. Se aprecia mejor a sus pies y justo al lado de la antigua fábrica de la luz. Si continúas caminando, verás el puente romano de Segade. Te deleitarás disfrutando de una estampa única.

 

Una senda que bien merece un paseo se extiende a lo largo del río Lérez, desde la Isla de las Esculturas, una zona de naturaleza que combina esculturas de piedra, hasta Bora. Realmente estarás sumergiéndote en un inmenso bosque verde y frondoso, siempre acompañado por el agua y los puentes. Incluso disfrutarás de la playa fluvial para darte un chapuzón antes de continuar por parajes con bosques de ribera y los restos de un antiguo balneario con su fuente de aguas minero-medicinales en el interior.

Entre los municipios de Fornelos de Montes y Pazos de Borbén se encuentra la “Senda da Fraga do Barragán”, ideal para perderse por sus caminos salpicados de molinos restaurados. Una estrecha pasarela te ayudará a recorrer parte de la senda, así como un puente de madera. Lo más curioso e idílico son unos pasos de piedra en el río, sentirás que caminas entre las aguas cristalinas. Sin olvidar sus cascadas bucólicas, un acueducto y el mirador sobre el embalse. Sin comparación.

 

Nuestra tierra posee un hipnótico tono verde, por supuesto, gracias a la cantidad de agua que en ella hay. Los ríos bañan el interior de la provincia y luego desembocan en el mar, formando nuestras tan cautivadoras rías. Un ejemplo es la ría de Vigo y los ríos que vierten su agua en él, el Verdugo y el Oitavén. Hace unos 2.000 años se construyó el puente de Comboa con sus tres arcos. Siguiendo el sendero podemos disfrutar de una hermosa playa fluvial. Río arriba encontramos un puente muy distinto, el puente colgante de Soutomaior casi en la unión de los dos ríos. Todo un regalo para tus sentidos.

Por último, nos acercamos al mar, pero sin abandonar el río Miñouba. En la parroquia de Domaio, perteneciente a Moaña, no te puedes perder las vistas sobre la ría de Vigo y el puente de Rande al fondo. Te vas a enamorar de “A Poza da Moura”, una cascada que luego forma una exótica poza natural con leyenda incluida. Descúbrela mientras remojas tus pies en la encantadora charca.

¿Por dónde quieres empezar? Será un viaje tan apasionado y cautivador que querrás vivirlo cada día de tu vida. Un flechazo tan inmediato que te conectará para siempre con las Rías Baixas. Te esperamos.

Para más información: turismoriasbaixas.com