Carlos Losada
Al aire libre
Recorremos los cabos españoles con el entorno más espectacular
Nuestras costas nos regalan parajes repletos de belleza e historia que merece la pena visitar
La condición peninsular del territorio que España y Portugal comparten provoca que haya un gran número de kilómetros de costa, concretamente 3.167 en España y 956 en Portugal. A estos hay que añadir los 1.478 Km. de las Islas Canarias y los 1.186 de las Baleares. Tal extensión no solo nos regala espectaculares playas, uno de los grandes atractivos turísticos de nuestro país, sino que además tenemos la oportunidad de disfrutar de otros accidentes geográficos que dan como resultado bellos paisajes. Entre estos emplazamientos vamos a hacer un repaso de los cabos más famosos y espectaculares que podemos visitar en nuestra geografía. Además, casi todos ellos tienen una gran relevancia histórica y han estado poblados desde tiempos inmemoriales.
Cabo de Finisterre o Fisterra
Comenzamos este periplo por el fin del mundo, allí donde la tierra se acababa para los romanos. El cabo coruñés de Finisterre es una visita casi obligada cuando se recorre esa parte de Galicia. De hecho, muchos peregrinos que llegan a Santiago de Compostela tras realizar el Camino, continúan el trayecto hasta toparse con el océano Atlántico en este mítico cabo que fue considerado Patrimonio Europeo en el año 2007. Allí podrás visitar su faro, que data de 1853, así como diversas piedras que tienen significados religiosos.
Cabo de Peñas
La costa cantábrica alberga paisajes de una belleza sobresaliente y un buen ejemplo es el que rodea a este cabo asturiano (el más septentrional del Principado), donde se alzan acantilados que superan los 100 metros de altura. Cabe señalar que desde la peña la Gaviera también podrás ver otros cabos que merecen la pena como es el cercano cabo de Vidio, cuyo acantilado de 80 metros impresiona al rodear su faro.
Y hablando de faros, el de Cabo Peñas fue construido en 1852 y cuenta con Centro de recepción de visitantes e interpretación del medio marino de Peñas (MEMAP), en el que hay cinco salas que recogen desde la historia de los faros, hasta la biodiversidad marina que hay en el entorno.
Cabo de Creus
El Cap de Creus es el punto más oriental de la Península Ibérica y está situado al norte del golfo de Rosas, en la provincia de Girona. El área que le rodea se caracteriza por su vegetación mediterránea y por contar con entorno de gran belleza. Tanto es así que lo declararon Parque Natural en el año 1998.
Si vas a recorrer la zona, debes saber que además de la estructura natural podrás visitar el municipio cercano de Cadaqués, el monasterio medieval de San Pedro de Rodas e incluso algunos restos de dólmenes levantados por viajeros de la isla griega de Rodas.
Cabo de Palos
Otro de esos lugares que han sido testigos de mil y una historias es este cabo murciano en cuyo terreno ya hubo un templo erigido en honor al dios fenicio Baal Hammon. Dado que su emplazamiento fue estratégico -y no solo por vigilar el Mar Menor y la famosa Manga- se fueron construyendo fortificaciones a lo largo de los siglos.
Actualmente la edificación más destacada es su impresionante faro, declarado bien de interés cultural en 2002. Si eres un apasionado al buceo, probablemente sabrás que en la Reserva Marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas encontrarás uno de los mejores lugares de Europa para practicarlo.
Cabo de Gata
Este cabo situado en el municipio almeriense de Níjar se caracteriza por la magia que desprende su entorno volcánico. Forma parte del Parque Natural Marítimo-Terrestre de Cabo de Gata-Níjar, y sus tierras las recorrieron griegos, romanos y árabes, entre otros muchos pueblos que han dejado su huella en la zona.
De gran valor natural, quienes visiten el cabo de Gata podrán disfrutar de sus playas y acceder a las ruinas que hay sobre el cerro de Testa, que corresponden a una antigua torre de vigilancia, la cual es una muestra de la importancia estratégica del mismo.
Cabo de Trafalgar
Este cabo mítico para los ingleses debido a la victoria que el almirante Nelson consiguió en sus aguas en 1805 (y que conmemoraron con un monumento en la plaza londinense que lleva el mismo nombre: Trafalgar Square) ofrece al visitante una de las puestas de sol más bonitas de Cádiz, provincia donde está situado.
Además de las playas que se llenan de los turistas que acuden a Caños de Meca ávidos por la virginidad de las mismas, bien merece una visita el faro que lleva en funcionamiento desde 1860.
Punta de Teno
Abandonando la Península Ibérica, nos desplazamos hasta la isla canaria de Tenerife para acercarnos a su extremo noroccidental, donde podrás darte un chapuzón en las aguas que bañan Punta de Teno.
Recorrer la carretera (antaño suponía un gran riesgo por peligro de derrumbamiento y por la mala calidad del trazado) que lleva hasta el paisaje volcánico que se introduce en el mar es uno de esos regalos que te hará esta isla afortunada si te decides a recorrer los lugares menos conocidos y transitados por los turistas.
Punta de Teno está situado en el municipio de Buenavista del Norte y en el parque rural que lo rodea encontrarás un faro construido en la década de los 70. Asimismo, no muy lejos se elevan los majestuosos acantilados de Los Gigantes.
Hay que apuntar que además de los aquí referidos, hay otros muchos cabos españoles que te ofrecerán estupendas vistas y otros muchos atractivos, como es el caso de Punta de Tarifa (Cádiz), Formentor y Cavallería (Baleares), Ajo (Cantabria), Estaca de Bares (Galicia), Machichaco (País Vasco) o Nao (Comunidad Valencian), entre otros.