Carlos Zapatero
Al aire libre
Casas cúpula, la última tendencia para vivir de un modo más natural
Prefabricadas, económicas y sostenibles. Así son una de las últimas tendencias para vivir o visitar
La tecnología está haciendo posible que cada vez surjan alternativas más sostenibles y originales para vivir. Lo que empezó con las casas prefabricadas, mucho más económicas que las tradicionales y más personalizables y ecológicas, ha experimentado una evolución en los últimos años que se ha convertido en una tendencia en todo el mundo.
Hablamos de las casas cúpula o Smartdome, como también se les conoce. Viviendas móviles que tienen forma de burbuja y que, desde un precio aproximado de 20.000 euros, permiten a sus dueños vivir en cualquier parte del mundo que la legislación lo permita. Entre los puntos que destacan está su capacidad para personalizarlas al completo. Por lo que, siempre que su seguridad no se vea comprometida, es posible añadir tantos cristales como se requiera. Permitiendo obtener unas vistas inigualables y economizando al máximo el impacto de la luz solar.
Fabricada a partir de elementos triangulares
Cada una de estas casas está fabricada a partir de elementos triangulares que conforman las diferentes caras hexagonales y pentagonales de cada vivienda. Gracias a sus características, su instalación es posible en cualquier entorno, ya que es posible acoplar diferentes bases dependiendo del tipo de terreno.
Hacen falta poco más de 6 horas para poder construir cada una de estas viviendas. Gracias a los materiales con los que están fabricadas, en su gran mayoría de carácter biodegradable, tienen un escaso impacto ambiental. Por lo que son especialmente recomendadas para entornos naturales. Además, no necesitan de muros de carga y apenas cuentan con elementos de construcción, por lo que sus residuos, una vez se quieran desmontar, son ínfimos.
Diseño modular ampliable
Por sus características geométricas, están diseñadas para que sean fácilmente ampliables a través de diferentes módulos. Por lo que se pueden añadir más habitáculos en caso de necesidad. Sin embargo, esto no hace que se vea comprometida su durabilidad. De hecho, son varios los hoteles en todo el mundo que comienzan a hacer uso de ellas para brindar a sus huéspedes una experiencia natural que mediante la fabricación tradicional sería imposible de alcanzar.
Una de las empresas que se encargan de la construcción de este tipo de diseños es Biodomes. Su web afirma que este tipo de viviendas soportan vientos de hasta 140 km/hora y son capaces de resistir a movimientos sismicos de gran magnitud.