Cinco errores que cometes al ir a buscar setas

Ir a buscar setas es una actividad que nos permite hacer ejercicio y disfrutar del día en un entorno natural en familia y amigos y cómo no, disfrutarlas luego en el plato. Pero nuestro paso por el monte ha de ser imperceptible para sus habitantes y para aquellas personas que vendrán después.

En ocasiones cuando se va a buscar setas, ya sea por falta de sensibilidad con el entorno o por desconocimiento, la manera en que se actúa puede afectar negativamente el medio. En este caso, te describimos algunos de los errores más habituales que se comenten al recoger setas y que afectan al ecosistema.

1. Estropear el entorno

Un error muy común al buscar setas es levantar la pinocha y el musgo alrededor de lugar donde hemos encontrado setas con la intención de ver si hay más en la zona. Este acto que parece inofensivo daña el micelio que se ha ido generando. Solo hay que coger aquella seta que sobresale del musgo y de las hojas del suelo.

2. Llevarse las setas carcomidas

Algunas setas son más perecederas que otras, tienden a carcomerse más rápido, por ejemplo, los níscalos y aun así hay quien se los lleva a casa. Si al recogerlas ves que están carcomidas ya sabes que acabarán en la basura, no podrás comerlas. Entonces ¿para qué llevarlas? Déjalas en el bosque, colgadas de alguna rama o arbusto con las láminas hacia el suelo. De esta manera las esporas podrán esparcirse mejor y facilitar el crecimiento natural de más setas.

3.  Cogerlas todas sin conocerlas

Hay quien va al campo y coge todas las setas que encuentra y, una vez en el coche, hace la selección, dejando aquellas setas no comestibles en el suelo, a un lado. Otros, si bien no las recogen, sí las rompen con la finalidad (entiendo) de que nadie pueda cogerlas por error e intoxicarse. Todas las setas, las comestibles y las no comestibles, tienen su función en el ecosistema, con lo que no hay que estropearlas y, por supuesto, si no se conocen, no se cogen.

4. Arrancar o cortar

Esta es la pregunta que nos hacemos cada vez que vamos a buscar setas y es que ni siquiera los expertos del tema acaban de ponerse de acuerdo. Podríamos decir que la respuesta es “Depende”. Depende de la seta y de lo que implique para el micelio. Los defensores consideran que arrancando la seta el micelio queda más protegido, se daña menos, y que dejando el trozo de pie se podrían causar daños al descomponerse.

En función del tipo de seta silvestre, es mejor arrancarlas, por ejemplo, los boletus y rebozuelos; en cambio las setas que crecen más a ras de suelo, como los níscalos, las setas de cardo y las trompetas de la muerte, es preferible cortarlas con una navaja. Si hablamos de setas de cultivo, los champiñones y shitake se arrancan; las setas de ostra se cortan en ramilletes.

Finalmente mencionar un estudio elaborado por el Instituto Federal de Investigaciones Suizas, WSL, en el que se llegó a la conclusión de que, en setales y zonas de producción con alto tránsito, cortar o arrancar las setas, no afecta tanto al micelio como lo hace la compactación del suelo fruto de los pisoteos continuos.

5. Guardarlas en una bolsa de plástico

A la hora de ir a buscar setas hay que ir preparado, no solo con buen calzado y ropa adecuada, sino también con un buen cesto, uno adecuado para la recolección de setes, evitando siempre utilizar bolsas de plástico que impidan que las esporas se vayan esparciendo por el campo a medida que caminamos, con el consiguiente agravio para la flora micológica de la zona.

Finalmente, cuando vayamos a buscar setas no debemos olvidar que la mejor manera de conservar el entorno es dejarlo limpio y, en este sentido, si podemos recoger algunos desechos y restos de basuras que encontremos a nuestro paso, estaremos haciéndole un favor al monte, pero sobre todo a nosotros mismos.