Victoria Herrero
Al aire libre
Un día conociendo la cascada de Fervenza de Belelle y la comarca de Ferrol
Un escenario natural entre frondosos bosques, saltos de agua y una ciudad de pasado naval
Fervenza es la palabra gallega para denominar una caída natural de agua. Una cascada o escarpada corriente que va erosionando poco a poco las rocas sobre las que choca y discurre en su trazado natural. Una definición de hidrología que se entiende mucho mejor si se ve este accidente geográfico en vivo y en directo. Y para ello hoy viajamos hasta Galicia, a la zona de la comarca coruñesa de Ferrol, para conocer una cascada espectacular: Fervenza de Belelle y toda esa comarca tan especial.
Un lugar mágico para los sentidos
El río que da nombre a este lugar nace en otra bella zona, las Fragas do Eume, en el municipio de As Pontes, y llega a desembocar cerca de la localidad de Neda. Precisamente, en este estratégico punto se encuentra casi oculta y ajena a las miradas de los turistas la Fervenza de Belelle. En total más de 40 metros en un salto de agua que es uno de los más altos de la comunidad gallega.
Un paraíso en mitad de la naturaleza ya no solo por este espectáculo acuático, sino por el impresionante escenario en el que se ubica, entre bosques de robles y castaños. El destino perfecto para una excursión sencilla en familia y que comienza en las mismas inmediaciones del pueblo de Neda desde donde parte una pista asfaltada.
Lo mejor es que dejemos el coche en este lugar y emprendamos el camino a pie, río arriba entre la frondosa vegetación. Los primeros pasos nos llevan junto a una pequeña central eléctrica, luego cruzaremos la zona fluvial y, en unos pocos minutos, estaremos contemplando el impresionante salto de agua. Si somos aventureros y estamos en buena forma física podemos, en el camino de regreso, desviarnos hacia el mirador de Viladonelle. Una subida con bastante pendiente hasta un majestuoso palco natural desde donde se ve de frente la fervenza.
Monasterio de San Juan de Caaveiro (Bigstockphoto)Fragas do Eume
Como hemos comentado anteriormente, esta ruta de especial belleza natural no tendría sentido sin el nacimiento del río Belelle. Y para eso tenemos que trasladarnos al Parque Natural de Fragas do Eume.
Hablamos de uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de todo el continente europeo con sus más de 9.000 hectáreas de extensión. Todo no lo vamos a recorrer, pero la mejor forma de descubrir este rincón ambiental es hacerlo a pie en algunas de las rutas de este parque. Robles, chopos, fresnos, helechos y alisos (hasta 20 especies distintas) nos acompañarán en un camino hasta el monasterio de San Juan de Caaveiro, cuyas piedras han contemplado más de 10 siglos de historia asomadas al bello paraje.
El río Belelle nace en estas tierras pero el verdadero protagonista de los senderos es el Eume, que da nombre al parque natural. Un discurrir fluvial que en algunos casos ha llevado a que se forme un profundo cañón de piedra con un desnivel de hasta 300 metros en algunos tramos. Pero para estampa impresionante la que podemos contemplar desde la presa fluvial con unas vistas privilegiadas de la zona.
Vista de la localidad de Mugardos cerca de Ferrol (Bigstockphoto)Y para terminar esta bella excursión: Ferrol
Y ya que nos encontramos en la zona, no hay mejor lugar para cerrar este día al aire libre con toda la familia que con una visita a la ciudad de Ferrol. Buena parte del turismo que se acerca a tierras gallegas lo hace sobre todo para descubrir sus playas o las ciudades de A Coruña, Santiago de Compostela o Vigo. Sin embargo, esta localidad bien merece un paseo para contemplar algunos de los secretos que guarda. Una ciudad marcada para siempre por su pasado militar.
Así pues, entre los imprescindibles que no pueden faltar en nuestra visita a Ferrol destacamos:
- El señorial barrio de la Magdalena justo en el centro de la ciudad y donde se localiza, entre otros edificios emblemáticos, el ayuntamiento.
- Un recorrido en barco por la ría haciendo sendas paradas en los castillos de San Felipe y la Palma.
- Conocer la historia naval de Ferrol en una visita al Palacio de Capitanía donde antiguamente residía el almirante que recibía a personalidades de la talla de la reina Isabel II. Un pasado marinero que también descubriremos en el Museo Naval de Ferrol (@Museo_Naval) y en Exponav (@exponav). Un lugar único que seguro encantará a los más pequeños de la familia al descubrir todo tipo de embarcaciones; hasta de piratas y corsarios.
- La parada gastronómica es casi una obligación si vamos a Galicia y en este caso lo más recomendable (y apetecible) es ir al pueblo marinero de Mugardos y probar el pulpo como lo cocinan sus vecinos.
- Y para bajar la comida nada como un paseo en plena naturaleza. El que nos llevará hasta el faro de Cabo Prior donde las vistas de la costa son espectaculares sobre todo al atardecer.