Carlos Losada
Al aire libre
La magia del Hayedo de la Tejera Negra en otoño
Carlos Losada
Foto: Bigstock / Turismo de CLM
Viernes 25 de octubre de 2019
ACTUALIZADO : Lunes 28 de octubre de 2019 a las 9:48 H
3 minutos
Este bosque situado en Guadalajara ofrece bellas estampas de colores propios de estas fechas
Uno de los lugares más espectaculares que visitar cuando el otoño comienza a teñir de ocres, amarillos y marrones los bosques de nuestro país lo encontramos en la provincia de Guadalajara: el Hayedo de la Tejera Negra.
Con hayas que llegan a los 300 años de antigüedad, esta superficie boscosa se sitúa en el noroeste de la provincia de Guadalajara, en una zona perteneciente al Macizo de Ayllón y que forma parte del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, el cual, a su vez, está calificado como Zona de Protección Especial.
De visita al hayedo
Destacar los atractivos de visitar este hayedo en época otoñal resulta innecesario al ver una sola imagen, pues la belleza del entorno y el contraste de los colores hablan por sí mismos. De hecho, con un simple paseo el visitante se enamorará de un entorno que parece sacado de algún cuento de hadas.
Las hayas, acompañadas de acebos, abedules y tejos, pueblan dos valles que podrás visitar en un recorrido circular: el valle del Lillas y el valle del Zarzas, los cuales se internan paralelos en las formaciones montañosas. El primero de ellos se caracteriza por ser algo más abierto y contar con una mayor extensión, mientras que el segundo presenta paisajes mucho más angostos, dando lugar a afilados barrancos.
Reserva tu plaza
Eso sí, no te aventures en el que es uno de los hayedos más meridionales de Europa, ya que antes deberás reservar, dado el gran interés que despierta. No obstante, si solo realizas una de las dos rutas que se pueden hacer, la Senda del Robledal, no será necesario que hagas reserva; claro que esta tiene una distancia de 17 Km. y enlaza con la Senda de Carretas, de 6 kilómetros y la más atractiva. En ambas encontrarás diversos paneles para la interpretación del entorno, así como balizas e indicaciones para que no te pierdas.
Si no estás en buena forma física, lo mejor será que recorras la Senda de Carretas y que lo hagas según sean tus fuerzas, aunque no resulta complicada y te invitará a parar en muchas ocasiones para paladear las bellas estampas que te ofrece.
Asimismo, si eres un apasionado de la bicicleta, también hay una senda circular preparada para estos vehículos. Es circular y tiene una longitud de 21 kilómetros