Mariola Báez
Al aire libre
El Parque de El Capricho, una pequeña joya en Madrid que tienes que conocer
Este jardín histórico en la Alameda de Osuna es parte del patrimonio artístico natural de la ciudad
El nombre no puede ser más acertado, porque realmente este es un parque muy especial. Coqueto, romántico, con mil pequeños detalles y rincones secretos donde perderte, un verdadero capricho de María Josefa de Pimentel, duquesa consorte de Osuna, que tomó forma en 1784. El Capricho es un jardín donde es fácil dejar volar la imaginación y viajar al siglo XVIII, al entorno de la nobleza ilustrada de la época. Recorrerlo es una delicia, entre fuentes, esculturas, estanques, puentes y una frondosa vegetación que hace olvidar que te encuentras en Madrid.
El parque, cuya titularidad corresponde al Ayuntamiento de Madrid (@Visita_Madrid), está presidido por el Palacio de los Duques de Osuna, un espléndido edificio del XVIII cuya apertura como museo está muy próxima. Además, el recorrido por el jardín guarda otras muchas sorpresas, que hacen que pasar un día disfrutando de esta naturaleza “urbana” sea todo un acierto.
Los secretos del parque más romántico de Madrid
No es muy grande, unas 14 hectáreas, pero este jardín en un pequeño tesoro que se divide en varios espacios paisajísticos distintos. Delante del palacio se encuentra los parterres, diseñados siguiendo el estilo de los jardines franceses de la época. También tienes áreas de arboleda inspiradas en los jardines italianos y otras donde la naturaleza más exuberante impone sus normas.
En un agradable paseo, no puedes dejar de acercarte a algunos de los puntos más bonitos e interesantes del parque, como el coqueto Templete de Baco, escondido entre la vegetación y todo un símbolo de El Capricho; el lago central, donde verás el embarcadero y el encantador puente de hierro; la Fuente de las Ranas, a la entrada del palacio; o el salón de baile.
Y, por si esto fuera poco, el parque tiene su propio laberinto vegetal, formado por arbustos de laurel que, a día de hoy, respetan el diseño original. Como curiosidad, también puedes acercarte a ver la pequeña ermita de fray Eusebio, que se ubica en la zona central.
Además de disfrutar de un recorrido por este frondoso parque, donde el agua es protagonista, también puedes descubrir uno de los secretos mejor guardados de El Capricho. A 15 metros bajo tierra, reside un antiguo búnker de la Guerra Civil, tal vez el más grande que se conoce, de 2.000 metros cuadrados y preparado para soportar bombas de más de 100 kilos. Fue construido en 1937 y pueden verse las distintas estancias, desde la cocina hasta las habitaciones que sirvieron de Cuartel General del Ejército Republicano de la zona Centro. Las visitas son guiadas y requieren reserva previa en la web de Patrimonio del Ayuntamiento de Madrid.