Parque Natural das Fragas do Eume, el bosque secreto donde habitan trasgos y meigas
Rutas para para conocer un bello paraje gallego donde la naturaleza ha desplegado toda su magia
Tal vez sea la vegetación exuberante, los arroyos y saltos de agua que buscan el cauce del Eume, los árboles que, a ratos, no dejan ver el cielo o quizá, esos helechos gigantes que parecen sacados de épocas prehistóricas… no se sabe exactamente qué es, pero este rincón, al norte de Galicia (@Turgalicia), en la provincia de A Coruña, podría ser el lugar perfecto de reunión de hadas, brujas y duendes.
Fragas do Eume es parque natural desde 1997 por tratarse de uno de los bosques atlánticos más bellos y mejor conservados de toda Europa. Supera las 9.000 hectáreas y se extiende a lo largo del recorrido del propio río, combinando zonas llanas, de fácil acceso, con otras donde el Eume, en su tramo final, transcurre por un estrecho cañón, de paredes rocosas, en su camino hacia el mar.
Lo que el bosque esconde
La densidad y las mil tonalidades de los bosques de robles, fresnos, alisos o castaños, invitan a descubrir este espacio natural donde habitan multitud de especies de aves, mamíferos, invertebrados y reptiles.
El Parque Natural Fragas do Eume abarca varios municipios formando casi un triángulo perfecto, entre As Pontes, Pontedeume y Monfero. Para programar tu visita y elegir la ruta que más te interese, lo mejor es dirigirte a alguno de los dos centros de interpretación del Parque. Uno se encuentra en Monfero y el otro, en el km. 5 de la carretera Ombre – Caaveiro.
Son muchos los senderos que recorren este bosque encantado. Tienes rutas tan bonitas como sencillas de realizar, muy bien señalizadas y con paneles explicativos para que puedas entender qué guarda el espléndido paisaje que te rodea. Una de las más recomendables es la del Camino de Os Encomendeiros, que arranca en Pontedeume y te llevará, tras cruzar el puente colgante de Cal Grande, hasta el monasterio de San Xoán de Caaveiro. Una joya del siglo XII que parece ser el guardián del bosque. Sin duda, es parada obligatoria en cualquier recorrido.
Desde Monfero, también es posible adentrarte en el Parque y descubrir su extraordinaria frondosidad. Desde aquí, es fácil llegar al monasterio de Santa María de Monfero con su original fachada que recuerda a un tablero de ajedrez.
Elijas el camino que elijas, el entorno del Parque Natural das Fragas do Eume te permitirá confirmar que los bosques “de cuento”, existen.
