Mariola Báez
Al aire libre
Parque Natural Saja-Besaya, la mayor masa boscosa de la Cordillera Cantábrica
Descubre las mejores rutas para sumergirte en este paraíso verde, que guarda más de una sorpresa
Declarado Parque Natural en 1988, el entorno del Saja-Besaya (@PNSajaBesaya) es un regalo para cualquiera que sepa valorar la riqueza de un espacio único, teniendo en cuenta su espectacular vegetación, su geomorfología y esa fauna que vive inmersa en lo más profundo del bosque o en los picos más elevados de la cornisa cantábrica.
El parque supera las 24.000 hectáreas y se ubica en la zona centro occidental de Cantabria (@cant_infinita), abarcando un total de seis municipios: Ruente, Arenas de Iguña, Cieza, Cabuérniga, Los Tojos y Campoo de Suso. Las alineaciones montañosas protegen los cauces de los ríos Saja y Besaya, cambiando su paisaje a medida que ganan altura. En cualquier recorrido podrás comprobar cómo los espléndidos bosques de robles dan paso a las hayas y, más arriba, a los abedules y acebos.
En todo el parque las áreas boscosas alternan con extensos pastizales y explotaciones agropecuarias de uso privado. También tienes zonas recreativas para disfrutar, en plena naturaleza, de numerosas actividades y en las que es posible acampar o hacer un picnic.
Opciones perfectas para conocer este espacio natural
Te esperan muchos senderos por recorrer, algunos cortos y sin dificultad y otros para expertos montañeros. En el parque todos tienen cabida y un buen punto de inicio para saber qué ruta es la idónea para ti es el Centro de Interpretación del Parque Natural Saja-Besaya, en Los Tojos.
Entradas naturales al parque tienes otras igualmente válidas. Puedes acercarte hasta el pequeño pueblo de Ucieda, muy cerca de Cabuérniga, o a Reinosa, desde donde es muy fácil llegar al puerto de Palombera, uno de los miradores naturales más bonitos, desde donde tendrás una vista privilegiada de lo que te ofrece este enclave.
Los recorridos posibles son de lo más variados. Si es tu primera visita, la llamada Ruta de los Puentes es de las más recomendables. Parte de Ucieda y recorre todo el valle del Bayones. Se trata de un camino circular que admite dos itinerarios: uno de 10 km y otro de 18 km, para los que estén más en forma. La vegetación, que favorece la presencia de arroyos y saltos de agua (de ahí la necesidad de cruzar numerosos puentes), hace que el paseo sea encantador. Con suerte, podrás ver algunos de los animales que han hecho de este lugar su hogar: ciervos, corzos, jabalíes o incluso algún escurridizo urogallo.
Si te apetece, también puedes visitar el conjunto histórico-artístico de Bárcena Mayor, el único núcleo urbano inmerso en el parque. Pasear por sus calles, salpicadas de casas típicas de la arquitectura de montaña, resulta una delicia. Desde aquí parten dos rutas más que apetecibles. Una te llevará hasta la próxima localidad de Ozcaba (a unos 20 kilómetros) y la otra hasta el pozo de la Arbencia, una de las cascadas-pozas más bellas de todo el lugar.
Por último, es importante destacar que desde Ucieda tienes una espléndida ruta adaptada para personas con problemas o limitaciones en la visión, con ella es fácil comprobar que la belleza del Saja-Besaya se puede disfrutar no solo con la vista, también con el resto de sentidos.