Verónica Mollejo
Al aire libre
Por qué visitar el bosque "encantado" de Òrrius, en Barcelona
El famoso bosque de Òrrius está situado a unos 30 minutos en coche del centro de Barcelona
Òrrius no es solo la población más pequeña de El Maresme (@CostaBcnMaresme), una comarca de la provincia de Barcelona, con apenas cinco kilómetros cuadrados de extensión y 654 habitantes. También es un lugar mágico, ideal para desconectar de los ruidos, las prisas y el estrés vinculados a la gran ciudad, y sumergirte de lleno en un paraje natural de increíbles vistas y repleto de leyendas urbanas.
Y es que a pesar de los atractivos turísticos de este municipio, entre los que se encuentran la iglesia de San Andrés, que data del siglo XVI y sigue un estilo gótico tardío; la iglesia de San Bartolomé de Cabañas, documentada por primera vez en 1191; y el Turó de Céllecs, una pista donde practicar escalada, senderismo o bicicleta; el bosque que le rodea es el responsable de que el turismo se mantenga inalterable al paso del tiempo.
El bosque "encantado" de Òrrius
Aunque se trata de un entorno que encandila a cualquier amante de la naturaleza, la mayoría de curiosos acuden al bosque de Òrrius con un objetivo claro: ver en primera persona las figuras de piedra que viven entre sus árboles. Similares a las célebres estatuas de la Isla de Pascua, se cree que el origen de estas curiosas esculturas está ligado a un grupo de artistas locales que fueron tallando sus creaciones en este entorno virgen, fomentando una leyenda que lo ha convertido en uno de los destinos esotéricos más interesantes del país.
Y es que muchos supersticiosos consideran demasiado simple dicha explicación, dando más protagonismo a los duendes, las brujas y los trasgos, otra criatura propia de la mitología clásica del norte de España, que habitan en el bosque y que están protegidos por estas imponentes figuras de roca. Además, las cuevas y los lugares oscuros que también incluye este paraje han avivado dicha suposición.
Sin embargo, lo más curioso del asunto es que las estatuas, que lucen formas humanas y de animales, presentan en la superficie diferentes inscripciones u objetos colgantes capaces de helar la sangre a cualquiera. Por ejemplo, la Roca de las Cruces es una de las más inquietantes, pues está cubierta por un conjunto de cruces que, según cuenta la leyenda, representan las víctimas del bandolero catalán Perot Rocaguinarda, que adoptó el bosque como su hogar y guarida en el siglo XV. ¿A qué esperas para adentrarte en este misterio sin precedentes?