Teresa Rey
Al aire libre
Estas son las rutas más sencillas para descubrir La Pedriza
Este conjunto granítico de la Sierra de Guadarrama es un paraje único para descubrir paseando
La Pedriza constituye un conjunto granítico de un gran interés geológico y paisajístico, y está ubicado en el sureste del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Se halla en el término municipal de Manzanares el Real, al noroeste de la Comunidad de Madrid. Una de las mejores formas de acercarse a la naturaleza que encierra este paraje es paseando por el mismo, a través de la gran cantidad de rutas que posee este entorno.
No todas entrañan la misma dificultad, de hecho algunas implican cierta dureza y al mismo tiempo muy buena condición física. De modo que si nos gusta el senderismo y queremos descubrir este paraje, podemos hacerlo a través de sus senderos más sencillos en un primer momento, y cuando estemos preparados aventurarnos por otros de mayor complejidad.
De Canto Cochino al Collado de la Dehesilla
Esta es una de las rutas más conocidas de La Pedriza y sale del aparcamiento de Canto Cochino. Desde aquí se tiene que coger la autopista de “La Pedriza”, que se sitúa al lado izquierdo de las casas forestales, tras pasar el puente. A lo largo de este sendero, que tiene una extensión de cuatro kilómetros, se aprecia la silueta de Peña Sirio, para después acceder, a través de una pasarela, al Prado Peluca.
Luego veremos el refugio de Giner de los Ríos, y a partir de este punto se van contemplando distintos puntos de interés como el domo Tolmo, que tiene más de 18 metros de altura. Si continuamos alcanzaremos tranquilamente el Collado de la Dehesilla, con 1.453 metros de altura, lugar desde el que se pueden hacer bellas instantáneas de este conocido paraje de la sierra madrileña.
El camino es todo el rato en pendiente, aunque no es muy exagerada, aunque en subirla se suele tardar cerca de dos horas. Sin embargo, la bajada se hace más llevadera y se suele terminar en una hora y media aproximadamente.
Ruta el Alcornoque del Bandolero
Este paseo posee una dificultad baja y se puede hacer en un par de horas. Parte del aparcamiento del Tranco, situado en el pueblo de Manzanares el Real, y está en una zona llamada el Alcornocal. En esta parte antiguamente predominaban los alcornoques de ahí que se llame de este modo. El peculiar nombre de la ruta se debe a una leyenda en la que se dice que Pablo Santos, un bandolero del siglo XIX, utilizó este árbol como refugio y para guardar en él lo que obtenía de sus saqueos.
A lo largo de este camino se va bordeando una senda que recorre varias casas del pueblo. Al poco se alcanza una pradera con un arroyo que hay que atravesar. Después, al encontrarnos con una bifurcación se ha de coger la senda de la izquierda. Atravesaremos unos riscos y enseguida nos toparemos con el famoso alcornoque.
Ruta la Cruz del Mierlo
Es una ruta lineal que se halla en el macizo de los Porrones, y también se la relaciona con una curiosa historia. Según se dice, que en el siglo XIX había un pastor, el Mierlo, que habitaba en la zona, y un día se encontró a una joven entre las montañas a la que habían secuestrado los bandoleros. El hombre devolvió a su hogar a la chica, pero esta falleció después de forma violenta sin que se descubrieran los motivos. La joven fue enterrada bajo la Cruz del Mierlo, que está en el Collado de Valdehalcones, al lado de una valla que marca el límite Manzanares el Real y Mataelpino.
El recorrido tiene seis kilómetros y se puede hacer entre dos y tres horas y media. Comienza en una pista cerrada al tráfico en el collado de Campuzano. El camino es en general fácil salvo una pequeña subida que puede ser algo más dificultosa. La primera parte es la más sencilla pues va por la citada pista, y luego se torna más agreste y por ello es necesario prestar atención a las señalizaciones que a veces están ocultas por la naturaleza del entorno.
Ruta a la Cueva del Ave María
Esta opción para conocer esta parte de la sierra madrileña, también parte del aparcamiento del Tranco. Es circular y no resulta muy complicada, aunque se tarda unas cinco horas en realizarla al completo. Esta cueva se formó por el desprendimiento de unos bloques de granito que creó este espacio que es similar a una cavidad.
En este caso hay que dirigirse hacia el collado de la Cueva y luego seguir la senda de la Rinconada, a continuación tendremos que seguir por un desvío y coger otro camino en el que a través de distintas marcas se alcanzará la famosa cueva. No obstante, el acceso a la misma es algo complicado, de modo que deberemos tener precaución si queremos entrar, o sino simplemente podemos quedarnos un poco más abajo y verla desde esta perspectiva.