Mariola Báez
Al aire libre
Cinco monumentos naturales que demuestran la creatividad de la naturaleza
Formas geológicas imposibles y paisajes que despiertan curiosidad y asombro a partes iguales
Un Monumento Natural es una de las cinco figuras de protección especial que recoge la Ley Estatal de 2007 (@mitecogob). Las otras son Parques, Reservas Naturales, Áreas Marinas Protegidas y Paisajes Protegidos. Son las distintas comunidades autónomas las que otorgan este reconocimiento a elementos que poseen un valor único en el medio natural en el que se encuentran. Puede tratarse de una peculiar formación geomorfológica como una roca, una cueva, un acantilado o un barranco. También puede ser un antiguo yacimiento paleontológico, una formación vegetal, como un bosque o incluso un único árbol. La belleza, la rareza, el interés científico y/o cultural son aspectos que determinan esa denominación.
Monumentos naturales que merece la pena concocer
Por suerte, repartidos por toda la geografía española, hay muchísimos monumentos naturales, de características y valores muy diversos. Si viajas al lugar donde se encuentran, no dudes en acercarte a contemplarlos porque es bastante probable que, por unos minutos, te falten las palabras para describir lo que estás viendo. La elección ha sido difícil, pero aquí tienes una pequeña muestra de las joyas que la naturaleza nos regala.
Roque Nublo (Gran Canaria)
Esta misteriosa roca, que alcanza los 90 metros de altura, es todo un símbolo de la isla de Gran Canaria (@turismogc). Lugar de culto desde la época de los aborígenes, siempre rodeado de leyendas, el roque surgió en el segundo periodo de erupciones volcánicas que dieron forma a la isla redonda.
En la cumbre, sobresaliendo entre los pinares, ahora quemados por el terrible incendio que asoló la zona el pasado verano, sigue el enorme monolito cerca del cual hay otras dos curiosas formaciones rocosas: la rana y el fraile, fácilmente reconocibles. Toda el áea es Reserva de la Biosfera y el Roque, que mira a la vecina Tenerife, es monumento natural por derecho propio.
Los Barruecos (Cáceres)
También las formaciones rocosas son las protagonistas en este caso. Los Barruecos es un paisaje distinto a todo y difícil de definir. Se trata de un conjunto de enormes bolos graníticos repartidos en un área especialmente plana, en la que debido a la poca permeabilidad del suelo se han formado charcas y pequeñas lagunas en las que se reflejan las rocas, creando un paraje de extraña belleza.
Los bolos, a veces en grupo o en "solitario”, sirven de refugio a numerosas especies de reptiles y el conjunto, monumento natural desde 1996, es también el hábitat perfecto para aves acuáticas y pequeñas rapaces. De todas ellas, la cigüeña blanca es el emblema del lugar. Los Barruecos se encuentran a pocos kilómetros del municipio de Malpartida de Cáceres (@Malpartida_cc) y, como curiosidad, hay que decir que sus rocas moldeadas por la erosión durante miles de años han sido el decorado perfecto para más de una escena de la famosa serie Juego de Tronos.
Duna de Bolonia (Cádiz)
Este “monstruo” de arena fina y blanca se encuentra en la ensenada y playa de Bolonia, en Cádiz (@Cadiz_Turismo), formando parte del Parque Natural del Estrecho, en el istmo de Punta Camarinal, uno de los pocos paisajes que permanecen casi intactos en la costa gaditana. La duna alcanza los 30 metros de altura sin perder su forma suave y ondulada, y su base tiene más de 200 metros.
La lengua de arena destaca en el paisaje lunar en el que está inmersa no solo por sus considerables dimensiones, sino porque avanza hacia el interior, huyendo de la fuerza de los vientos del estrecho. De manera imperceptible, poco a poco se mueve y penetra en el pinar que se encuentra junto a ella, también de gran valor ecológico, por lo que ya se han plantado distintas especies vegetales, también autóctonas, para intentar frenar su avance. Sin duda, un espacio natural único que además guarda un monumento “vivo”.
Bufones de Arenillas (Llanes, Asturias)
Esta vez es el mar el responsable de cincelar pacientemente la roca de la planicie kárstica que se atreve a asomarse en forma de acantilado. La erosión ha creado formas caprichosas en toda la costa oriental asturiana (@TurismoAsturias) y también ha conseguido horadar imponente huecos verticales por los que se asoma y “bufa”, cuando sus olas golpean con fuerza. Contemplar este monumento natural en forma de agreste acantilado impacta, pero cuando el mar embravecido azota la roca y sale de entre sus grietas, es un espectáculo que asombra a todo el que lo contempla. La mejor manera de acercarte a ellos es desde la localidad de Puertas de Vidiago.
Torrent de Pareis (Mallorca)
Los torrentes de Pareis, Gorg Blau y Lluc, que arrancan de la Sierra de Tramuntana, en el interior de Mallorca (@TurismeBalears), se abren paso hacia la costa llegando a la playa de Sa Calobra. El de Pareis es el cañón más espectacular, con un recorrido de más de tres kilómetros, en el que sus agrestes paredes kársticas alcanzan, en algunos puntos, los 200 metros de altura.
En este paisaje abrupto, que sorprende en la turística isla balear, habitan más de 300 especies de flora, algunas endemismos isleños, así como numerosas aves marinas, reptiles y anfibios. Como curiosidad, en julio tiene lugar aquí un concierto de jazz que, con el poderoso acantilado como auditorio perfecto, se convierte en una experiencia única.