Teresa Rey
Al aire libre
Descubre las formas escarpadas de la Reserva Natural de las Hoces del Río Cabriel
Esta corriente fluvial forma una frontera natural entre la provincia de Cuenca y Valencia
El río Cabriel, afluente del Júcar, hace de frontera natural entre la provincia de Cuenca y Valencia, formando unas impresionantes hoces al sur de la presa de Contreras, que abarca varias poblaciones conquenses, como Minglanilla, además de la valenciana Villagordo del Cabriel. En su margen derecho la corriente fluvial recorre doce kilómetros dando lugar a estas espectaculares hoces, que configuran la Reserva Natural más amplia de las que alberga Cuenca: la Reserva Natural de las Hoces del río Cabriel.
Fauna protegida
Dentro de la Reserva, el paisaje que configuran las formas surgidas de los procesos erosivos en los Cuchillos de Contreras, las Hoces del Cabriel y el Valle de Fonseca, contrarresta con la panorámica que hay en los alrededores, que apenas presenta grandes relieves.
Para conocer este lugar hay que andar por cada uno de sus rincones para descubrir las singularidades que encierran. Por un lado, tenemos la vista de las Hoces, con sus paredes escarpadas y farallones de unos cien metros de altura; mientras que los Cuchillos, haciendo gala de su nombre, muestran unos perfiles puntiagudos. Y luego están las cárcavas del Valle de la Fonseca, de modo que todo en su conjunto constituye un paisaje único.
A lo largo de nuestro paseo por este enclave, que solo se puede explorar en parte al estar restringido, hemos de ser conscientes del valor faunístico que encierra. Las formas rocosas han permitido que entre sus recovecos se asienten algunas especies de aves como el águila perdicera, el águila real o el halcón peregrino. Además, hay un mamífero cuya capacidad de adaptación a estos enclaves sinuosos y de suelos duros es máxima, ya que constituyen su hábitat natural, nos referimos a la cabra montesa. En el río destaca la presencia de la nutria, el único paraje de la zona donde habita.
En cuanto a la vegetación podremos contemplar el bosque mediterráneo que se ha conservado bien debido a la orografía pedregosa y en pendiente de la zona, que ha evitado usos agrícolas y ganaderos en la zona. En nuestro paseo podremos apreciar jazmín silvestre, lentiscos o madroños, entre otras especies. En la parte de las crestas rocosas destaca la vegetación rupícola, que es la característica de estas áreas, por lo que se pueden observar formaciones de sabina mora, entre otras.
En los márgenes del río Cabriel es posible distinguir álamos blancos, tarayales, saucedas, juncales y cañaverales tan densos, que en determinados puntos provocan que el río sea impenetrable.
Cuchillos de Contreras
Hasta mayo de 2019, el sendero para visitar la Reserva Natural de las Hoces del río Cabriel era el de los Cuchillos de Contreras, y había un cupo diario de visitantes. No obstante, ahora el acceso es libre y ya no está restringido, de modo que la pueden disfrutar los amantes del senderismo o a quienes simplemente les guste la naturaleza.
Este camino no entraña gran dificultad. Parte de las casas de Mirasol y finaliza en los cuchillos de Contreras. A lo largo de este recorrido no se pueden ver las hoces que se hallan más al sur y que están protegidas por el tipo de avifauna rupícola que encierran. Lo que sí podremos ver en toda su plenitud es además del río Cabriel, pues discurre a su margen en casi todo su recorrido, la base de los cuchillos y la profusa vegetación de las partes más ensombrecidas. Durante el paseo, tal vez nos topemos con ardillas o cabras montesas, y sobrevolándonos a lo mejor planea algún ejemplar de águila real y perdicera.
Existe la posibilidad de hacer esta ruta guiada a través de una actividad denominada “Senda Interpretativa Cuchillos de Contreras”, que tiene como lugar de partida el Punto de información de la Reserva Natural de las Hoces del Cabriel. Generalmente, está destina a escolares, pero se admiten otro tipo de grupos.
Dos senderos alternativos
Se está trabajando a su vez en dos nuevos senderos para recorrer la reserva y que se están habilitando, según indican en la web de la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha: el camino de la Fonseca y la ruta del Puntal de las Palomas.
El camino de la Fonseca parte de la localidad de Minglanilla y se dirige al valle de la Fonseca, ubicado en el interior de la reserva natural, junto al río Cabriel. Para acceder a él ahora hay que recorrer una parte en vehículo por una pista de tierra durante unos 5,5 kilómetros. A partir de ese punto, hay que realizar el camino andando por una pista de tierra rodeada por la típica vegetación mediterránea y que supone un desnivel de 210 metros bajando hacia el río Cabriel. Desde aquí se pueden observar las cárcavas de la Fonseca y los cuchillos de Contreras. La longitud total, incluyendo la ida y la vuelta de la ruta a pie, desde el aparcamiento que está pendiente de construirse, es de 9,4 kilómetros.
Por su parte, la ruta del Puntal de las Palomas, es un recorrido lineal de unos siete kilómetros, en la que además de disfrutar del bello paisaje podremos contemplar la rambla de Mateo, un barranco de gran profundidad que lleva al río Cabriel.