Senderos azules de España: ¿Qué son y dónde están?

Los senderos azules de España son itinerarios que se estructuran a lo largo del litoral de nuestras costas y que engloban aquellas playas, puertos o centros de interpretación que han obtenido la Bandera Azul. Su principal finalidad es potenciar el turismo de sol y playa, diversificando las zonas para disfrutar de este tipo de viajes. La idea es que se promocionen los valores naturales, culturales y patrimoniales de los municipios que consiguen esta distinción.

Sus características y requisitos

Uno de los aspectos más relevantes de estos senderos es que incorporan caminos de ronda y paseos costeros que en realidad se han utilizado durante años y años por los lugareños. De hecho, se ha hecho un esfuerzo para recuperarlos y que todos los viajeros amantes del sol y la playa, pero también de la naturaleza y el senderismo, los puedan disfrutar. También se pueden encontrar sistemas dunares que se han protegido con pasarelas con el objeto de minimizar el impacto medioambiental.

Para conseguir este galardón es necesario pasar el visto bueno de un jurado configurado por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), que además cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este grupo de expertos tiene en consideración una serie de criterios que se revisan anualmente y que se centran en tres ejes: la recuperación y protección del medio natural y sus recursos naturales, culturales y patrimoniales, los servicios e infraestructuras, y por último, la interpretación, educación ambiental y hábitos de vida saludable.

Así pues para obtener esta categoría se han de cumplir de forma genéricas estos tres requisitos, que engloban a su vez unos requisitos. El municipio en cuestión tiene que disponer al menos de una Bandera Azul, y el espacio que se presente debe estar implicado en el trazado del sendero y haber obtenido este premio. Los senderos deben tener como mínimo una longitud de 500 metros.

Se tienen que especificar los tipos de hábitats que hay en el camino propuesto, además de presentar un inventario con la flora y la fauna del lugar, si existe alguna especie protegida, estado de conservación y qué medidas se adoptan desde el municipio para proteger dichas especies. Si atraviesan una zona dunar se tienen que adoptar las medidas pertinentes para que no se produzca destrucción del entorno sensible, además de su flora y fauna.

Lo que se pretende, sobre todo, y que al mismo tiempo se considera como una medida eficaz para la preservación del entorno natural, es reutilizar los senderos que ya existen, creando uno solo que elimine sendas alternativas y así poder recuperar la naturaleza de estas. Esta acción se considera una manera efectiva de poner en valor aspectos culturales y patrimoniales vinculados a esta. De hecho, una de las finalidades es que estos caminos tienen que impulsar la rehabilitación del paisaje y sus elementos constructivos tradicionales. De modo que a su vez fomenten la recuperación de actividades rurales tradiciones y sus aspectos culturales asociados.

Al mismo tiempo se valoran otros elementos como el hecho de contar con aparcamientos próximos con plazas reservadas para personas con discapacidad. La presencia de paneles informativos e interpretativos que incorporen todos los datos relativos a la ruta y a las características de la misma. Si hay algún tipo de riesgo durante la misma también se tiene que especificar.

Los últimos

En el año 2019, se establecieron 70 senderos azules pertenecientes a 65 municipios de 19 provincias de diez Comunidades Autónomas: Andalucía, Asturias, Islas Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y Murcia. La información relativa a todos ellos se encuentra habilitada en una página web, donde se especifica su ubicación, su recorrido y sus características medioambientales, flora y fauna.

Dentro de Andalucía, se encuentra por ejemplo el Sendero San Nicolás en la Reserva Natural de la Albufera de Adra (Almería), un humedal que alberga numerosas especies de aves procedentes del norte de Europa. En Asturias, hay tres senderos azules, uno de ellos es la senda peatonal de la Concha de Artedo en Cudillero. El paisaje está configurado por una ensenada que enlaza con la vega del Uncín.

En las islas tenemos en las Baleares, la ruta litoral de Palma que pasa por zonas con valores naturales, culturales y paisajísticos. Une un Centro Azul, el Aula del Mar, con una playa con la distinción de Bandera Azul que es la Cala Estancia. En Canarias, en concreto en Las Palmas, está el Sendero Azul de la Bahía de El Confital y la Playa de Las Canteras, que se caracteriza por tener bancos de arena cubiertos siempre por agua marina poco profunda, arrecifes y cuevas marinas sumergidas o semisumergidas, aparte de observar las especies de interés comunitario como son la tortuga boba y el delfín mular.

Estos son solo algunos de los ejemplos que hay a lo largo de la geografía nacional. Si estamos interesados en visitar alguno de ellos, lo recomendable es informarnos tanto en la web oficial como en las oficinas de turismo donde esté ubicado el camino que nos gustaría conocer.